viernes, 31 de diciembre de 2010

Campanadas para 2011. 09: Cuestión de nombres

A las diez y cuarenta y dos minutos de la noche, la Dirección General de Coordinación Informativa del Ministerior de Información y Turismo facilitó la lista oficial de senadores de libre designación por su Majestad el Rey Don Juna Carlos I.

Así comenzaba la noticia correspondiente ABC en su edición del 16 de junio de 1977, tras las primeras elecciones democráticas de la Transición.

Uno de los ‘agraciados’ fue Camilo José Cela y Trulock, de quien el 10 de julio siguiente publicaba el mismo periódico una entrevista realizada por Isabel Montejano.

- ¿Pensó alguna vez que iba a ser senador?
- No, qué va. La verdad: no se me había pasado por la cabeza. Ni lo intenté jamás. La noticia la recibí con estupefacción y con gratitud. Como ustedes saben, me llamó el Rey personalmente, como a todos, y me dijo más o menos si yo quería aceptar un puesto, por designación suya, de senador. Naturalmente le dije que sí, y que muy honrado. Yo estaba haciendo el yoga ibérico, que es la siesta. Me desperté, me hicieron senador, y me di la vuelta para seguir durmiendo.


Es decir, el séptimo (de la lista de senadores) descansó.

Esta respuesta es más literaria y sólo parcialmente Cela que aquella que recuerdo y no he localizado (creo que fue en la radio), y que aproximadamente decía:

- ¿Por qué cree que el Rey le ha nombrado senador?
- ¡Odo, yo qué sé!


Como sí se sabe, yo soy de Requena, tierra donde la interjección habitual era precisamente ‘odo’, y de ahí a malescribir ‘Pues odo…’ como ‘posodo’, no había más que un paso.

Sin embargo, como dice Patricia, la sobrina irlandesa del Duque, en Magia, de G.K. Chesterton:

Cuando sabemos el nombre de una persona es que no la conocemos.

Créditos:
Transcripción parcial de la entrevista de Isabel Montejano a Camilo José Cela, y fotografía de éste, de Naranjo, publicadas en ABC el 10 de julio de 1977.
Transcripción parcial (pág. 40) según la traducción de Vicente Corbí, de Magia, de G.K. Chesterton, en edición de Espuela de Plata.

4 comentarios:

  1. ¿Es ésta la respuesta a la pregunta, tantas veces lanzada, sobre el origen de tu apodo?

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  2. "No es lo mismo estar jodido que estar jodiendo", le dijo Cela a un senador que le imputó gravemente haberse quedado dormido en su escaño.

    Posodo, pues vaya, chiquet, nunca pensé que tú apodo tuviese una raiz tan valenciana.

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  3. Para mí, Bate, que se lo acaba de inventar por el camino.

    Como veníamos curioseando al respecto, se encontró con que no tenía explicación (su propio hermano le instó, irónicamente, en un comentario: "eso, eso..., a ver si puede" -explicar el origen del apodo-), y el amigo de Requena se ha pasado más de una noche sin dormir dándole vueltas al asunto. Al final, con esa maestría que le caracteriza, se ha sacado esto de la chistera.

    Pero..., shhhh, Bate, te lo he dicho en confidencia, por favor, guárdame el secreto. Y, sobre todo, hablemos bajito, que don Posodo tiene un oído de tuberculoso.

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  4. Pues sí, es la respuesta a la pregunta.
    Bate(cado), la raíz del nombre es valenciana pero de Requena, es decir, en lengua española (en la vecina Cuenca también se dice 'odo', como hacía, por ejemplo, José Luis Coll-¡ah! el de la chistera era Tip)
    Y no, S.Cid, tus indagaciones detectivescas han fallado esta vez: como observarás por los comentarios a la primera anotación, ya hubo quien detectó un origen requenense (también llamados 'vinagres', por su carácter acorde con el condimento en cuestión).
    Pero gracias por lo de la maestría (aunque sigo intentando estudiar).
    [Por cierto, lo que se dice ¿no es 'oído de tísico'?]

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