viernes, 28 de febrero de 2014

Ayeeeerr, noooooo…

… pero hoy, sí.

Esta tarde de viernes me he podido acercar por la XXXVII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que se inauguró ayer por la tarde, en el paseo central de la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia.

Como en toda Feria del Libro que se precie, cayeron algunas gotas de lluvia, pero sin llegar, de verdad, a molestar.

Tal vez por eso, pude hacer el recorrido completo sin mayores problemas, ni para andar, ni para curiosear entre los libros.

La sorpresa de la visita fue ver que este año la Feria no acaba el mismo día de San José, sino que se prolonga hasta el domingo siguiente, el 23, lo que alguno querría ver como imagen de que el sector sale del invierno y entra en la primavera.


Ya veremos, pero, eso sí, será, como muestra el cartel, a la luz con que iluminan los libros.

Créditos:
Imagen del cartel de este año, tomado del tríptico de promoción de la Feria, que me facilitaron en la casetas de la librería Maestro Gozalbo.
Fotografía de uno de los tramos de la Feria, esta tarde, del autor.

Hoy, nooooo…


... Mañaaaaanaaaaa.

Créditos:
Fotografía de uno de los paneles que anuncia la pirotécnica que dispara cada día la mascletá de Fallas en la Plaza del Ayuntamiento, de Valencia, y que… comienzan mañana día 1 de marzo, esta tarde, del autor.

jueves, 27 de febrero de 2014

Curiosos del vuelo


Y es que… ¿quién llega?

Créditos:
Fotografía de un grupo de pájaros, sobre un grupo de iluminación en el aeropuerto de Valencia-Manises, esperando la llegada del vuelo de París, esta tarde, del autor.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Jugando al escondite… astronómico


Créditos:
Fotografía de la Luna menguante, y del planeta Venus, esta mañana, una hora después de haber sido éste ocultado por aquélla, del autor.

Viejos ejemplos de eternos jóvenes... abandonados

Cualquier lector habitual de Tintín sabe que en sus aventuras sufre numerosos caídas, golpes y desmayos; como suele pasar en los tebeos, sin mayores consecuencias, aunque, en algunos casos (una explosión en la casa, y, en especial, cuando es tiroteado), sí necesita cuidados médicos.


En ocasiones, le lleva tiempo la recuperación, y en otras, decide que ya está curado. La cuestión, como vemos, es superar la enfermedad (o el daño), y regresar a la actividad.


Con esta actitud (y con su personalidad y carácter), no es de extrañar que en cuanto pueda, ayude a quien esté enfermo, dañado o en riesgo (salvo, en ocasiones, a los malos). Pronto lo vemos, sea en el Congo colonial…


… o en la China ocupada (para gran extrañeza del ayudado),…


… quien lo vuelve a ser, esta vez en el Tíbet (aún no ocupado).


Asimismo, él o algún amigo suyo, indica la conveniencia de una consulta médica para descartar males mayores.


Podríamos recordar que Tintín es belga, y que en este mes de febrero se cumple el aniversario de la Constitución de Bélgica (tras serle reconocida la independencia de Holanda, con quien le habían hecho formar los Países Bajos). Aunque la fecha de la proclamación no está muy clara, el aniversario de su entrada en vigor fue ayer, día 25.

También podríamos recordar que en Bélgica, este mismo mes de febrero, hace 13 días, se aprobó la eutanasia infantil, a pesar de todos estos ejemplos de Tintín (la mayoría, precisamente, con niños).


Con lo que, Tintín, y quienes piensan como él, lo mismo tienen que acabar en el exilio.

Actualización del 27 de febrero:
Se ha presentado ante el Rey de los belgas una solicitud (respaldada por 210.000 firmas) para que no sancione la ley aprobada. No sé la viabilidad de la solicitud, pero ahí está.

Créditos:
Viñetas de diversas aventuras de Tintín, de Hergé, publicadas por Editorial Juventud (en 2003, salvo indicación en contrario), que en orden, son:
El asunto Tornasol (1956), de la vigésimo primera edición;
El Loto Azul (1936 y 1946), de la vigésimo segunda edición;
Objetivo: la Luna (1953), de la vigésima edición;
La Isla Negra (1938 y 1943), de la decimoséptima edición;
Tintín en el Congo (1931 y 1946) de la primera edición (de diciembre de 1968);
El Loto Azul (de nuevo);
Tintín en el Tíbet (1960), de la vigésimo segunda edición;
Las joyas de la Castafiore (1963), de la décimo octava edición;
Las siete bolas de cristal, (1948), de la vigésimo primera edición;
(todos los álbumes, de la biblioteca del autor.)

Un pequeño detalle fuera de control

«París, 7 de marzo de 1815.
»Primo mío: He recibido su carta del 26 de febrero. (…)
»Me proponía volver a tratar de la convención del 11 de abril pasado, pero Bonaparte me ahorra el trabajo. Antes de recibir este despacho se habrá enterado usted sin duda de su audaz empresa. He tomado inmediatamente las medidas que he juzgado oportunas para que se arrepienta de la misma, y tengo completa confianza en el éxito de las mismas.
»Esta mañana he recibido a los embajadores, y dirigiéndome a todos a la vez les he rogado que comuniquen a sus cortes que no me habían visto de ningún modo inquieto ante las noticias que había recibido y persuadido de que ello no alteraría la tranquilidad de Europa, como no alteraba la de mi espíritu. Continúa mejorando mi gota.
»Ruego a Dios, primo mío, que le conserve en su santa y digna guarda.
Luis.

El mismo día que en París el rey Luis XVIII fechaba su carta al príncipe de Talleyrand, éste, presente en las sesiones del Congreso de Viena, hacía lo propio a su monarca.

«Viena, 7 de marzo de 1815.
»Sire: Debo creer que Vuestra Majestad estará enterado ya, cuando reciba esta carta, de que Bonaparte ha abandonado la isla de Elba. Pero me apresuro a transmitirle la noticia a todo evento. La he conocido por un billete de Metternich, al que he respondido que me parecía por las fechas que la evasión de Bonaparte se encontraba ligada a la petición hecha por Murat a Austria para que concediera paso a sus tropas por sus provincias. El duque de Wellington me ha comunicado, a continuación, un despacho de lord Burghersh, ministro de Inglaterra en Florencia, cuya traducción tengo el honor de enviarle adjunta, así como el extracto de una carta de vicecónsul en Ancona.
»El 26 de febrero, a las nueve de la noche, embarcó Bonaparte en Porto-Ferraio. Ha llevado consigo a 1.200 hombres aproximadamente, diez cañones, seis de los cuales de campaña, algunos caballos y provisiones para cinco o seis días, Los ingleses, que se habían encargado de vigilar sus movimientos, lo han hecho con una negligencia que les costará trabajo explicar.
»La dirección norte que ha tomado parece indicar que se encamina a la costa de Génova o al sur de Francia.
»No puedo creer que intente nada contra nuestras provincias meridionales. Sólo se aventuraría a ello a favor de inteligencias, que es de suponer que no tenga. No por ello es menos necesario tomar precauciones en esa costa y colocar allí hombres seleccionados y perfectamente seguros. Por lo demás, cualquier empresa por su parte en Francia sería la de un bandido.
»Así es como tendría que ser tratado, y todas las medidas permitidas contra los salteadores deberían ser utilizadas contra él.
»Me parece infinitamente más probable que quiera actuar en el norte de Ita1ia. El duque de Wellington me dice que hay en Génova dos mil ingleses y tres mil italianos que ha hecho la guerra de España y que han entrado al servicio del rey de Cerdeña. No duda de que estas tropas, que han hecho la guerra de España, y que considera excelentes, cumplan con su deber. El rey de Cerdeña se encuentra en Génova en este momento. Hay también en el puerto tres fragatas inglesas. Si Bonaparte hiciera, pues, una tentativa contra Génova en este momento, fracasaría. Pero es de temer que se dirija por las montañas hacia los Estados de Parma y Lombardía, y que su presencia sea la señal de una insurrección preparada de antemano, favorecida por la mala política de los austriacos, y que apoyada por las tropas de Murat, con quien es probable que Bonaparte esté de acuerdo, encendería la guerra en toda Italia. El príncipe de Schwarzenberg y Metternich me han dicho que si Bonaparte llegara al norte de Italia, los pondría en gran apuro, porque no se encuentran preparados. La última noche han sido expedidos correos a todos los cuerpos destinados a Italia, a fin de apresurar su marcha. Pero por diligentes que se muestren esos cuerpos les falta un mes, por lo menos, para que lleguen a sus destinos y para poderse hacer dueños de los acontecimientos. Parece que el mismo príncipe de Schwarzenberg recibirá orden de dirigirse a Italia.
»En cualquier hipótesis, Vuestra Majestad juzgará seguramente necesario concentrar tropas suficientes en el Sur, para actuar según las circunstancias.
»Es posible prever las consecuencias de este suceso. Puede tenerlas afortunadas si se sabe sacar partido de él. Yo haré todo lo que esté en mi mano para que no se duerma aquí la gente y para hacer que el Congreso adopte una resolución que haga descender a Bonaparte del rango en que por una inconcebible debilidad se le había colocado y le ponga, al fin, en situación de no preparar nuevos desastres en Europa.

Como podemos leer, hace 1,99 siglos a las potencias que estaban organizando el mundo (es decir, Europa), se les escapó un pequeño detalle.

A pesar de su disposición en “prever las consecuencias de este suceso”, el Príncipe de Talleyrand no acertó en absoluto en cuanto a las intenciones del “hombre de la isla de Elba” (como, hacia el final de la carta, denomina a Napoleón Bonaparte). De hecho, la tarde del día en que redacta la carta, el «usurpador» (como le denomina en cartas posteriores), era recibido con el mayor de los entusiasmos en Grenoble, y al día siguiente salía sin especiales problemas hacia Lyon.

Y menos de un mes después de embarcar en Porto-Ferraio, entraba, de nuevo aclamado por el pueblo, el Emperador en París.

Y para conseguirlo no necesitó de “inteligencias”, sino del clamor del pueblo francés.

El mismo pueblo francés al que había llevado al desastre con las campañas de España y de Rusia.

Créditos:
Extractos de las cartas referidas, en traducción de Jesús García Tolsa, tomados de la edición de las Memorias de Charles Maurice de Talleyrand realizada por Sarpe en 1985, como número 62 de su colección distribuida en kioscos Biblioteca de la Historia (pp. 282-284), de la biblioteca del autor.

La jungla virtualmente real


Este pasado domingo, por la noche, en La 1 (antes, la Primera Cadena de TVE), pusieron La jungla 4, es decir, Die Hard 4.0, película de hace mucho tiempo, o sea, de 2007.

Omitiendo lo paradójico que puede resultar que con una trama basada en el uso de la informática y del software, la película, haciendo honor a su título, tenga una acción más ‘hard’ que ‘soft’, lo que ha resultado interesante de la misma es su don de la oportunidad, o, mejor dicho, el don de la oportunidad de su emisión televisiva.

Que se vengan abajo los sistemas de control de tráfico de las grandes ciudades, o también del tráfico aéreo; que se colapsen y manipulen (más de lo habitual) los mercados financieros; que caigan las redes de distribución de energía eléctrica, y nos dejen a oscuras (físicamente; como metáfora, ya hay demasiada gente así); todo esto y más que, en teoría, nos devolvería más o menos (según zonas) a las vísperas de la Gran Guerra, pero que en realidad sería peor, por el sencillo motivo de que la actual sociedad no está preparada para vivir de nuevo en esas condiciones; todo esto, digo, ya tuvo el día anterior un primer ensayo.

El sábado cundió el pánico en el mundo porque se vino abajo el guasap.

Y, según  parece, por culpa, sólo, de un único router.


Cuando coincida con una caída del tuiter, lo mismo la gente se pone a hablar de verdad entre ella, y entonces… sí será el caos.

domingo, 23 de febrero de 2014

Si el pasado trae el presente...


..¿es posible que este presente traiga tal futuro?

Créditos:
Viñeta de James Stevenson, publicada no sé cuándo en The New Yorker, tomada de la selección realizada en 2012 por Jean-Loup Chiflet con el título La oficina en The New Yorker, publicada en 2013 por Libros del Asteroide, de la biblioteca del autor.

De estreno en una galaxia...

Una de las tres supernovas que actualmente se pueden ver se detectó hace cosa de un mes. Está bautizada como SN2014J y se encuentra en una galaxia no tan, tan lejana, la M 82: sólo unos doce millones de años luz (eso sí, un poco más allá afuera de las M-30, M-40 y M-50 madrileñas).

La tal galaxia se sitúa, por decirlo de algún modo, sobre la cabeza de la Osa Mayor, constelación muy famosa, pues, además de por la muy identificable disposición de sus siete principales estrellas (como Orión), y de por ser de ayuda para localizar la Estrella Polar, resulta que es…


… la constelación con la que comienza La estrella misteriosa, aventura que no termina como se esperaba (“otra vez será”).

[Lo que no sé si será es la oportunidad que yo tenga de ver la supernova. Ya contaré.]

Créditos:
Viñetas iniciales de La estrella misteriosa, aventura de Tintín, obra de Hergé en 1946, tomadas de la vigésimo tercera edición, de 2003, realizada por Editorial Juventud.

jueves, 20 de febrero de 2014

Clever and magical


Esta noche me he enterado, oyendo la radio, de que se ha celebrado el «Día del Gato».


(Propiamente, tendría que celebrarse, más bien, la «Noche del Gato», ¿no?)

miércoles, 19 de febrero de 2014

Sobre desayunos de viaje... desgranados

Mi amigo se equivocaba. Yo no voy a meterme con los suizos, porque no creo en ellos. En Suiza no hay suizos. A lo menos, el habitante típico de Suiza, el que le da carácter, no es el suizo. Yo nunca me he imaginado Suiza poblada de suizos, sino de ingleses. (…)
Además de los ingleses, que son el elemento fijo del país, hay en Suiza gentes de todas partes, es decir, forasteros. Lo que no hay son suizos. (…) El suizo no adquiere personalidad nacional hasta que sale de Suiza. En una table d'hôte de Suiza, en un coche de ferrocarril, en un vaporcito de un lago cualquiera, uno está dispuesto a alternar con gente de todas las procedencias; pero que un señor se declare suizo, y la estupefacción será general. ¡Un suizo en Suiza! Es algo así como sería un esquimal en Madrid.
-Yo soy suizo -dice el señor modestamente.
-¿Suizo? Pero ¿y además? ¿Es usted alemán, o francés, o qué?
Porque eso de ser suizo no se considera bastantem y porque serlo no le impide a nadie ser otra cosa.
Aquí circulan todos los idiomas y todas las monedas. Existe una moneda suiza por fórmula, para hacer creer que los supuestos suizos se gastan algún dinero; pero uno puede pedir el almuerzo en inglés, en francés o en italiano y pagarlo con moneda inglesa, francesa o italiana. El dinero suizo es nuestro dinero.
(…) Yo no le reconozco existencia al suizo más que como una fuerza invisible de atracción para nuestro dinero. A los cuatro dias de estar en Suiza uno se dice: «No sé en qué se me ha ido el dinero. No he comprado nada, no he hecho nada extraordinario y me he gastado un dineral. Se me ha ido el dinero sin sentirlo».
Pues esa fuerza misteriosa que se le lleva a uno el dinero como un. imán, como un conjuro, ese poder extraño y terrible, eso es lo suizo.

No diré yo que no haya sido por “esa fuerza misteriosa” que justo hoy haya leído este artículo de Julio Camba sobre Suiza y cómo “se le lleva a uno el dinero como un imán”, y, claro, no deje de imaginarme cómo resultaría ser un esquilmar, digo, “un [granado] esquimal en Madrid”.

Créditos:
Extracto del artículo En Suiza no hay suizos, de Julio Camba, publicado en el periódico La Tribuna el 16 de junio de 1913, tomado de Crónicas de viajes. Impresiones de un corresponsal español, antología de artículos de Julio Camba realizada por Francisco Fuster, y editada por Fórcola como número 9 de su colección Periplos (pp. 243-244), de la biblioteca del autor.

martes, 18 de febrero de 2014

Al olor… de los libros…

Entre bambalinas
Londres
10 septiembre 1951
Querida:
¡Es una tiendecita antigua y encantadora, que parece salida directamente de las páginas de una novela de Dickens! ¡Te chiflará cuando la veas!
Tienen fuera unos expositores, y me paré a hojear unas cuantas cosas simplemente para asumir la apariencia de una amante de los libros antes de pasar al interior. Dentro está oscuro: hueles los libros antes de poder verlos; un olor de lo más agradable. No soy capaz de describírtelo, pero es una combinación de moho, polvo y vejez, de paredes revestidas de madera y suelo entarimado. Hacia el fondo de la tienda, a la izquierda, hay un escritorio con una lámpara de estudio encima. Frente a él estaba sentado un hombre de unos cincuenta años, con nariz a lo Hogarth. Levantó la mirada al entrar yo, y me saludó diciendo: «Buenas tardes. ¿Puedo ayudarla?», con marcado acento del Norte. Le respondí que sólo quería curiosear, y me animó a hacerlo.
Hay metros y metros de estantes, inacabables. Llegan hasta el techo y son muy antiguos y de tono agrisado, como de roble viejo que ha absorbido tanto polvo al correr de los años que ya ha perdido su color originario. Tienen una sección dedicada a grabados, que es una gran mesa alargada en la que se exponen grabados de Cruikshank, de Rackham, de Spy y de otros muchos ilustradores y caricaturistas ingleses que no soy capaz de reconocer porque apenas sé nada de ellos. Hay asimismo algunas revistas ilustradas, antiguas y deliciosas.

… ¿el lector resucitará?

Créditos:
Extracto de la carta remitida por Maxine a su amiga Helene Hanff, en relación con el establecimiento de Marks & Co, Booksellers, tomado de 84, Charing Cross Road, recopilatorio epistolar de Helene Hanff con dicha librería, según traducción de Javier Calzada, publicado por Anagrama como número 522 de su colección Panorama de narrativas (pág. 47; quinta edición, de septiembre de 2004), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la fachada de la librería (sin fecha) tomada de la cubierta del ejemplar referido.

Yendo de copos

Pero el alivio fué pasajero; a las cinco de la tarde el termómetro volvió a bajar, y tras de una ligera llovizna se reprodujo la nevada, alcanzando bastante intensidad hacia las diez de la noche, por lo que volvió a cuajar la nieve. Cesó la nevada al amanecer, cuando el viento, frío y duro, fue cambiando. La helada duró hasta bien entrada la mañana, y durante todo el día de ayer se mantuvo el tiempo con el mismo cariz.

No, no se trata de la crónica de la nevada del pasado sábado en Valencia, sino de la de Madrid entre el 17 y el 18 de febrero… de hace 90 años, en 1924.

Nevada que, como entonces no estaba lo de la ‘ideología de género’, resultó claramente sexista.


Por cierto, el trabajo de las brigadas municipales para abrir en condiciones el paso al “tránsito público” resultó eficaz y su desarrollo, “con actividad”, probó, a juicio del periódico, “que hay medios suficientes para el servicio y éste se presta bien cuando el personal está organizado y dispuesto para salir oportunamente, apenas cesa de caer la nieve y antes de que la nevada se endurezca sobre el adoquinado y sobre las losas de las aceras”. En definitiva, que los problemas no eran, entonces, tanto de medios como de organización y voluntad.

Como noventa minutos, digo, años, después.

Créditos:
Extracto de la noticia publicada en ABC el 19 de febrero de 1924, tomada de su hemeroteca en internet.
Imagen de la viñeta de Xaudaró (con perrito, claro), publicada también en ABC el mismo día, y tomada, igualmente, de la hemeroteca del periódico en internet.

lunes, 17 de febrero de 2014

Puente de fuga


Créditos:
Fotografía de la balaustrada y sombra proyectada, en el Puente del Reino, en Valencia, en enero de 2013, del autor.

Un rollo con lo de las películas

Como todo el mundo sabe, la ceremonia de entrega de los premios Oscar es algo que pobremente realizan allá en Estados Unidos.


No puede ser de otra manera, pues, en general, el nivel de calidad de las películas que se proponen para el concurso, ídem de la dirección artística de la ceremonia, y, sobre todo, el nivel de los guionistas de la misma y de los discursos de los premiados (enhorabuena a los premiados, eso sí), están a una distancia astronómica (por debajo, claro) de sus respectivos colegas que participaron hace una semana en nuestra indígena gala de los premios Goya al cine (cuya principal característica es que trata de películas cuya existencia uno ignoraba tan feliz).

La explicación de ello está en algo tan sencillo como visitar la página de la Casa Blanca, y descubrir que en el Gobierno Federal de los Estados Unidos… ¡no existe Ministro de Cultura!

Y claro, qué cabe esperar de un raquítico Departamento de Educación (su presupuesto es de 68.600 millones de dólares) cuya misión es, únicamente, “to promote student achievement and preparation for competition in a global economy by fostering educational excellence and ensuring equal access to educational opportunity.

Pues eso, que ir a una gala de premios sin poder meterse con un ministro que no existe… es tontería.

(Aunque, pensándolo bien, en estas cosas, en Estados Unidos, no son tontos, por lo que la tontería debe de estar…)

Créditos:
Fotografía de las figuras similares a las estatuillas de los premios Oscar, existentes en el vestíbulo de los Cines Lys, en Valencia, en febrero de 2012, del autor.
Extracto de la referencia al Department of Education, tomado de la página The White House.

domingo, 16 de febrero de 2014

Vaya papelón

Uno de los problemas que existen en España es la excesiva vinculación entre la prensa y el poder, sea cual sea aquélla y sea cual sea éste, y qué puede pasarle a aquélla cuando éste se molesta.

Por si no teníamos bastante con el reciente éxito de don Mariano (pues aquellos polvos aun antes de jurar el cargo, o estos barros más recientes, seguro que no son cosa suya), con el que ha demostrado ser en este mundo mucho más contundente que Felipe González y José María Aznar juntos, para que luego digan, esta semana parece haber hecho dos muescas más, primero una faena de aliño al toro, y luego ya al país entero.

Pero es que, encima, va y resulta que hoy mismo, en línea con las enfermedades de garganta de que nos habló el párroco el día de San Blas, nos sale el Papa Francisco, como un Tolkien cualquiera, hablando de las “lenguas de serpiente”.

¡A este paso van a acabar con el periodismo español!

(O no)

Una imagen vale más que mil… gráficas


Ya podrá la gráfica decir lo que quiera…


… que esta foto es de ayer en Valencia.

Créditos:
Gráfica tomada hoy de la página del Ayuntamiento de Valencia.
Fotografía de Jesús Signes, tomada de la noticia publicada hoy en LasProvincias.

Callando

A finales del pasado mes se supo de una querella por daños y perjuicios derivados de la existencia de una página de internet que informaba de numerosos problemas técnicos y económicos en obras de cierto famoso arquitecto valenciano. Como resultado de la querella, y dada la actualidad que presentan los defectos en la cubierta de uno de sus edificios, se habrá, supongo, conseguido que sean muchos más quienes conozcan la página en cuestión.


A veces, uno piensa si en ciertos casos, lo único gris es la cubierta, y nada de la materia que tendría que haber debajo.

Lo que, en cualquier caso, resulta de nota es que la vista por la querella ya se esté celebrando, y en cambio, aún no se sepa de la solución del problema (salvo una humilde sugerencia de presentación).

Créditos:
Fotografía del Palau de les Arts, en Valencia, esta misma mañana, ya sin trencadís, en la parte norte, al menos, de la cubierta, del autor.

sábado, 15 de febrero de 2014

Un retiro junto al mar… o al revés

Madrid es un pueblo ruinoso que no logra sostener un río y pretende tener mar. El mar es la obsesión de Madrid, de donde, cuando llega el verano, emigran la mitad de los habitantes a los pueblos del litoral. En Madrid se quedan únicamente los que no tienen dinero, y éstos, como no pueden ir en busca del mar, quieren traérselo a sus casas. (…)
Madrid llegará a imitar el mar casi tan bien como ha imitado el río: ese calumniado Manzanares que, para la poca agua que tiene, desempeña su papel fluvial con bastante decoro. (…)
Lo más marino de Madrid es el estanque del Retiro. A mí ese estanque del Retiro me da la sensación del mar mucho mejor que el mar de las playas. Los pueblos marinos se han hecho adaptándose al mar, mientras que en El Retiro se ha hecho un pequeño mar, según las necesidades de Madrid. En una playa cualquiera no hay nada más que un poquito de mar, y en Madrid tenemos un mar completo.
(…) En el estanque del Retiro no hay medio de ahogarse, y en esto consiste su principal ventaja con respecto al mar. El estanque del Retiro nos procura todas las excelencias del mar sin tener ninguno de sus defectos. Es un mar hecho para los hombres mientras que el verdadero mar está hecho para los peces. Una excursión por el estanque del Retiro nos procura todas las sensaciones agradables de un viaje por mar, sin que nos las amarguen los síntomas del mareo ni el riesgo del naufragio. Al fin y a la postre, alguna diferencia ha de haber entre aceptar un mar antiguo -el mar de los pueblos del litoral- o hacerse un mar expresamente.
Lo malo es que en el estanque no se puede estar durante las horas de sol. ¡Precisamente las horas en que está abierto El Retiro! En cuanto el sol molesta se abre El Retiro y puede embarcarse el público. Cae el sol y, cuando el estanque empieza a quedarse en sombra, El Retiro se cierra; así es que la gente sólo se decide a embarcarse los días de lluvia.

¿Por qué no ha de estar abierto El Retiro por las noches? ¿Es también ésta una cuestión de moral? Con una buena iluminación se garantizaría la moral y se divertiría el pueblo de Madrid, aunque sólo fuese hasta la una y media. Yo tengo un proyecto de canalización del estanque del Retiro, cuyo desarrollo me reservo para mejor ocasión. Mientras tanto me limito a preguntar por qué se cierra El Retiro en cuanto anochece. El estanque, que sería un encanto por las noches, no nos sirve para nada durante el día. ¿A qué se debe esto? ¿Qué privilegio tiene en El Retiro la parte de la Exposición de Industrias, en la que no hay ninguna industria para que esté abierta mientras lo demás está cerrado?
He aquí una cuestión importante que bien pudiera justificar un poco este artículo de incoherencias.

Créditos:
Extracto del artículo La falsificación del mar, de Julio Camba, publicado en El Mundo el 22 de julio de 1908, tomado de Crónicas de viajes. Impresiones de un corresponsal español, antología de artículos de Julio Camba realizada por Francisco Fuster, y editada por Fórcola como número 9 de su colección Periplos (pp. 86-88), de la biblioteca del autor.
Detalle de fotografía con reflejos en el estanque del Parque de El Retiro, una tarde de octubre de 2013, del autor.

jueves, 13 de febrero de 2014

Chis, chis…


… que vienen.

Las Fallas, digo.

Tanto por las vallas para las masclataes, como por la temperatura… a las nueve de la noche.

Créditos:
Fotografía de la explanada central de la Plaza del Ayuntamiento, en Valencia, esta noche a las nueve, del autor.

Los jueves…



bamos de rodage.

(Los milagros, los dejamos para la ortografía.)

Créditos:
Fotografía del cartel de la señalización correspondiente a un rodaje publicitario, en la calle Correos, en Valencia, esta tarde, del autor.

lunes, 10 de febrero de 2014

Moi aussi

C’est à dire:


J’aime lire.

Créditos:
Fotografía de Martine Franck, realizada por Henri Cartier-Bresson en 1967, tomada de la noticia publicada hoy en ABC acerca de la exposición que se realiza ahora enseguida en el Pompidou, en París, y que en verano llegará a la Fundación MAPFRE, en Madrid.

Sugerencia de presentación

Mientras sigue poco a poco el espectáculo, tenemos una comisión como mejor ejemplo de cómo no resolver un problema.

Sin embargo, resulta curioso ver, en la hemeroteca, la visión de futuro que hace años mostró el Consell.


Por lo que, vistas las dudas, aquí va una propuesta para la nueva cubierta, muy propia para un palacio de ópera.


Créditos:
Pequeña adaptación del titular de una noticia publicada en El Mundo, en su edición de Vencia, el 30 de marzo de 2008, de la hemeroteca del autor.
Imagen elaborada por la hija del autor sobre fotos realizadas por éste, del Palau de les Arts, en enero de 2014, y de una peluca del atrezzo de la producción de Rigoletto realizada por el Palau de les Arts, en octubre de 2012.

sábado, 8 de febrero de 2014

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Los últimos… o tal vez no

Esta mañana he visitado Bibliocafé.

Naturalmente, más aún hoy, no podía salir sin algún libro que otro.

No se trata, sin embargo, de emprender largos viajes, ni siquiera durante una guerra,…







… sino de que, poniendo el acento donde toca, pueda decirse que la Generación Bibliocafé… continúa.

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

Y aun con café… el libro se durmió

Hace cerca de tres años y medio trajimos a estas páginas la noticia de una nueva librería en Valencia. No llegaba para ser una más, y en este tiempo ha dado sobrados ejemplos de ello, tantos como para que incluso la Administración haya tenido que reconocerlo.


Sin embargo, la contundencia de las cuentas ha hablado, y Bibliocafé cierra.

Esta (última) mañana he podido pasar por allí para saludar en persona a José Luis Rodríguez.

Lo triste no es ya que cierre una librería, sino que lo haga el centro cultural que realmente es lo que era Bibliocafé. Señal de que quienes integran el ‘mercado’ no lo consideran necesario para ellos; o de que quienes orientan al ‘mercado’ lo ven inútil (y, posiblemente, incluso peligroso).


Ésta y otras anotaciones darán fe de este día, en la esperanza de que, en algún momento, cuando despertemos… siga ahí, y llenemos de nuevo las mesas.

Créditos:
Fotografía del diploma acreditativo del premio “a la librería más innovadora en 2012, expuesto en el local, esta mañana, del autor.
Fotografía de parte del local esta mañana temprano, del autor.

lunes, 3 de febrero de 2014

Para loar... y hablar

Esta mañana he tenido la oportunidad de acercarme por la parroquia de San Valero Obispo y San Vicente Mártir, donde estaban de celebraciones aunque no fuera por la festividad de ninguno de los dos santos (y compañeros).

Y es que resulta que, por algún motivo que ignoro, la parroquia de San Valero (abreviando), en el antiguo poblado de Ruzafa, es la sede de la devoción de la capital valenciana a San Blas Obispo, cuya festividad sí es este 3 de febrero (con o sin cigüeñas).

Asociada a dicha devoción está la tradición de la bendición del pan (los feligreses se lo llevan de casa a la misa solemne de la mañana, o lo compran en los puestos al efecto de la calle), así como otras labores de panadería como son les tradicionals coquetes.

De un modo u otro, los panes o les coquetes, la bendición es para las personas que los toman (como la tarde anterior recordó mi párroco: no se bendice la cosa sino la persona que hace uso de ella), y en este caso concreto, solicitando ayuda ante las enfermedades de la garganta.


¡Ah! Y, desde luego, quienes no estuvieron calladas fueron las campanas de la iglesia.

Créditos:
Fotografías del altar a San Blas, ante la fachada principal; de la bolsita con les tradicionals coquetes comprada en un puesto; y del volteo de campanas antes de la misa solemne; todas esta mañana, en la iglesia de San Valero, en el barrio de Ruzafa, de Valencia, del autor.

Lo que va…

… de ayer…


… a hoy…


¿de qué va?

(Esperemos que, al menos, por la intercesión de San Blas, no se vean afectados por males en la garganta,… como la afonía o la mudez.)

Créditos
Imagen del encabezamiento de la página 3 de El Mundo de las ediciones (de Valencia) de los días 2 (éste incluyendo parte de la carta de Pedro J. Ramírez), y 3 de febrero de 2014, de la hemeroteca del autor.

Más que entero

Que el Museo Naval dedique una exposición a un marino no debería ser motivo de sorpresa. Entra en la lógica discursiva de una institución que recoge la evolución de la Armada desde el siglo XVI hasta la actualidad. Y, sin embargo, esta es una muestra excepcional. (…)
¿Por qué Blas de Lezo? Ninguna efeméride le une a 2013 y sus fechas emblemáticas –1689, año de su nacimiento, y 1741, año de la defensa de Cartagena de Indias y de su muerte– quedan lejos de una conmemoración redonda.
Es indiscutible que Lezo, por su trayectoria vital y sus hazañas bélicas, ocupa un lugar destacado entre los grandes marinos españoles y, me atrevo a decir, que sus victorias le avalan como uno de los grandes estrategas navales de la historia. Pero no serían argumentos suficientes. No al menos en una Armada pródiga en figuras señeras unidas a la historia de España (…) Y el XVIII, el siglo donde desarrolló su vida Blas de Lezo, es también el de la Marina Ilustrada, las grandes expediciones científicas y la "Edad de Oro" de la construcción naval, por lo tanto, uno de los periodos más fecundos de la historia de la Armada.(…)
¿Por qué entonces? La diferencia para inclinar la balanza hacia Blas de Lezo es la memoria o, más bien, la falta de ella. Tan indiscutible como sus hechos es el olvido al que fue sometido tras su muerte. Pese a ser uno de nuestros grandes marinos falleció no solo sin el reconocimiento merecido, sino con el agravio de sus coetáneos. Todavía hoy descansa en una tumba de emplazamiento ignorado y, aunque ya rehabilitado por la historia, sigue siendo un desconocido en España mientras que Colombia lo venera como a un héroe.

Afortunadamente, la exposición en cuestión ha permitido rememorar al Almirante, con tal éxito que ha obligado a una prórroga de la misma, hasta dentro de un mes.

Y en estas páginas continuamos el recuerdo que ya se tributó hace cinco años, señalando ahora que tal día como hoy, hace 325 años, nacía en Pasajes, tomando el nombre del santo del día, don Blas de Lezo y Olavarrieta.

Créditos:
Extracto de la Presentación a cargo del Contralmirante José Antonio González Carrión, Director del Museo Naval de Madrid, en relación con la exposición Blas de Lezo, el valor de Mediohombre, tomado del catálogo de la misma, de la biblioteca del autor.
Fotografía del retrato de Blas de Lezo, óleo sobre lienzo, de autor anónimo de mediados del XIX, copia de un original del siglo XVIII, donación de José de Lezo al Museo Naval, en octubre de 2013, del autor.