jueves, 28 de febrero de 2013

Mover montañas

Hace cosa de un mes, se publicó la noticia de que se había conseguido éxito en un experimento científico británico-checo para atraer objetos haciendo uso de la luz. En este caso, el éxito parece residir, además, en que fueron varias las partículas que habían sido ‘ordenadas’ de este modo, pues el «rayo tractor» ya había sido experimentado sobre partículas microscópicas en ocasiones anteriores, por ejemplo, en Australia y en Nueva York.

Cualquier día, pues, nos desayunaremos con la noticia de que por fin se ha conseguido un sistema por el que desplazar objetos sólo (casi) con la voluntad.

Y el caso es que ese sistema ya se nos explicó hace unos dos mil años:
Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ‘Desplázate de aquí allá’, y se desplazará, y nada os será imposible.»

Aunque para ello, como en estos experimentos actuales, sea necesaria la Luz:
Jesús les habló otra vez diciendo:
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.»

Créditos:
Extractos del Evangelio según San Mateo (17, 20) y del Evangelio según San Juan (8, 12), tomados de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.
Fotografía de los rayos de Sol tras una nube, en Valencia, en junio de 2009, del autor.

miércoles, 27 de febrero de 2013

La novedad de lo antiguo

Como suele ser habitual, a finales de febrero (aunque ocasión ha habido en que no), se inaugura en Valencia la Feria del libro antiguo y de ocasión (este año, celebrando su XXXVI edición).

Esta tarde, camino de otra cita, he pasado por el, digamos, ‘real de la feria’, a ver qué había, y convencido de que era la inauguración oficial de la misma (y confiando en llegar antes que los ‘ilustres próceres’). Sin embargo, no ha sido así.




Por conversaciones captadas al pasar, la inauguración está prevista para el mismo día de inicio de la Feria, es decir, el 28. Por ello, cabe entender que hubiera casetas cerradas, aunque lo más interesante era que también las hubiera abiertas, en las que los libreros se afanaban ordenando los libros que habían viajado en cajas (más bien pequeñas, porque… ¡hay que ver lo que pesa una caja llena de libros!) trasladadas a su vez, desde las furgonetas o camionetas, bien a mano, bien en prácticas carretillas.

Por otro lado, y como puede verse, no sólo eran casetas de librerías las que estaban siendo acondicionadas; también la organización tenía su trabajo en la caseta preparada para una exposición.

Resumiendo:
Este breve paseo ha servido a modo de prólogo de la Feria, y aun cuando ésta aún se encuentre ‘cerrada’, sin inaugurar,… yo ya he comprado un libro.

Créditos:
Fotografías de la XXXVI Feria del libro antiguo y de ocasión, aún instalándose en la Gran Vía Marqués del Turia, en Valencia, esta tarde, del autor.

martes, 26 de febrero de 2013

… aunque también fallan los enchufes

El otro día, Orlando Márquez nos informaba de que el punto de recarga para vehículos eléctricos existente en la Plaza del Ayuntamiento nunca había funcionado, mediante un amable comentario precisamente a la anotación donde di cuenta de que ¡por fin! yo había visto un coche ‘repostando’.

Curiosamente, tras haber tardado tanto en ver un coche, a los diez días vi una cola de… dos, aunque tras el comentario de Orlando Márquez, más que ‘cola’ bien pudiera ser ‘doble fila’.

Donde aún no he visto ningún vehículo (también es cierto que me prodigo poco por ahí), es en las plazas con puntos de recarga eléctrica, en el aparcamiento de Cánovas-Salamanca.

Recuerdo que lo del vehículo eléctrico ya empezó a ponerse de moda allá por 1975, como consecuencia del impacto de la crisis del petróleo de 1973. Bueno, de moda, más bien, su investigación, pues llegar al mercado no ha sido sino hasta hace unos años.

Otras investigaciones curiosas fueron las del motor de agua, que, en realidad, tampoco era propiamente de agua, sino de hidrógeno (que se obtenía del agua, claro).

El caso es que a pesar de las informaciones de la agencia Tass, no parece que los esfuerzos de los científicos soviéticos consiguieran un resultado más esperanzador que un único Moskvich circulando un rato.


En resumen, que nos quedamos esperando el motor de agua… tanto, que incluso ayer se hizo la presentación por el Ayuntamiento de Valencia de unos vehículos ecológicos para su uso por la Empresa Gestora del abastecimiento de agua , y los coches son eléctricos: los de Aguas no tienen el motor de agua.

Y además, la presentación fue, sí, en la Plaza del Ayuntamiento, pero ante el edificio que le da nombre, no junto al punto recarga eléctrica.

Créditos:
Fotografía de la ‘cola’ de vehículos eléctricos para recargar en el punto de la Plaza del Ayuntamiento, de Valencia, en abril de 2012, del autor.
Fotografía de las plazas con puntos de recarga eléctrica, en el aparcamiento de Cánovas-Salamanca, en Valencia, en abril de 2011, del autor.
Imagen de la noticia sobre un motor de agua en un coche, fechada el 19 de febrero de 1977, y publicada en ABC, de la hemeroteca del autor.

lunes, 25 de febrero de 2013

La odisea de la 2.001… ¿y la evolución?

La película 2001, una odisea en el espacio, como todo el mundo sabe, no comienza precisamente en el espacio, sino en tierra firme donde se recrea una hipótesis acerca del proceso de la evolución de la raza humana.

Todo lo anterior, conociéndome, no tiene nada que ver con el tema de esta anotación… o sí.

Hace unas semanas publiqué una anotación en la que comentaba que se trataba de la que hacía el número 2.001 de este blog. Coincidió este hecho con la circunstancia de que poco antes, hace justo un mes, el blog experimentó una evolución curiosa.

Desde hacía tiempo, según las estadísticas de Blogger, el número de visitas había ido en ascenso, siendo la fuente de tráfico principal Google; es decir, que la inmensa mayoría de las visitas se debía a resultados de búsqueda en internet, más que a accesos intencionados. De este modo, el número de visitas diarias se había ‘estabilizado’ en unas 300 y las mensuales, por tanto, en unas 9.000.

Sin embargo, desde este pasado 25 de enero, las visitas han ido cayendo significativamente, como se aprecia en el gráfico que ‘capturé’ hace una semana, tendencia que se ha ido acentuando.


Conclusión: como a un Job ‘virtual’, llegaron las visitas, y se fueron las visitas.

Pues vale, ¿no? Este diario intentará seguir,... y ellos se lo pierden, je, je.

Lo que me tiene intrigado es que esto haya sucedido con unas visitas mensuales de 9.000, y coincidiendo con la anotación número 2.001. Menos mal que no me llamo HAL…, creo.

Créditos:
Imagen de la gráfica de visitas a este diario en el periodo 18/01 a 16/02 de 2013.

domingo, 24 de febrero de 2013

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Regalos de entonces… ¿para ahora?

Con cierto retraso, aquí están los regalos recibidos con motivo de las diversas celebraciones habidas estos meses de diciembre y enero pasados.

(Que no sé yo si estar muy tranquilo ante las posibles interpretaciones premonitorias de los libros, pero…)

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

sábado, 23 de febrero de 2013

Los hay que no sólo escriben libros, ¡también los tienen!

Decía Margarite Yourcenar que la mejor manera de conocer a una persona es ver su biblioteca. Y probablemente sea verdad.

Esta semana que entra, y la siguiente, en el Auditorio de la Fundación MAPFRE, en la sede del Paseo de Recoletos, en Madrid, se desarrolla un ciclo de conferencias con el atractivo tema de las bibliotecas personales de los escritores.

Serán seis sesiones, en donde se contará con la presencia de los siguientes escritores: Luis Mateo Díez, Soledad Puértolas, Andrés Trapiello, Clara Janés, Antonio Gamoneda y Javier Marías.

Así pues, ya sabe, quien quiera y pueda, a las 19:30, de martes a jueves, donde he dicho.

Yo, en cambio, me quedaré con las ganas de preguntarle a Luis Mateo Díez las dudas que mostré hace, ya, casi dos años, precisamente sobre su biblioteca.

Créditos:
Imagen del cartel y párrafo inicial, tomados de la reseña del ciclo de conferencias en la página de la Fundación MAPFRE.

Ooooooooh


Con esto, creo que ya está clara la capacidad de contagio del Instituto Nóos en cualquier ámbito de la sociedad, incluyendo el periodístico para titular una noticia.

Nota 1:
Ha afectado, incluso, a la ubicación de la tilde en ‘Nóos’, tilde de la que, por otro lado, no entiendo su presencia.

Nota 2:
En estos momentos, ya está corregida la doble ‘o’, pero no la tilde del subtítulo.

Créditos:
Detalle del pantallazo de la portada de Libertad Digital a las 21:44 de esta noche.

Preparando la escalada

Un modesto joven se dirigía en pleno verano desde Hamburgo, su ciudad natal, a Davos Platz, en el cantón de los Grisones. Iba allí a hacer una visita de tres semanas.
Pero desde Hamburgo hasta aquellas alturas, el viaje es largo.

El pasado día 6, en la sesión del Club de Lectura de Casa del Libro de Valencia, se confirmó que la siguiente obra que se comentaría sería La montaña mágica, de Thomas Mann. Y se comentaron diversos aspectos, a modo de aperitivio.

En primer lugar, claro, se confirmó que “el viaje es largo”: 1.051 páginas hasta el fin del índice en la edición que estoy manejando. Por ello, se marcaron tres etapas, es decir, tres sesiones del Club, que se corresponden con los capítulos 1-3, 4-5 y 6-7. La primera etapa, dentro de diez días, el 5 de marzo.

También se recomendó, ya que estamos en ese mundo, una serie de televisión Los Mann, la cual parece que refleja con bastante fidelidad el ambiente familiar del autor y de su familia.

Entrando ya en materia literaria, por parte de quienes ya habían leído la obra se insistió en varios aspectos de la obra que pueden, tal vez, frenar a quien no esté acostumbrado:
- por un lado, en la narración hay mucho retroceso en el tiempo.
- por otro, la obra es pródiga en la abundancia de detalles.

Cosa ésta última que veo que ya nos advierte el autor:
La contaremos [la historia] en detalle, exacta y mninuciosamente; pues ¿cuándo ha dependido lo amena o lo larga que se nos hiciera una historia del tiempo que requiere contarla? Al contrario, sin temor al reproche de haber sido meticulosos en exceso, nos inclinamos a pensar que sólo es verdaderamente ameno lo que ha sido narrdo con absoluta meticulosidad.

Aun así, la recomendación fue que no hay que quedarse en los detalles, sino captar el ambiente… ambiente mágico, se insistió.

(Eso sí, yendo un poco más a lo ‘prosaico’, sobre los detalles del ambiente, se destacó el correspondiente a los balnearios.)

Una cosa que sí fue objeto de comentario es la traducción. Según parece, La montaña mágica ha sufrido traducciones con resultados muy dispares (de hecho, en la edición que manejo se destaca en portada que se trata de una “nueva traducción”). Ya veremos, pues, qué tal resulta.

Pero el viaje, que durante tanto tiempo transcurre con facilidad y en línea recta, comienza de pronto a complicarse. Hay paradas y contratiempos. En Rorschach, en territorio suizo, se vuelve a tomar el ferrocarril; pero sólo se consigue llegar hasta Landquart, pequeña estación alpina donde hay que cambiar de tren. Es un tren de vía estrecha, que obliga a una espera prolongada a la intemperie, en una comarca bastante desprovista de encantos; y desde el instante en que la máquina, pequeña pero obviamente de una tracción excepcional, se pone en movimiento, comienza la parte realmente arriesgada del viaje, iniciando una subida brusca y ardua que parece no tener fin. Pues Landquart aún se halla situado a una altura relativamente moderada;…

En resumen, hay que cogerlo con cariño, sin agobios.

… aquí comienza el verdadero ascenso a la alta montaña, por un camino pedregoso salvaje y amenazador.

Créditos:
Extractos del inicio del capítulo 1, y de Intenciones del autor, texto a modo de prefacio, según traducción de Isabel García Adanes (de 2005), de La montaña mágica, de Thomas Mann, tomados de la séptima reimpresión (septiembre de 2012) de la primera edición (abril de 2009), realizada por Edhasa como número 233 de su colección Pocket Edhasa.

viernes, 22 de febrero de 2013

Límite, casi 48 horas

El pasado viernes pasé por la zona de librería del centro de Colón de El Corte Inglés, ‘conocidos grandes almacenes’ donde están estos fines de semana con promociones bajo el lema “Límite 48 horas”.

Y bajo el cartel, y casi ese tiempo, es lo que estuvieron esperando los integrantes de la cola para la firma de libros de Blue Jeans (allá al fondo, en la foto, en el cartel azul), organizada por la publicación de su última novela, No sonrías que me enamoro, continuación, para quien esté interesado, de Buenos días, princesa.

Lo que sí me llamó la atención de la cola fue que no había sólo chicas, sino también chicos. Eso sí, más bien parecía que estaban haciendo méritos ante sus amigas acompañándolas, pero era digno de resaltar que allí estuvieran, en vez de ‘esperarlas’ en la sección de videojuegos, por ejemplo.

Créditos:
Fotografía de la cola para la firma de libros, el pasado día 15, del autor.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Un souvenir de recuerdo


Nuevamente gracias a Classic Box, en M80, esta noche he podido oír una canción que no oía desde el pasado siglo. En este caso, ya son un poco más de treinta años (o sea, sí, un clásico), y se trata de las Orchestral Manoeuvres in the Dark, es decir, las Maniobras orquestales en la oscuridad, abreviando, OMD

Signo de los tiempos, ya que no tiempo de signos

El pasado miércoles fue Miércoles de Ceniza, día con el que se inicia la Cuaresma.

Es posible que aún recuerde alguien que la Iglesia Católica establece dicho día como de ayuno y abstinencia, aunque según franjas de edades y situación personal.

También es posible que aún alguien dé alguna importancia a los símbolos y signos como muestra de una creencia y convicción.

Pero todo esto debe de ser algo anticuado, no ya preconciliar, sino incluso tridentino, lo menos, porque en el menú del comedor de un colegio de Valencia podíamos leer que para ese día había... longanizas.


Y eso que el colegio era el de los Padres Agustinos, cuya catolicidad se le supone.

Al menos, no era cordero, como preámbulo de una próxima celebración del Ramadán.

Créditos:
Imagen de detalle del menú de febrero de 2013 del Colegio Santo Tomás de Villanueva, de los Padres Agustinos, de Valencia.

martes, 19 de febrero de 2013

Tintín en la tierra de las oportunidades

A principios de diciembre recibíamos la buena noticia de que Tintín no es racista.

Lo curioso sobre este aspecto del racismo es que sí hay varias aventuras en las que se denuncian actitudes racistas (además, precisamente, de la correspondiente al Congo), pudiéndose señalar una en la que la actitud claramente racista no lo es sólo por parte de unas personas, sino, incluso, de un gobierno,… y nadie, que yo sepa, ha hecho mayores comentarios.


¿Tal vez por tratarse del Gobierno de los Estados Unidos de América?

Créditos:
Viñetas de la aventura Tintín en América, segunda aventura de Tintín, obra de Hergé, tomada de la décimo novena edición, de 2003, realizada por Editorial Juventud.

lunes, 18 de febrero de 2013

Volar con, sin… de cabeza

Hoy ha tenido lugar la primera jornada de huelga convocada en el seno del grupo Iberia, contra la política de ajustes emprendida por la dirección de la empresa, y cuya primera imagen es la presentación de un ERE, noticia que se publicó el pasado martes día 12.

Hace poco más de dos meses publiqué una anotación sobre el tema, señalando cómo resulta difícil, con la prensa española, tener una idea cabal acerca de este tipo de conflictos, ya que, en general, una de las partes sale de partida con el prejuicio de “privilegiada”.  Sigo en mis trece, pues, por ejemplo, cuando una semana después de la anotación se produjo un acuerdo entre los sindicatos y la empresa, en virtud del cual los primeros suspendían las convocatorias de huelga para este pasado mes de enero, mientras la empresa enfocaría la resolución del conflicto a través de un ERE, ese lunes 17 de diciembre, digo, el grupo Libertad Digital daba relevancia en sus noticias a los pilotos, llevando a su noticiario de mediodía a un representante del SEPLA, a pesar de que este sindicato no había participado en el conflicto, pero, claro, no había que perder la oportunidad de decir que cobran mucho.

Por otro lado, resultaba curioso que escasos días después de que Iberia anunciara que dejaba de cubrir ciertas líneas al Caribe por no ser sostenibles, saliera Air Europa diciendo que las quería para ella. Y para más curiosidad, coincidiendo con la noticia de la presentación del ERE la pasada semana, llega Lufthansa y dice que la ruta Madrid-Berlín es muy interesante, motivo por el cual, tal vez, Iberia también decidiera dejarla.

Y encima, hoy, primer día de la huelga, va y resulta que en el famoso aeropuerto de Castellón ¡ya hay un avión!

¿Es o no es para no entender nada?

Créditos:
Fotografía de un avión en aproximación al aeropuerto de Valencia-Manises, junto a la Luna llena, en febrero de 2009, del autor.

Si el caminante es político, sí hay camino

La moral y la política van por caminos apartados uno de otro. Por ello, siempre se juzga un acontecimiento desde campo totalmente distinto según que se le valore desde el punto de vista de la humanidad o desde el del provecho político. Moralmente, la ejecución de María Estuardo sigue siendo un hecho en absoluto indisculpable: contra todo el derecho entre los pueblos en plena paz, se había aprisionado a la reina del país vecino; en secreto se le habían tendido lazos, y del modo más pérfido se le habían atado las manos. Pero tampoco se puede negar que, desde el punto de vista de la política de Estado, la eliminación de María Estuardo era una recta determinación para Inglaterra. Pues, en la política –¡por desgracia!–, cuando se toma una medida no decide el derecho, sino su éxito. Y con la ejecución de María Estuardo, el éxito, en sentido político, aprueba posteriormente el asesinato, pues les proporciona a Inglaterra y a su reina no inquietud, sino calma. Cecil y Walsingham apreciaron rectamente la positiva situación de las fuerzas. Supieron que los Estados extranjeros son débiles, en todo tiempo, ante un gobierno realmente fuerte y que contemplan con cobardía sus actos de violencia y hasta sus crímenes. Calculaban rectamente al pensar que el mundo no se dejaría poner en conmoción por este suplicio, y, en efecto, los toques de clarín de venganza de Francia y Escocia quedaron helados de repente. Enrique III no rompe en modo alguno sus relaciones diplomáticas con Inglaterra, según había amenazado, y mucho menos ahora que antes, cuando se trataba de salvar la vida de María Estuardo, envía ni un único soldado al otro lado del Canal para vengar su muerte. En todo caso, hace decir en Notre-Dame una bella misa de difuntos y los poetas escriben algunas estrofas elegíacas; pero con ello queda despachado, para Francia, el asunto de María Estuardo y cae en el olvido. En el Parlamento escocés se hace un poco de ruido; Jacobo VI [hijo de María Estuardo] se pone trajes de luto, pero pronto vuelve a cabalgar placenteramente en los caballos regalados por Isabel, acompañado de los perros bracos obsequio de la misma Isabel, y se va de caza y continúa siendo el vecino más cómodo que jamás haya conocido Inglaterra. Sólo Felipe el Lento de España se despierta ahora y prepara la Armada. Pero se encuentra solo y contra él se alza la buena suerte de Isabel que corresponde a su grandeza, como en todos los soberanos ricos en gloria. Antes aún de que estalle la batalla, la Armada es destrozada por la tempestad, y con ello se abate el ataque, largo tiempo planeado, de la Contrarreforma. Isabel ha triunfado de un modo definitivo, e Inglaterra, con la muerte de María Estuardo, hace frente a sus más extremos peligros. Los tiempos de la defensiva han pasado; ahora, su escuadra llega a ser poderosa para poder atacar, a través del océano, en todas las partes de la Tierra, y tan magnífica que puede ligarlas en un Imperio Unido. La riqueza crece, un nuevo arte florece en los últimos años de la vida de Isabel. Nunca fue más admirada la reina, nunca más amada ni venerada que después de esta malísima acción suya. Siempre sobre las piedras angulares de la dureza y de la injusticia son edificados los grandes Estados; siempre sus cimientos tienen sangre como argamasa; injusticia, en la política, sólo las cometen los vencidos, y la Historia pasa sobre ellos con paso de bronce.

El 8 de febrero de 1587 era ejecutada María Estuardo… en Inglaterra; en España, ya con la reforma del calendario gregoriano, era 18 de febrero.

Con independencia de las fechas formales, lo que nos muestra Stefan Zweig es que “los Estados extranjeros son débiles, en todo tiempo, ante un gobierno realmente fuerte y que contemplan con cobardía sus actos de violencia y hasta sus crímenes”, y lamentablemente, la Historia no ha dejado de confirmar esta afirmación, no ya desde 1587, sino, más aún, desde 1934, año en que fue escrita.

¿Y qué decir de la frase de inicio del párrafo: “La moral y la política van por caminos apartados uno de otro”?

Pues que no hace falta decir más.

Créditos:
Extracto del capítulo Sainete (1587-1603) de la obra María Estuardo, de Stefan Zweig, según traducción de Ramón Mª Tenreiro, tomado de la séptima edición, de 2008, realizada por Editorial Juventud en su colección Libros de Bolsillo Z (pp. 348-349).

No juzguéis…

ÁNGEL: Tú, Pedro de Morone, fuiste el solo Vicario de Cristo que renunció a su elevado y santo oficio. Dijeron, algunos, que por vileza; otros, que por el peso de la mucha vejez; hasta se dijo que habías traicionado al Espíritu Santo y a todos aquellos que te habían saludado como al esperado «papa angélico». Habla, pues, y haz enmudecer a tus acusadores.
CELESTINO V: Puesto que Nuestro Señor me concede la gracia admirable de hablar por última vez de nuestras vicisitudes terrenas, después de tantos siglos de silencio, diré para comenzar que ningún mortal ha comprendido o adivinado las verdaderas razones de mi renuncia al pontificado Y por esto perdoné de corazón desde aquellos días, a todos mis denigradores, porque en verdad, quisieron juzgar antes de oír y oír no podían, ignorando el secreto que no quise confiar a ningún viviente.
No renuncié a la tiara por vileza. Cuando fui elegido a la cátedra de San Pedro contaba más de ochenta años y no podía temer ni la prisión ni la muerte. La prisión no, porque estaba avezado a la vida cenobítica y a la eremítica, que son poco distintas de la cárcel, y a entrambas las amaba. La muerte tampoco, porque estaba ya próxima, o más bien, inminente, por el término natural asignado al hombre y habiendo vivido siempre alejado del pecado, y en presencia de Dios, no sólo no me inspiraba terror, sino que era deseado por mí como liberación y premio.
Por otra parte, la vejez, aunque grave, no me hubiera quitado de cumplir mi oficio si, como pensaba, hubiera sido entera y solamente espiritual.
Dios envía las fuerzas necesarias a los que escoge y protege. Y es necio el que habla de una traición al Espíritu Santo, que me había designado como Vicario del Redentor. Porque renuncié precisamente para permanecer fiel al Espíritu Santo y a mi íntima vocación.
Había vivido casi siempre en soledad, desde la adolescencia, entre la altura de las montañas y el pensamiento, la mirada, la presencia de Dios. Cuando fui arrancado de mi eremitorio para convertirme en Papa creí sinceramente que mi misión  sería la misma que Cristo había enseñado a sus Apóstoles, la de convertir, enseñar y consolar a las almas. No fue pequeño mi estupor cuando me encontré con el laberinto y la hediondez de la Curia pontificia.
Cristo había dicho a Pedro: Apacienta a mis corderos. Yo me encontré, por el contrario, en medio de una turba de lobos rapaces, de zorros maliciosos, de leones amenazadores, de ovejas enfierecidas, de urracas mentirosas y vanas. Comprendí, al instante, que un Papa tenía por fuerza que obrar con destreza entre las fuerzas de los poderosos, la estulticia de los pueblos, la discordia de los próximos y la astucia de los consejeros y ejecutores.
(…)
Se dirá que hubiera debido reformar todo, cambiar todo, volver todo a la pobreza evangélica anhelada por los Espirituales. Esto también podía pensarlo yo mientras fui Pedro Morone, pero ya no lo pensé cuando fui Celestino V. La multiplicación de los cristianos en todas las tierras del mundo ha hecho que la Iglesia se convirtiese en una inmensa sociedad humana obligada a vivir y a moverse en medio de aquellas sociedades humanas que son los partidos, las ciudades, las repúblicas, los imperios. Esta sociedad, como todas las demás, es gobernada, y quien dice gobierno dice ley, disciplina, administración, dinero, cargos, oficios., nombramientos, relaciones con otros Gobiernos y, por consecuencia, rivalidades, concesiones, choques, guerras de palabras o de hierro, intereses creados, tentaciones y corrupciones. Son males, pero necesariamente ligados a la existencia de toda reunión de hombres, de toda iglesia, aunque sea la Iglesia fundada por Cristo. Abolir la gran máquina que mueve y rige la actividad temporal de la Iglesia no podía ni quería, pues hubiese sido daño gravísimo para todos los fieles y para sus pastores. El alma de la Iglesia es el Espíritu Santo, pero su cuerpo está formado de hombres y los hombres tienen necesidad de ser administrados y gobernados. Por otra parte, yo era un hombre de oración y no de gobierno, era un meditador y no un legista, un contemplativo y no un soberano. No era justo ni posible destruir la Curia, pero no era honesto ni posible, por mi parte, continuar siendo cabeza de ella.
No renuncié, pues, al Pontificado por las intromisiones del rey Carlos o por las malas artes del cardenal Caetani, sino por mi clara voluntad, inspirada por motivos puramente espirituales. Admiro y compadezco a los que por amor a la Iglesia se encargan de gobernar en medio de tantos obstáculos, sacrificios y compromisos, pero no podía traicionar mi pasado y mi sueño. Yo, asceta, orante y predicador, no podía hacerme, no quería hacerme el príncipe de una gran empresa política. Renunciar después de sólo cinco meses, al elevadísimo honor del Papado, el más glorioso que pudiera darse, entonces, a un hijo de mujer, no fue, en verdad, vileza, sino valor; no señal de temor, sino de honrada fortaleza. Si el Altísimo en su sabiduría inescrutable me juzgase culpable, desde ahora apelo a su justicia y a su misericordia.

Hace una semana empezó a hablarse de nuevo de Celestino V (San Pedro Celestino), a quien teníamos todos muy olvidado, por no decir, completamente ignorado.

Quien quiera, puede establecer paralelismos, pero conviene que sepa que, siguiendo a Euclides, no conseguirá llegar a ningún punto concreto (bueno, allá en el infinito, es decir, nunca); y siendo no euclidiano, el que no se llegue a ningún punto, tampoco quiere decir que haya paralelismos.

Créditos:
Extracto del momento dedicado a Celestino V, tomado de la obra Juicio Universal, de Giovanni Papini, según traducción de Isidoro Martín, en la primera edición, de junio de 1981, realizada por Plaza&Janés en su colección Varia (pp.209-212).

sábado, 16 de febrero de 2013

Crónicas de una ida, de una vuelta y de una vuelta a ir

«¿Ciencia ficción?»

No deja de ser interesante que lo primero que se plantee en un Club de Literatura Fantástica y de Ciencia-Ficción en relación con Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, sea la duda sobre si efectivamente se trata de una obra de ciencia-ficción.

«Propiamente, crítica sociológica; en Marte, para tener perspectiva.»

Y ya, tras este nuevo enfoque, quedó abierto el turno para “tener perspectiva” sobre:
- la soledad
- la sociedad: blancos y negros, hombres y mujeres,…
- ¿es un riesgo demasiada tecnología para como somos?
- el equilibrio entre las características de la civilización y las características humanas.

Así, la duda ya no era plantear la disyuntiva sobre si Crónicas marcianas es más fantasía o más ciencia-ficción, sino si la obra es, en realidad, una distopía.

Naturalmente, la pregunta se quedó encima de la mesa (donde había estado la merienda), pasándose a alabar la obra literaria como tal, en particular, destacando lo inquietante del capítulo del fantasma marciano. Y es que “a veces, se disfruta que no te expliquen todo al detalle”.

En resumen, que Crónicas marcianasestá muy bien escrito”.

Este pasado 28 de noviembre tuvo lugar en Casa del Libro, en el Paseo de Ruzafa de Valencia, una sesión del Club de Literatura Fantástica y de Ciencia-Ficción sobre Crónicas marcianas, donde se comentaron lo arriba transcrito, y más cosas que no llegué a anotar.

Lo que sí que quedó claro de la obra fue su especial interés debido a cómo muestra el ciclo vital de la Humanidad, tanto mediante una circunstancia anecdótica (¿?), como es que el último relato del libro, y también el último que se sitúa en el orden cronológico de lo narrado, sea el primero realmente publicado; como mediante los flujos migratorios que se describen, cerrándose un círculo… para volverlo a abrir justo al final.

Así pues, hace 80 días pudimos dar una vuelta a Marte, a la Tierra, y de nuevo a Marte. Y nos quedamos con ganas de ser un poco más marcianos.

Créditos:
Fotografía del Hemisfèric, de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, iluminado en rojo ‘marciano’ con motivo de no sé qué, en la noche, precisamente, del 28 de noviembre de 2012, del autor.

viernes, 15 de febrero de 2013

La estrella… ¿sin misterio?


Hace un año, unos astrónomos del observatorio español en La Sagra detectaron la existencia de un asteroide (que ha acabado llamándose 2012 DA14) cuya trayectoria tardó un poco en ser suficientemente calculada para ofrecer dos resultados y una conclusión importantes:
- el primer resultado, que el día fatídico sería el 15 de febrero de 2013, o sea, este mismo viernes.
- el segundo, que el asteroide pasaría a algo menos de 30.000 km de distancia de la Tierra.
- y la conclusión, que no habría impacto.

Como bien dice Tintín al profesor Hipólito Calys, aceptando lo que se concluía de sus cálculos, “su palabra me basta”. Así, confiamos en las respuestas ofrecidas por la NASA, y en que el video de Analytical Graphics Inc. (AGI) también acierte.

Y de este modo, a quienes les hace ilusión el fin del mundo, poder decir, junto con Tintín: “Otra vez será”.

Porque si no…

Créditos:
Viñetas de La estrella misteriosa, aventura de Tintín, obra de Hergé en 1946, tomadas de la vigésimo tercera edición, de 2003, realizada por Editorial Juventud.

De puente… nada corriente

El tema de eliminar los puentes parece que está siendo llevado drásticamente: hace una semana, el viaducto de la A-3 sobre el embalse o pantano de Contreras, sentido Madrid-Valencia, quedaba cerrado al tráfico “por unas semanas”.

A lo que parece, parte de la celosía metálica presentaba un deterioro significativo, y ha habido que retirarla, para sustituirla por una nueva.

Naturalmente, la faena para los transportistas por carretera es menuda, olvidada ya la época (incluso, muchos ni siquiera la habrán conocido), de ir por la N-III coronando la cresta de la presa de Contreras (lo cual, todo hay que decirlo, ya era un avance sideral en relación con el antiguo puerto de Contreras, cuando había que bajar hasta abajo, casi al lecho del río Cabriel, a pie de la presa, intentando no llevar la cuenta de las curvas que llevabas… para no salirte en una de ellas, atravesando la valla casi de gallinero que, sujetada en unos postes pintados entonces de rojo y blanco, hacía como que protegía la carretera). Y claro, ya hay quien quiere reclamar.

Y, aunque de momento no parece que se esté hablando con todos los implicados, sí parece que están en ello (en lo de la reparación, digo).

No diré que no lo entiendo, porque lo mismo se me calientan los cascos, y luego todo se sabe.

Créditos:
Fotografías del cruce de la autovía A-3 sobre el pantano de Contreras (tramo con estructura en hormigón y tramo con celosía metálica, con la presa al fondo, en ambos casos), tomadas desde el AVE Valencia-Madrid, en octubre de 2011, del autor.

¿Excéntrico?

Como propietario del Moratorio de los Amados Hermanos, Herbert Schoenheit von Vogelsang llegaba al trabajo, naturalmente, antes que sus empleados.

Créditos:
Extracto del Capítulo 1 de Ubik, obra de Philip K. Dick, según traducción de Manuel Espín, tomado de la edición realizada por Minotauro, en su colección Clásicos Minotauro, en septiembre de 2011 (pág. 11).

jueves, 14 de febrero de 2013

El Este también existe

Uno de los hechos preponderantes que ha de atribuirse a a influencia de Bizancio, fue la conversión de los Eslavos y de los pueblos que a ellos cabía asimilar, hecho que fue aún más considerable, porque coincidió con la salida de aquellas razas de su bárbara nebulosa original y con su entrada en la civilización. (…) En el último tercio del siglo IX había tres Estados Eslavos importantes: Bulgaria, rival de Bizancio; Moravia, a la que la invasión Húngara comenzaba a escindir en dos grupos, el de Bohemia y el de Yugoslavia; y en fin, y sobre todo, Rusia, que había de crecer considerablemente. (…)
El primer país eslavo ganado para Cristo fue Moravia, la tierra de las actuales Bohemia y Eslovaquia, que, al comienzo del siglo IX, estaba en pleno desarrollo. Algunos comerciantes griegos y venecianos, y también algunos misioneros francos, venidos de Ratisbona o de Passau, habían llevado allí la semilla evangélica. (…) En 846 subió al trono de Bohemia, Ratislav, apoyado por Luis el Germánico, que esperaba controlar por ese medio aquel peligroso Estado vecino. Mas apenas entronizado, el joven príncipe no tuvo más que una idea: liberarse del Imperio de los Germanos. Como él mismo estaba bautizado, juzgó, muy sabiamente, que la manera como se convirtiera su pueblo tendría gran importancia en cuanto a su política. Se dirigió primero a Roma para que le enviaran misioneros italianos que hablaran el eslavo, lengua de los suyos; y no se pudo complacerle. Entonces se volvió hacia Bizancio. Una embajada morava llegó así en 862, al palacio del Basileus, que lo era el lastimoso Miguel III, junto al cual, afortunadamente, se hallaba el inteligentísimo patriarca Focio. (…)
Fueron encargados de llevar el Evangelio a Moravia dos hombres, dos hermanos, Constantino (que tomó el nombre de Cirilo) y Metodio, el primero de los cuales, sobre todo, era muy inteligente. Nacidos en Tesalónica, donde los Eslavos eran numerosos, los dos hablaban corrientemente su lengua. Constantino todavía joven, había revelado ya sus singulares dotes cumpliendo una delicada misión semidiplomática, semirreligiosa, cerca de los Kasares del bajo Volga y del Dnieper. Visiblemente bendecido por Dios, había tenido también la suerte insigne de encontrar, a su paso por Jerson, los restos del gran Papa San Clemente que murió en el destierro. Mostró sus eminentes cualidades en el cuidado que puso en preparar su campaña de evangelización. Como los Moravos no tenían alfabeto propio para transcribir su lengua, Cirilo les creó uno, combinando el alfabeto glagolítico, antepasado del alfabeto ruso: y con aquella nueva grafía preparó la traducción de los principales elementos de la liturgia para que le entendiesen aquellos a quienes había de dirigirse.
Los dos hermanos llegaron a Moravia en 863 y su tarea allí no fue fácil. Los misioneros latinos, es decir germánicos, no estaban dispuestos a facilitársela, y como los carolingios de Alemania no cesaban de intervenir a viva fuerza en el país, las sacudidas de sus intervenciones eran peligrosas para Cirilo y Metodio. A pesar de todo, y gracias a su conocimiento de la lengua, realizaron rápidos progresos: y las masas populares empezaron a hacerse bautizar. En el acto, los Occidentales se inquietaron; el uso litúrgico del eslavo les pareció, por otra parte, blasfemo y denunciaron al Papa a sus competidores como peligrosos herejes. En 868, cuando los dos hermanos esperaban en Venecia un barco para llevar a Bizancio a algunos de sus discípulos que debían ser ordenados, pues ellos mismos no eran obispos, recibieron del Papa Nicolás la indicación de que acudieran a dar explicaciones. Mas, como llegaron a la Ciudad Eterna llevando entre sus bagajes el más hermoso regalo que pudiera hacerse a un Papa, las reliquias de San Clemente, se arregló todo. Adriano II les autorizó para celebrar la Misa en eslavo. Y cuando Metodio regresó solo, por haber muerto santamente Constantino en Roma, lo hizo con el título de arzobispo y con autoridad sobre una inmensa diócesis, que abarcaba toda Checoslovaquia y casi toda la actual Yugoslavia.
Los últimos años de Metodio no fueron, sin embargo, muy tranquilos. Fue criticado de nuevo violentamente por los prelados alemanes, que incluso lo detuvieron e hicieron azotar con varas, y no cesaron de denunciarlo a Roma como hereje; se vio medio desautorizado por el Papa Juan VIII, quien, mal informado, le ordenó que no utilizase el eslavo más que en sermones y no en la liturgia; pero el animoso misionero supo resistir. Cuando murió, en 884, toda Moravia era cristiana. (…) Si Bohemia, posteriormente, hubo de desempeñar un papel de bastión cristiano en Europa Central, hay que reconocer que el mérito corresponde a Cirilo y a Metodio, los dos Santos bizantinos.

El 14 de febrero, como apenas nadie sabe, se celebra la festividad de los Santos Cirilo y Metodio, declarados por el Papa Beato Juan Pablo II como copatronos de Europa. Y es que leyendo textos como éste, se nos muestra (y demuestra) que Europa es mucho más que el extremo occidental en el que nos encontramos. Y que si ya se ha conseguido que ignoremos mucha de la Historia de Europa Occidental, es inmensa la ignorancia que tenemos en relación con la Historia de Europa Oriental.

Con un poco de suerte, a alguien le sonará lo del ‘alfabeto cirílico’, aunque desconozca su origen misionero, y con algo más de suerte, otro alguien vinculará el nombre de ‘Cirilo’ a Europa oriental gracias a la película Las sandalias del pescador.

Película que, más que la novela de Morris West (cuyas concordancias ignoro, pues no tengo ni una ni otra), volverá de nuevo a ponerse de moda como cada vez que se celebra un Cónclave. Aunque, como siempre, los haya que sigan, viéndolo desde una óptica estrictamente humana e incluso empresarial, sin aprender nada sobre el particular.

Créditos:
Extracto del apartado La conversión de los Eslavos, del capítulo IX Bizancio resurge, pero se separa de Roma, en el Tomo III La Iglesia de los tiempos bárbaros, de la obra de Daniel Rops, Historia de la Iglesia de Cristo, tomado de la edición especial realizada para Círculo de Amigos de la Historia, en 1970 (pp. 338-340).

Seguir oyendo… en el silencio

Cómo empieza una música, cómo termina: es la misma pregunta decisiva que uno se hace acerca de una pieza literaria, igual un poema de unos pocos versos que una novela de mil o dos mil páginas. El comienzo no es solo el principio de algo sino el tránsito del espacio en blanco a las palabras, del silencio al sonido, un principio del mundo; el final es el tránsito a la extinción, y además nunca es un final, no al menos en una gran obra, de música o de literatura: termina el relato, pero la historia no dicha continúa; se acaba la música, pero queda la resonancia, su apagamiento gradual. Recién terminada la lectura, la actitud instintiva es la de quedarse parado, no emprender de momento ninguna otra cosa. Cuando termina la música, estaría bien que no sonaran tan pronto los aplausos, que quedara un espacio de silencio: me gusta cuando después de la última nota el director tarda en bajar la batuta o la mano, y el tiempo queda suspendido en el silencio.

Créditos:
Párrafo inicial del artículo Mundos paralelos, de Antonio Muñoz Molina, publicado en el número 148, de febrero de 2013, de la revista literaria Mercurio, dedicado a Música y literatura.
Fotografía de Director de orquesta, escultura de Lucas Carrión Vázquez, Karrvaz, existente en el Tramo XIV del Jardín del Turia, enfrente del Palau de les Artes, en Valencia, de febrero de 2013, del autor.

miércoles, 13 de febrero de 2013

De Profecías y Buenas Nuevas

Y percibí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré?, ¿y quién irá de parte nuestra?»
Dije: «Heme aquí, envíame.»

Hace casi ocho años, el Cardenal Joseph Ratzinger así respondió ante el resultado del Cónclave convocado tras el fallecimiento del Papa Juan Pablo II, pasando a ser, con el nombre de Benedicto XVI, Sumo Pontífice y Primado de la Iglesia Católica.

Este texto del profeta Isaías formaba parte de la Primera Lectura para este pasado domingo, día 10, V del Tiempo Ordinario, y último antes del inicio de la Cuaresma, tiempo de meditación y preparación para la Pascua de Resurrección.

Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.» Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse.

También este texto del Evangelio de San Lucas formaba parte de las lecturas de este pasado domingo.

No hace falta recordar que este mismo Simón es a quien Jesucrito dice, conforme recoge San Mateo, lo siguiente:
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.

Puede verse cómo la primera aparición de Simón Pedro en el Evangelio es tras haber “estado bregando toda la noche”, por lo que caber suponerle cansado. Aun así, se pone a disposición de Jesucristo, primero alejando un poco la barca de la orilla para que desde ella Jesucristo pudiera enseñar mejor a la muchedumbre, y luego cuando, “por tu palabra”, se pone de nuevo a trabajar, echando las redes. Y es la pesca “de modo que las redes amenazaban romperse”.

Sigue el Evangelio de San Lucas diciéndonos que:
Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y se llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Lo que leemos en el Evangelio, por tanto, es que Simón Pedro, cansado y todo, consigue, siguiendo las indicaciones de Jesucristo, una pesca milagrosa. Pero, a su cansancio, se añade que “las redes amenazaban romperse”. Y tuvo que pedir ayuda.

El escrito con cuya lectura anunció este lunes, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, Su Santidad Benedicto XVI la renuncia al Pontificado tenía fecha de este V Domingo del Tiempo Ordinario.

Ante lo que uno se plantea:
¿Cuál es la tarea, cuál es la “gran cantidad de peces”, que la Barca de San Pedro tiene ante sí, que supone tal riesgo de que se rompan las redes, que incluso el titular de la Barca, habiendo dicho “Envíame”, se ve cansado y sin fuerzas para poder llevarla adelante, y, humildemente, ha pedido ayuda a “los compañeros de la otra barca”?

En todo caso, Dios, en su Divina Providencia, ante la que no existen casualidades ni coincidencias, inspirará mediante el Espíritu Santo la elección de un responsable de la Barca, ante cuya travesía, ahora, sólo podemos rogar que sea grata a los ojos de Dios.

Y ayudar para que así sea.

Créditos:
Extractos del Libro de Isaías (6, 8), del Evangelio según San Lucas (5, 5-6 y 7), y del Evangelio según San Mateo (16, 18-19), tomados de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.

lunes, 11 de febrero de 2013

Sede vacante

Según parece, S.S. Benedicto XVI ha decidido presentar su renuncia con efectos del próximo día 28 de febrero.

Y hasta aquí puedo decir, de momento.

viernes, 8 de febrero de 2013

Como gustéis... espero

En el drama griego, a la fosca tragedia, lentamente desenvuelta, sucede siempre una breve y descarada pieza satírica; un epílogo de tal especie no falta tampoco en el drama de María Estuardo. En la mañana del 8 de febrero [de 1587] rodó su cabeza; a la mañana siguiente, ya todo Londres tiene conocimiento de la ejecución. Una alegría ilimitada acoge la noticia en la ciudad y en todo el país. Y si el oído de la soberana, en general tan fino, no se hubiera embotado y ensordecido súbitamente, tendría ahora, en realidad, Isabel que informarse acerca de qué festividad fuera del calendario celebran sus súbditos de modo tan estrepitoso. Pero sabiamente se guarda muy bien de preguntar; en forma cada vez más densa, se envuelve en el encantado manto de su falta de barruntos. Oficialmente quiere ser informada, o más bien «sorprendida», con la noticia de la decapitación de su rival.
El turbio encargo de notificar la ejecución de su dear sister, de su querida hermana, a la en apariencia desconocedora de ello correspóndele a Cecil. No lo realiza con alegre ánimo. Desde hace veinte años han caído sobre el experto consejero diferentes tormentas en ocasiones análogas, en las cuales era auténtica una moderada cólera y ficción política lo demás; también esta vez, aquel hombre tranquilo y serio se pertrecha internamente de una especial resignación antes de penetrar en la sala de recibo de su soberana para darle a conocer oficialmente la consumada ejecución. Pero la impetuosa escena que ahora se produce carece de precedentes. ¿Cómo? ¿Se han atrevido, sin saberlo ella, sin su expresa orden, a decapitar a María Estuardo? ¡Imposible! Jamás habría llegado ella a adoptar una medida tan cruel mientras un enemigo extranjero no hubiera pisado el suelo de Inglaterra. Sus consejeros le han engañado, le han traicionado, han procedido con ella como belitres. (…)
Ahora bien, ni un solo momento habían dudado Cecil y sus amigos de que Isabel se desembarazaría públicamente de la illegal action de Estado calificándola de un «error de autoridades subalternas». En la conciencia de su deseada desobediencia se habían asociado para apartar a la reina el «peso» de la responsabilidad, tomándola sobre sí conjuntamente. Pero habían pensado que Isabel sólo ante el mundo se serviría de este efugio y que, sub rosa, en la sala de las audiencias privadas, hasta les daría gracias por la pronta remoción de su rival. No obstante, hasta tal punto había preparado íntimamente Isabel su fingida cólera, que, sin su voluntad, o por lo menos más allá de su voluntad, se convirtió en auténtica. (…) Sobre el desgraciado Davison, derrámase, abrasadora, toda la copa del furor regio. Es destinado a ser el chivo expiatorio, el objeto que demuestre la inocencia de Isabel. (…) Naturalmente los mismos consejeros de Estado que se habían juramentado para compartir fraternamente entre sí la responsabilidad dejaron bochornosamente abandonado a su camarada; únicamente corrieron para salvar de esta tormenta regia sus propios puestos de ministros y sus prebendas. Davison , que no tiene otro testigo del encargo de Isabel que las mudas paredes, es condenado a una multa de diez mil libras, suma que jamás podrá pagar, y es metido en la cárcel; cierto que más tarde le arrojan en secreto el dinero de una pensión; pero nunca más le es permitido volver a aparecer en la Corte en vida de Isabel; su carrera está destrozada; su vida, definitivamente, vacía. Siempre es peligroso para los cortesanos el no comprender los secretos deseos de sus amos. Pero a veces aún llega a ser más fatal el haberlos comprendido demasiado bien.

Créditos:
Extracto del capítulo Sainete (1587-1603) de la obra María Estuardo, de Stefan Zweig, según traducción de Ramón Mª Tenreiro, tomado de la séptima edición, de 2008, realizada por Editorial Juventud en su colección Libros de Bolsillo Z (pp. 344-346).

jueves, 7 de febrero de 2013

Febrerillo loco

Al margen del viento, que ha vuelto aunque nadie se lo ha pedido, ¿nevar?

Pues va a ser que no.


Créditos:
Fotografía de un reloj/termómetro en Valencia, esta tarde, del autor.

Un buen dibujo… es para grabarlo

La inédita y cuidada colección de estampas reunida por Mariano Moret se compone por más de un centenar de piezas de los siglos XV, XVI y XVII. Estas obras en papel, fruto resultante del arte del grabado, muestran la influencia ejercida por dos de los maestros más importantes en la historia de este arte, Durero y Lucas van Leyden, en el grabado centroeuropeo coetáneo y posterior. Todas las estampas proceden de grabados en hueco sobre metal, en su mayoría abiertos a buril sobre cobre, y salvo contadas excepciones fueron realizados por artistas pertenecientes al ámbito alemán o al flamenco-holandés. Obras de temas variados cuyo recorrido e interpretación otorgan interés y atractivo a la muestra y crean pequeños hilos conductores en el discurso expositivo. La violencia, la espiritualidad, el mito, lo popular, el amor, la pasión,… curiosidades iconográficas y mensajes velados a través de las historias de los dioses y de los hombres.

A finales de diciembre pude visitar una muestra de grabados de artistas que aprendieron de Durero y van Leyden (muestra que aún sigue, hasta el próximo 17 de febrero). Resulta interesante y curiosa, tanto por la precisión y detalles de los dibujos, como por las temáticas de éstos.

Lo que no recuerdo es que se distinguiera entre el artista del dibujo y el grabador propiamente dicho, por lo que ahora tengo la duda de si, en general, entonces, ambas funciones las hacía el mismo artista.

Los pequeños maestros alemanes. Desde mediados del siglo XVII se denomina así, Kleinmeister, a un grupo de grabadores alemanes que hicieron láminas reducidas, incluso diminutas, de técnica refinada y detalles precisos. Pertenecen a la generación inmediatamente posterior a Durero, al que trataron de imitar y del que tanto aprendieron. Existe la hipótesis de que, ante su maestría técnica y originalidad iconográfica, sus contemporáneos y sucesores, en especial los de Núremberg, sólo pudieron conseguir una clientela y protagonismo a través de estos grabados pequeños, casi siempre en metal, con representaciones de temas variados, asuntos mitológicos, de género y hasta eróticos, que fueron objetos codiciados por gobernantes y acaudalados, y causaron algunos problemas legales a sus autores.

Desde luego, lo de “reducidas, incluso diminutas” es cierto, y el cartel que hay en la entrada bien que avisa de ello.

Y con lupa o sin ella, es una oportunidad de abrir boca para la exposición de Durero en la Biblioteca Nacional, en Madrid, que, precisamente hoy, ha abierto sus puertas.

Créditos:
Portada y extractos del texto de Felipe Jerez Moliner y Nuria Blaya Estrada (comisarios de la muestra), tomados del folleto de la muestra Gravats mestres. L’empremta d’Albrecht Dürer i Lucas van Leyden en la col·lecció Mariano Moret, expuesta en el edificio de la antigua Universidad Literaria, ahora Centre Cultural La Nau, en Valencia.
Imagen del grabado representando Lucha entre Hércules y Anteo, de Heinrich Aldegrever, tomado del referido folleto (hay que señalar que en el folleto, además de no indicar la autoría, la imagen no está completa, faltando un poco de los laterales superiores, derecho e inferior, lateral éste donde figura, precisamente, la firma).
Fotografía del cartel referido, en diciembre de 2012, del autor.