sábado, 27 de julio de 2013

A medias hasta en el asta

Esta mañana he podido ver, también, banderas a media asta como señal de duelo y luto por los fallecidos en el accidente de tren del pasado miércoles en Santiago de Compostela.


Aunque…, bueno…, ya sabemos que la justicia necesita su tiempo para reaccionar.

Créditos:
Fotografías de la bandera de España a media asta en la antes llamada Capitanía General, y de la troika de banderas en el Palacio de Justicia, en Valencia, esta mañana, del autor.

viernes, 26 de julio de 2013

Congratulations

El pasado fin de semana me llamó la atención descubrir, nuevamente, una buena costumbre mariana: la lectura, impulsada, según la tradición, no sólo española, por su madre, Santa Ana.

Felicitémosnos por este ejemplo, y, at last but not the least, también a quienes Ana se llaman.

Créditos:
Fotografía de la imagen de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen (St. Anne teaching the Virgin to read), de principios del siglo XVI, en el exterior de la Capilla de San Jorge, en la Catedral de Exeter (Devon-Inglaterra), de julio de 2013, del autor.

jueves, 18 de julio de 2013

A la escucha, pero menos (aunque sean más)

A principio de mes se hicieron públicos los resultados del EGM, el segundo de este año, y tercero de la temporada 2012-13. Hay cifras para todos los gustos y franjas horarias, y conclusiones diversas que para eso están las malas matemáticas, es decir, las estadísticas apresuradas.

La principal diferencia respecto de las olas anteriores no ha sido la desaparición de ABC Punto Radio y su absorción por COPE (con una curiosa repercusión sobre la que no puedo opinar pues apenas he oído ABC Punto Radio), sino lo que se aprecia en mi ya clásico EGM particular.


Si en vez de comparar con el muestreo inmediatamente anterior, lo hacemos con el de hace un año, podemos ver que ((esRadio no sólo mantiene el tipo (está presente en dos ocasiones, y hace un año en tres), sino que dado el importante descenso en el volumen de la muestra (lo de las estadísticas que he comentado), la cadena se encuentra en máximos históricos (un 16,66% de la muestra).

Es para felicitarlos (además de por la onomástica del jefe), aunque por esas cosas del periodismo no admitan comentarios en la noticia.

miércoles, 17 de julio de 2013

Saltaron las noticias

Ayer, en un mismo día, se nos informó de dos noticias relativas a Australia.

Una, la llegada allí de un grupo de personas.

La otra, el descubrimiento de un nuevo idioma.

Y eso… no puede ser mera coincidencia.

Créditos:
Fotografía de un imán de nevera detalle familiar de un viaje anterior, del autor (la fotografía, no el viaje).

El bloguero no tiene quien le escriba

Don Alonso rey de Castilla, despedidos los dos reyes [el de Aragón y el de Navarra] entró en Toledo á manera de triunfador con grande aplauso, aclamaciones y regocijos de los ciudadanos y del pueblo. Lo primero que hizo fue dar gracias á Dios por la merced recebida: después se mandó y estableció que para siempre se renovase la memoria de aquella victoria: y se celebrase por toda España á diez y seis de julio; en Toledo mas en particular sacan aquel dia las banderas de los moros, y con toda muestra de alegría festejan aquella solemnidad, ca se ordenó que fuese de guardar aquella fiesta con nombre del triunfo de la Santa Cruz.

Ayer se cumplió un nuevo aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa.

Sin embargo, como se puede observar, la renovación de su memoria “para siempre” no ha alcanzado, ni siquiera, los ocho siglos.

¡Ah! Y la carta sigue sin respuesta.

Créditos:
Extracto del capítulo XXV Del fin desta guerra, del Libro Undécimo, de la obra del Padre Mariana Historia general de España, en la edición publicada por la Imprenta y Librería de Gaspar y Roig (en Madrid, calle del Príncipe, 4), en el año de Nuestro Señor de 1852, de la biblioteca del autor (Tomo 1 - pág. 359).
Ilustración de las Banderas que se encontraron en la batalla de las Navas, de autoría sin acreditar, tomada de la misma obra (pág. 360).

domingo, 14 de julio de 2013

Para revolucionarse rápidamente

Siguiendo con las novedades en casa, traigo ahora una nueva cadena musical de hace un par de semanas, que sustituye a una anterior cuyo defecto es que el enganche de la tapita del lector de CD’s está roto, y por ello, no pueden oírse.

La nueva lo tiene en formato bandeja, podríamos decir, y de momento, así como la radio, en esta ocasión, digital y con memorias, funciona.

La novedad de hoy es que he estrenado el plato, u tocadiscos.


Y me he encontrado que para ponerlo en marcha, en el manual de instrucciones… no viene.

Menos mal que aprendí casi con los gramófonos, y recordé que en los equipos no automáticos (como es éste, tanto para el inicio como para el final), había que alejar un poco el brazo del disco y así comenzaba a girar el plato, y con él, el disco, claro.

Tenga uno que aplicar técnicas de hace cuarenta años para estrenar un equipo de hoy en día.

(Del disco con que se ha estrenado el equipo, ya hablaré en otro momento –como puede apreciarse, algo histórico también es–.)

Créditos:
Fotografía del nuevo equipo de música, esta tarde, del autor.

sábado, 13 de julio de 2013

Los espacios y los huecos, ¿dónde están…?

Esta mañana, lo primero que he hecho en cuanto me he cansado de escuchar a Luis del Pino (lo que sucede cada vez antes), ha sido proceder al montaje de una nueva estantería que compré el lunes y trajeron a casa el martes (sí, aún era martes cuando llegaron).

En el folleto multilingüe (es decir, con dibujitos), se estima para el montaje una duración de unos treinta minutos, por lo que, yo, lógicamente, tardé una hora.

Tras ello, me fui a la ducha, a ver si bajo el agua conseguía secarme.

Como puede observarse, ya he aparcado (provisionalmente) numerosos libros en la nueva adquisición.

Lo que no se observa es hueco alguno en el resto de la casa.

Créditos:
Fotografía de la nueva estantería, ya estrenada, esta noche, del autor.

viernes, 12 de julio de 2013

Lo importante de aprender es el poso que queda


Bueno, y alguna que otra botella vacía, ¿no?


Créditos:
Fotografías de J. M. Presas que ilustran el artículo Anatomía de la botella, de Luis Guitérrez, en el Especial vinos publicado en Magazine, suplemento dominical de El Mundo, el 18 de noviembre de 2007, de la hemeroteca del autor.

jueves, 11 de julio de 2013

Mejorando la especie


Ahora, en cambio, los tiempos han cambiado una barbaridad, y se han cambiado entre ellos: en veinticuatro horas hay quien ha aprendido a hacerlo “muy mal”.

Créditos:
Viñeta de Xaudaró, publicada en Blanco y Negro, tomada del tomo III de la colección Chistes de Xaudaró, publicado por Prensa Española, sin fecha, pero sobre 1927, de la biblioteca del autor.

miércoles, 10 de julio de 2013

La Sala de… Lectura

- Quiero pasar un par de horas en el Museo Dupayne de Hampstead. ¿Por qué no vienes comigo? Conocerás el Dupayne, claro…
- He oído hablar de él, pero nunca lo he visitado.
- Pues deberías, deberías. Es un lugar fascinante. Dedicado al período de entreguerras, entre 1919 y 1938; pequeño, pero exhaustivo. Tienen algunos buenos cuadros: Nash, Wyndham Lewis, Ivon Hitchens, Ben Nicholson… A ti te interesaría sobre todo la biblioteca: primeras ediciones, hológrafos y, por supuesto, los poetas de entreguerras. Ven, anda.

- Estoy escribiendo una serie de artículos sobre el asesinato como símbolo de su época, o el asesinato como historia social, si lo prefieres. Nellie cree que con esto sí podría obtener el éxito de mi vida, Adam. Está muy entusiasmada. Mira los famosos crímenes victorianos, sin ir más lejos; no podrían haber ocurrido en ningún otro siglo: esos salones atestados de objetos claustrofóbicos, la respetabilidad de cara a la galería, la sumisión ciega de la mujer… (…) Sin embargo, ésos son los años más fáciles; los de entreguerras resultan más interesantes. En el Dupayne hay una sala dedicada a los casos de asesinato más famosos de las décadas de los veinte y los treinta, no para despertar el interés del público, te lo aseguro, pues no se trata de esa clase de museos, sino para demostrar lo que quiero poner de relieve: el asesinato, el crimen por excelencia, es un paradigma de su época. –Hizo una pausa y miró fijamente a Dalgliesh por primera vez–.

Ackroyd hablaba con pesadumbre. Dalgliesh se preguntó si su siguiente entretenimiento sería escribir novelas policíacas. En ese caso, habría que disuadirlo. El asesinato, real o ficticio, y en cualquiera de sus manifestaciones, era aparentemente un entretenimiento poco probable para Ackroyd, pero la curiosidad de éste siempre había abarcado muchos temas, y, una vez seducido por una idea, la perseguía con el entregado entusiasmo de un experto obsesionado con ella durante toda su vida.
(…)
-Mejor será que te ciñas al asesinato como paradigma de su época. ¿Qué esperas encontrar en el Dupayne?
- Inspiración, quizá, pero sobre todo información. La Sala del Crimen es excepcional. Ése no es su nombre oficial, por cierto, pero así es como todos nos referimos a ella. (…) Y por supuesto, el interés del museo en los asesinatos coincide con el mío. La única razón por la que el anciano creó la Sala del Crimen fue para relacionar el crimen con su época.

Leí La Sala del Crimen, posiblemente, en el verano de 2007, y desde entonces tengo como referente de los museos pequeños y especializados el ya famoso Museo Dupayne.

Recientemente, en esta época actual, veo que ha cogido nueva y contagiosa presencia (gracias, a pesar de todo, a El Corte Inglés), curiosamente, o no, como adelanto del nuevo Colegio Oficial de Criminólogos de esta nuestra Comunidad.

Confío en no convertirme en un case study, pero en todo caso, mejor me despido por hoy.

Se alegró de haber visitado el museo; había disfrutado de una nueva experiencia y admirado buena parte de cuanto había visto, pero decidió que no volvería allí.

Buenas noches.

Créditos:
Cubierta y extracto de La Sala del Crimen, de P.D. James, según traducción de Ana Alcaina, tomados de la primera reimpresión, de octubre de 2005, realizada por Ediciones B en su sello Byblos (pp. 17-18, 21, 22-23 y 52), de la biblioteca del autor.

Cuando la cosa va (demasiado) rodada…

Que la nobleza de vuestro corazón derrame al menos una gota de piedad sobre nosotras, pobres mujeres, pues, mi señor, no hay ninguna que, en el pasado, no haya sido o duquesa o reina. Pero ahora, como podéis ver, somos las más infelices de las mujeres, gracias a la rueda traicionera de la diosa Fortuna que hace que los asuntos no nos sean propicios.

(Bueno, y muchas veces, también ayudamos a la Fortuna para que gire su rueda.)

Créditos:
Extracto de Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer, del capítulo 2, El cuento del caballero, según versión de Pedro Guardia Massó, tomado de la undécima edición, de 2011, realizada por Cátedra como número 83 de su colección Letras Universales (pp. 89-90), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la escultura Victoria de Valencia, obra de Antonio Sacramento, en la confluencia de la Plaza de América con el Paseo de la Ciudadela, en Valencia, y tras ella, la noria de la Feria de Julio, en julio de 2013, del autor.

Sin parar,… espero

La interesante reseña publicada por caraguevo en su día me animó a ver la exposición Stop motion, don’t stop, aunque no había perdido la oportunidad de verlos firmar antes que verlos filmar.

La pasada semana estuve totalmente stop en la actividad de este diario, y espero poder retomar una adecuada velocidad de crucero de nuevo.

Curiosamente, la renovación de exposiciones en el MuVIM también ha estado un poco stop, especialmente en lo que se refiere a las banderolas anunciadoras, que al menos este lunes, aún seguían animándonos para ver la de los muñequitos.

Espero que en este diario, el relevo de esta pequeña parálisis no sea como en el MuVIM, cuestión de brujas.

Créditos:
Fotografía de la banderola de anuncio de la exposición Stop motion, don’t stop, en el MuVIM, en Valencia, en julio de 2013, del autor.

martes, 9 de julio de 2013

¿También en cola?

Una de las cosas que nunca he entendido es la cola de coches para entrar en el aparcamiento de El Corte Inglés, en particular, el del centro de Pintor Sorolla en Valencia.

Ya no es estar un montón de tiempo esperando para conseguir entrar, que también; es que la gente hace cola desde mucho antes de que abran el establecimiento. Así, quien haya pasado por la zona, habrá observado cómo es algo habitual ver la cola en cuestión llegando hasta la esquina del Banco de Valencia (es decir, todo lo larga que es la calle Pintor Sorolla) ¡a las nueve y media de la mañana!

Estas dos últimas semanas he tenido la oportunidad de verlo, por lo que no puedo sino trasladar lo que he visto hoy mismo a falta de sólo diez minutos para que, con las campanadas de las diez, abriera el centro:
Una cola que casi llegaba a la esquina del Bankinter, es decir, ¡tres coches!

Y dos personas esperando ante la puerta de Pintor Sorolla.

Está claro que noticias como ésta no son porque sí.

Créditos:
Fotografía de la puerta de El Corte Inglés, en la calle Pintor Sorolla, en Valencia, esta mañana, del autor.

Cambiando de/la calle

Según parece, el callejero ha sufrido una pequeña alteración, de modo que ha pasado de estar en pleno centro a situarse cabe el río Manzanares la...


Esto ha sucedido, naturalmente, en la Villa de Madrid.

Créditos:
Fotografía de la placa de la calle Maestro Villa, en Madrid, en junio de 2009, del autor.

Al enemigo… ni agüa


Créditos:
Detalles de los pantallazos de la noticia publicada en Libertad Digital.

lunes, 8 de julio de 2013

Al sol… los bancos



Créditos:
Fotografía de una fila de bancos en la Plaza del Ayuntamiento, en Valencia, ayer, al sol de la tarde, del autor.

Esto no suele repetirse

Una de las sorpresas de ir por la calle Colón en Valencia, a mediodía del primer día de rebajas (es decir, hace una semana), es escuchar una versión del Canon de Pachelbel


interpretada por un trío en plena calle.


¡Y a pesar del ruido del tráfico!

Créditos:
Fotografía de un trío musical en la calle Jorge Juan (casi Colón), en Valencia, en julio de 2013, del autor.

domingo, 7 de julio de 2013

Shake, Britannia!


My children are flying to you.

Créditos:
Fotografía de la salida del tren en el que han comenzado el viaje, esta tarde, del autor.