Mostrando entradas con la etiqueta Franklin. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Franklin. Mostrar todas las entradas

miércoles, 4 de marzo de 2009

Esperar sentado

Y para eso ¿qué mejor que un banco?

Sin embargo, es muy comentado que lo que cabe esperar en un banco es que cuando llegue el mal tiempo, te reclame el paraguas que te prestó cuando hacía buen tiempo.

Hace unos días ya hice una anotación sobre ese paraguas, y hace más tiempo, recordé a cierto prohombre, que, aunque con otra aplicación, curiosamente, inventó el pararrayos.

Del mismo libro que entonces, traslado el texto de una carta a un amigo escrita por Benjamin Franklin, y que podría titularse "Arte de hacer bien con poco dinero":

Passy, 22 de abril de 1784.

Muy señor mío: He recibido la carta de usted del 15 del corriente y el estado de cuentas que la acompaña. La pintura que me hace de su situación me aflige por demás. Adjunto hallará usted un billete de diez luises. No es mi intención
darle a usted esa cantidad, solamente se la presto.
Cuando usted vuelva a su patria con buena reputación, probablemente tomará interés en algún negocio que le pondrá en estado de pagar todas sus deudas; en tal caso, si encuentra un hombre de bien que se halle en una posición semejante a la de usted ahora, me pagará prestándole la misma suma, y le ordenará que satisfaga su deuda con otra operación semejante, luego que se halle en estado de poderlo hacer, y encuentre para ello igual proporción. Espero que de este modo los diez luises pasarán por muchas manos antes de caer en las de un pícaro que quiera detener su curso. Éste es un artificio de que me valgo par hacer mucho bien con poco dinero, pues como no soy bastante rico para destinar mucho a buenas obras, por lo mismo me veo obligado a usar de ardides para hacer lo más posible con poco. Deseando que no olvide mi encargo, y que su futura prosperidad sea inalterada, queda de usted muy seguro servidor, etc.

O sea, totalmente igual que lo que actualmente sucede.

En resumen, a esperar sentados... pero mejor que la silla sea nuestra (sobre todo, si el banco no tiene brazos sobre los que apoyarnos sin caernos).

martes, 18 de noviembre de 2008

Si tú me dices Ben...

es que te refieres a Benjamin Franklin.

Como todavía estamos en la octava, recordemos que con fecha del pasado 13 de noviembre de 1789, Franklin escribió en una carta a un amigo, la muy presente y futura frase de

"In this world nothing can be said to be certain, except death and taxes"

No sé si esta frase la tengo en mi biblioteca, pero como quien busca, halla, me he encontrado (en un ejemplar de "El libro del hombre de bien" de la famosa colección Austral, como puede verse incluso a oscuras), con otra anotación de plena actualidad (aunque prevista sólo hará unos 220 años, rato arriba, rato abajo):

"Supongamos un país, X, con tres manufacturas, por ejemplo, de paño, de seda y de hierro, encargadas de abastecer otros tres países, A, B y C, pero que desea aumentar la venta, y hace subir el precio del paño, a favor sólo de los fabricantes de paños.
En consecuencia, se prohiben los paños que vienen de A.
A, por represalias, prohibe las sedas de X.
Se sigue de esto que los fabricantes de sedas se quejas de la disminución del comercio.
Sin embargo, X, para complacerlos, prohibe las sederías de B.
B, por represalias, prohibe los hierros forjados de X,
Resulta de aquí que los herreros se quejan de la minoración del comercio.
Entonces X prohibe los hierros procedentes de C.
C, por represalias, prohibe los paños de X.
¿Qué ha resultado de esta algarabía de prohibiciones?
Respuesta: Que cada uno de los expresados países ha experimentado una disminución en la masa común de los goces y comodidades de la vida, proporcionada al tamaño del error cometido.
"

Pues bien, en la declaración oficial de este sábado pasado, se dice:

"Subrayamos la importancia crítica que tiene el rechazo al proteccionismo y no involucionar hacia tiempos de incertidumbre financiera"

El único problema es que se trata del punto nº 13