sábado, 30 de junio de 2012

¡Ufff! A tiempo

El 23 de enero de 2010 se demostró que 0,7 segundos pueden dar mucho de sí.


Otra forma de apreciar el resultado del Power Electronics Valencia ante el Regal Barcelona es gracias a un testigo.


Esta noche, hay un ajuste de la hora ‘oficial’ de un segundo por no sé qué historias.

El caso es que gracias a ese segundo de más, podré llegar a tiempo de esta anotación, y con ella, a obtener una media en lo que va de año de dos anotaciones diarias.

(La calidad, será tema de otra anotación… o no.)

Un periódico con Columnas

Según he leído, tal día como hoy, pero en 1861, se publicó el primer número de L’Osservatore Romano, periódico de la Ciudad del Vaticano, y órgano oficial (más o menos), del Santo Padre.


Nunca está de más que exista una publicación de estas características, siempre que se tenga muy claro que las Columnas de la Iglesia siempre serán más sólidas, firmes y verdaderas que lo que se pueda decir por algún columnista del periódico.

Créditos:
Cabecera y titular de portada de L’Osservatore Romano, en su edición en español, del 11 de septiembre de 2011, comprado en la misma Ciudad del Vaticano por el autor.

Cuando el Monte… se despeña

Quien pasee junto al Monasterio de las Descalzas Reales, en Madrid es posible fije su atención en un edificio de la Plaza de San Martín.

El edificio en cuestión es en la actualidad sede de la Fundación Caja Madrid, o como se llame ahora, y aunque pudiera pensarse que se trate de un palacete más, del cual se hizo cargo Caja Madrid en su día por alguna cuestión inmobiliaria, nada más lejos de la realidad.


«Nuestra Señora de las Ánimas del Monte de Piedad» es lo que se puede leer en la parte superior del marco de una de las puertas laterales del edificio.

Y es que el edificio es lo que es ahora porque fue lo que fue en su día, y está donde está precisamente por eso. La historia nos la contó José Carlos Rodríguez en las páginas de La Gaceta hace sus cuarenta días.

Resulta triste comprobar, no sólo en qué han ido acabando unas entidades creadas con tan nobles fines, sino cómo la memoria de los españoles en general y de algunos en particular, es débil y simplona, por no decir otras cosas: unos sistemas de financiación para quienes sí lo necesitan, no se tienen en cuenta porque se crean al amparo de órdenes religiosas católicas (y no ahora, sino hace siete siglos); un funcionamiento más ágil e inmediato (hace tres siglos), tampoco, por el mismo motivo, pero si lo hace un hindú, pongamos por caso, ¡milagro!, ya tenemos los «microcréditos», y de paso un Premio Nóbel,…

Será, tal vez, que en la actualidad, en cuestiones económicas, lo de tener ánima o alma y piedad no es signo de los tiempos.

Créditos:
Fotografía de detalle en el edificio de la Fundación Caja Madrid, en Madrid, en marzo de 2009, del autor.

Jefes… a su manera

Anoche, en Cowboys de medianoche, en ((esRadio, pusieron esta canción de Dolly Parton.


Teniendo en cuenta que el pasado jueves se aprobó definitivamente la reforma laboral en el Congreso, y que la canción en cuestión, 9 to 5, es la propia de la película del mismo título, y que ésta, en España, vino en llamarse Cómo eliminar a su jefe, y que en el Grupo Libertad Digital llevan ya varios jefes, empiezo a llegar a la conclusión de que estuvo muy bien traída la siguiente canción del programa, My way.

Homo homini lupus: ¿Nosotros o ellos?

La del alba sería cuando don Mariano salió del Consejo tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya consolidado en el machito, que el gozo le reventaba por los botones de la chaqueta.

Algo menos literaria resultó el alba de ayer, cuando el planteamiento drástico de algunos tuvo éxito, testimoniada por inmuerables portadas de periódicos e informativos.

Lo que me trajo a la memoria otra portada, ésta ya más veterana.
Créditos:
Imagen de la portada de Hermano Lobo, del 2 de agosto de 1975, recibida por el autor mediante correo electrónico.

¿Tendré carta para este cartero?

Hace un mes se puso en circulación un sello de Correos dedicado a Antonio Mingote, recordando su condición de Cartero Honorario.

El sello lo conseguí hace diez días, aunque desde hace más tiempo tengo preparado otro, distinto, claro, para el franqueo correspondiente a una carta, cuyo contenido no hay manera de que encuentre,... de lo bien guardado que lo puse hace año y medio, entiendo, porque otra explicación, como el desorden, que podría plantear alguien, no cabe en esta realidad.

El caso es que me encuentro en una situación justo opuesta a la de principios de año, por lo que, aplicando la lógica de aquella otra, tendré que resolverla, por ejemplo, enviando un sobre vacío,… para en cuanto lo haga, encontrar lo que busco.

¿Alguna otra idea para conseguir que este Cartero Honorario pueda hacer su trabajo?

Créditos
Imagen de un sello, y de la portada del folleto correspondiente a su emisión, dedicado a Antonio Mingote.

(Los que) libros (que nos) marcan

Gracias a la página del feisbuq de Casa del Libro, de Valencia, he tenido conocimiento del video que enlazo, Much better now, una producción de Salon Alpin, con la dirección y más cosas de Philipp Comarella y Simon Griesser.
En una forma de mostrar cómo los libros contienen emociones desconocidas, incluso, para quienes están más cerca de ellos.

Anécdota que aprovecho para mostrar unos marcapáginas que he ido consiguiendo en sucesivas visitas al Club de Lectura de dicho establecimiento, y que están diseñados por Virginia, una de las chicas que lleva el referido Club.

Créditos:
Imágenes de los marcapáginas en cuestión.

Es ley… de risa

Ayer se publicó que se había alcanzado un acuerdo para la renovación del Tribunal Constitucional. Bueno, en realidad, para la renovación de la composición del Tribunal.

Una lástima esta demora. Por diez días, los nuevos integrantes del Tribunal hubieran podido asistir y tomar ejemplo para su propio caso, de la forma de jurar que tienen los filoetarras, y que en su momento, cierto Tribunal, dicen que Constitucional, respaldó como válida.
Créditos:
Viñetas de Manuel Summers publicadas en ABC, los días 9 y 10 de julio de 1987, respectivamente, de la hemeroteca del autor.

También en esto hay que saber conducirse

Y es que ya ha llegado.

Ayer comenzó la primera de las Operaciones Salida de este verano, aunque las previsiones de la DGT contemplan un 3,6% menos de desplazamientos de larga distancia que el año pasado (IVA incluido).

Si bien en estas ocasiones no está de más recordar la necesidad de prudencia en la conducción, también hay que recordar que la mayoría de los accidentes ocurren en los pequeños trayectos, en donde, por ser recorridos habituales, nunca mejor dicho lo de ‘la confianza da asco’.

Pues eso, quien comience vacaciones, a disfrutarlas, pero recordando siempre el cuidado al volante. Incluso ante las columnas que se mueven en los garajes, o similares.
Créditos:
Viñeta de Mena, con su personaje Cándido, publicada en ABC el 18 de noviembre de 1983, de la hemeroteca del autor.

viernes, 29 de junio de 2012

Como la prima

Un recuerdo a nuestra querida prima, con una canción que no tiene nada que ver con ella.


Para aquellos que no hayan tenido el humor de contar las vueltas, hay que decirles que el disco del video es un clásico de 78 r.p.m., es decir, más o menos como las vueltas con que nos está mareando nuestra querida prima.

(Y para aquellos que no la hayan identificado, se trata de Come prima, interpretada por Marino Marini y su cuarteto, gran éxito de 1958.)

Leer lo ¿escrito?

En relación con mi reseña a la sesión del Club de Lectura sobre Fahrenheit 451, ha habido un par de líneas de mis anotaciones tomadas entonces que no he podido incorporar porque… no he entendido mi propia letra.

Mi caligrafía nunca ha sido nada del otro mundo (como legible; sí, como ilegible), lo que comento un tanto a cuento de la noticia de un periódico alemán, que por muy sensacionalista que sea habitualmente, no deja de tener razón (no quiero imaginarme ese problema en alemán, y eso que allí, no será por falta de rubios).

Una piedra para afirmar el camino

Llegado Jesús a la región de Cesarea de filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que esté en los cielos. Et ego dico tibi, quia tu es Petrus, et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam, et portae inferi non praevalebunt adversam eam. Et tibi dabo claves regni caelorum. Et quodcumque ligaveris super terram, erit ligatum et in caelis; et quodcumque solveris super terram, erit solutum et in caelis.

Créditos:
Transcripción del Evangelio según San Mateo (16, 13-17), tomada de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.
Transcripción del Evangelium secundum Matthaeum (16, 18-19), tomada de la Biblia Vulgata, en edición de Colunga-Turrado, publicada por Biblioteca de Autores Cristianos (duodécima edición, de 2005)
Fotografía de la estatua de San Pedro sedente (atribuida a Arnolfo di Cambio), en el interior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, de septiembre de 2011, del autor.

Por el humo se sabe…

En agosto de 2007, los incendios forestales arrasaron el Peloponeso.

Hoy, un incendio forestal en la Muela de Cortes, cerca de Valencia, hace a ésta bañada en una luz… estremecedora.

Créditos:
Fotografía de la NASA publicada en El Mundo el 27 de agosto de 2007, de la hemeroteca del autor.
Fotografía del Sol, en Valencia, hoy a las tres de la tarde, del autor.

De hoy a ayer



Créditos:
Detalle del 'pantallazo' de la noticia de Libre Mercado/Libertad Digital de esta mañana, a las 09:22.
Viñeta de Manuel Summers publicada en ABC el 14 de noviembre de 1985, de la hemeroteca del autor.

jueves, 28 de junio de 2012

Llamas de amor… a los libros

Hace cuatro semanas asistí a lo que era la tercera sesión del Club de Lectura de Casa del Libro, en el Centro Comercial El Saler, de Valencia; el libro para comentar, Fahrenheit 451.

Se empezó con una breve pero interesante presentación del libro a cargo de Flo, quien apuntó varios auto-precedentes de temas o escenas de la novela en otros relatos de Bradbury, tales como Usher II, recogido en Crónicas marcianas (1950); Los exiliados, en El hombre ilustrado (1951); o El peatón, en Las doradas manzanas al sol (1953).

Se recordó, asimismo, que la novela se publicó por entregas en la revista Playboy (por poco, no lo hizo en el primer número). Tras esta curiosidad, se entró en un debate entre quienes estábamos, muy curioso, ya que, como buena novela de ciencia-ficción, se hicieron continuas referencias a la actualidad.

Así, se habló de que en la censura totalitaria, simplemente cambian los medios, ajustándose a lo propio del momento. En este sentido, se expuso el temor al ‘peligro’ digital frente al soporte físico del libro: la facilidad de publicación y difusión en internet, ante lo limitado de la publicación ‘clásica’; y por el contrario, la posibilidad de impedir el acceso a internet, y consiguientemente, el acceso a todo lo publicado, frente a la necesidad de ir ejemplar por ejemplar en el caso del libro físico. Naturalmente, el tema quedó abierto.

Hubo, lógicamente, su concreción personal: ¿qué libro memorizaría yo?; cuestión a la que yo me permití añadir la que se plantea al final de la película La máquina del tiempo: ¿qué tres libros utilizaría para hacer renacer una civilización? Como en el caso anterior, el tema no sólo quedó abierto, sino que apenas quedó contestado (empezando por mí mismo).

En relación con el desarrollo de la novela, se comentó que el desencadenante en la actitud de Montag, el protagonista, es el suicidio a lo bonzo que realiza un bibliófilo. De un modo similar, se podría ver la circunstancia de una sociedad en general sumisa (como la de la novela), hasta que un detalle, no necesariamente importante, falla, arrastrando con él la estructura del régimen totalitario.

Un enfoque cuestionado en la novela es que al final (aunque no se trate de desentrañar una novela que está a punto de cumplir 60 años), se salvan (lo que quiera decir eso), precisamente los que están apartados de la sociedad.

Se finalizó hablando del origen de la actitud que da pie a la novela: el planteamiento de que la gente no es feliz leyendo, enterándose de otras cosas, y en particular, de la verdad, de la cual, «unos pocos sorbos intoxican el cerebro».

Por mi parte, yo me presenté sin haber leído el libro recientemente, recordando sólo la lectura que hice hace más de treinta años, y algunas escenas de la película. Eso sí, me llevé mi ejemplar de la novela, de 1976 (que causó sensación -«antes de que yo naciera», dijo uno de los presentes-), aunque lo compré en marzo de 1979, lo que permitió apuntar el problema de la explosión de títulos publicados y de su limitada presencia, no ya en las mesas de novedades, claro, sino en los mismos anaqueles y almacenes de las librerías.

En resumen, muy interesante la sesión, de la que hay una breve reseña en las páginas de la librería.

Actualización del 29 de junio:
Al hilo del triste fallecímiento de Ray Bradbury, Jorge Vilches publica un artículo en el suplemento Libros, de Libertad Digital.

Créditos:
Portada de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, de la edición de Plaz&Janés en su colección Rotativa (número 86), del año 1976.
Carátula de la edición en DVD de la película Fahrenheit 451, dirigida en 1966 por François Truffaut.

¡Cómo (no) pasa el tiempo!

En muy poco tiempo hemos visto que se ha logrado aprovechar congruentemente las nuevas circunstancias, por medio de conquistas sucesivas e ininterrumpidas de las viejas libertades económicas y de las iniciativas privadas. (...)
La experiencia de los últimos años debe grabarse en nuestra vida económica como un elocuente ejemplo que nos enseña, no tanto lo que es preciso hacer cuanto lo que es preciso no hacer. Y, entre lo que consideramos que debe en lo futuro eludirse figura, como es obvio, la resurrección , con otros nombres o encuadrado en otros organismos, del espíritu intervencionista, tan del agrado de la burocracia. La libertad de comercio y la claridad de las transacciones, así como los intereses privados del consumidor y la prosperidad de la economía del país, sufrirían mermas y trabas en su desenvolvimiento regular si se interpusiesen nuevos organismos que, aun sin ser precisamente intervencionistas en la intención, acabarían por contrarrestar a la iniciativa privada.

Lo anterior no es ninguna loa a alguna decisión liberal de Esperanza Aguirre, o similar.

Lo anterior forma parte de un editorial de ABC, y a pesar de que suene muy actual, no lo es: se publicó el 27 de mayo de 1952, bajo el título La supresión de las cartillas.

Mi padre me comentó el otro día que la cartilla más común era la de tercera categoría, de color verde. Verde como algunos que en los medios de comunicación de hoy debieran hacer menos Historia, y enterarse más de la historia del oficio (y del país) en el que están.

Créditos:
Extracto del editorial referido, tomado de la hemeroteca de ABC en internet.

Cien años de dones y sones


Cien años del nacimiento de Sergiu Celibidache, quien nos muestra cómo de entre las ruinas de una guerra resurge la Humanidad.

¿Aprender de lo que está en los libros?

El otro día me encontré en casa con una impresión de unas reseñas bibliográficas publicadas el 16 de julio de 2008 no sé dónde. Entre las reseñas, figuraban dos sobre sendos libros acerca del problema de la enseñanza, reseñas que, ante lo novedoso del enfoque (vale decir por 'de toda la vida'), a continuación traslado para buen provecho ante estas laaaaargas vacaciones escolares.

«José Sánchez Tortosa. El profesor en la trinchera. El autor, profesor de filosofía en un instituto, realiza un diagnóstico de la enseñanza media española a través de escenas cotidianas. En ellas, Sánchez Tortosa comprueba la pérdida de autoridad de los profesores y su desmotivación. Asimismo constata que la erosión de los referentes sociales ha producido un alumnado carente de muchas claves culturales indispensables para comprender el mundo, esclavo de lo que se dice en la tele y de lo políticamente correcto. No abunda en las descripciones apocalípticas; más bien, ofrece un diagnóstico realista. (La Esfera de los Libros, 176 págs. 18 euros).»

«María Calvo. Iguales pero diferentes. Recientes investigaciones científicas han revelado la existencia de diferencias biológicas que intervienen en el diverso comportamiento y aprendizaje de los niños y las niñas. Sobre ellas se apoya María Calvo, profesora de Derecho Administrativo, para reivindicar un sistema educativo que reconozca la diversidad y no imponga un modelo uniforme. Calvo afirma que es necesario ofrecer una alternativa de enseñanza diferenciada que se adapte a las necesidades específicas de alumnos y alumnas, y pueda servir para remediar el fracaso escolar. (Almuzara, 208 págs. 18 euros).»

De nada.

miércoles, 27 de junio de 2012

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Y éstos, ¿dónde estaban escondidos?

Lo que tiene buscar un libro es que te encuentras con otros, que se habían ocultado, escondido, para dar la sorpresa en el momento menos pensado; bueno, uno, directamente da sustos.





Un par, nos recuerdan el año en que nos encontramos.

Y de estos dos, uno aún no sé, pero éste otro,… ¡ay, éste otro!

Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

Homo homini lupus: ¿Crisis, qué crisis?

Bueno, tal vez, pero estamos en la final de la Eurocopa.

Créditos:
Imagen de la portada de Hermano Lobo, del 7 de abril de 1973, recibida por el autor mediante correo electrónico.

Como de peluche cósmico

- ¿Tú entiendes de estrellas? – me preguntó de pronto Trofida, luego de un largo silencio.
- ¿De estrellas? Yo no entiendo de eso…
- Es una lástima. Si tuvieras que confiarte a las piernas ¿cómo te orientarías para pasar la frontera? ¿Ves aquellas estrellas?
- ¿Cuáles?
Apuntó con el dedo hacia el Norte, a la constelación de la Osa Mayor: siete grandes estrellas formaban una especie de gran carro con su lanza. Trofida, dibujando en el cielo con el dedo y como si fuese tocando las estrellas una por una, las iba nombrando con precisión.
- Sí… ya lo veo. ¿Y qué?
- Si nos pescan, la banda tiene que disolverse por fuerza; tú, entonces, dirígete de modo que tengas siempre esas estrellas a la derecha. Vayas por donde vayas, te guiarán siempre. ¿Has entendido? A la derecha.
- Entendido.
Miré aquellos astros. ¡Qué hermosos eran! ¡Qué maravilloso su resplandor! Cambiaban de color, se teñían de matices más delicados. Una idea me llenaba de curiosidad: ¿por qué aquellas estrellas se habían juntado de aquel modo? ¿Era porque se querían? ¿Qué sentía un ser amado? Aquellas estrellas no se separaban nunca, vivían juntas siempre, vagaban, amigas inseparables, por el espacio; y parecía que para entenderse parpadeaban unas hacia otras con sus brillantes miradas. Mirándolas mejor, me pareció que formaban un cisne.

Después volví a caminar a ciegas, procurando únicamente ir siempre en la misma dirección. Esperaba de este modo poder salir del bosque.
Después de haber caminado mucho, me detuve en el margen del bosque. (…) La desesperación se apoderaba de mí. No podía hacer nada, perdido en el océano de la oscuridad, cuyas oleadas parecían amenazarme por todas partes. (…) ¡Ah, si José hubiera estado conmigo, cómo habría sido de fácil salir de aquel apuro! ¿Pero dónde estaba José?
Y he aquí que, de pronto, me acordé de lo que Trofida me había dicho de las estrellas, cuando, la primera vez, volvíamos de la frontera.Corrí hacia delante, intentando alejarme cuanto pudiera del bosque.
Me detuve en un campo al raso y alcé los ojos al cielo. Grandes nubarrones cubrían su mayor parte; pero en el espacio libre de ellos vi el estrellado carro de la Osa Mayor. Siete grandes astros brillaban sobre el fondo oscuro del firmamento, y los miré conteniendo la respiración con improvisado gozo que parecía querer romperme el pecho.

Trofida me había enseñado en el cielo siete estrellas, que me habían ayudado ya una vez. Yo les había tomado mucha afición y, siempre, cuando las nubes no cubrían el cielo, las miraba con la misma ternura que hubiera experimentado mirando los ojos de un amigo. Me sentía inquieto cuando el cielo estaba cubierto, y no podía dominar ni ocultar aquella tristeza.
(…)
Durante mucho tiempo, acaricié el deseo de hablar de aquellas estrellas con Pedro el Filósofo, que me causaba respeto por su seriedad y por sus vastos conocimientos. Una vez hallé ocasión propicia. Pedro comprendió en seguida y respondió:
- Aquellas estrellas tienen un nombre común; se llaman la constelación del Gran Carro.
- ¿El Gran Carro? – exclamé con alegría.
- Sí, después tienen un nombre latino, «Ursa Major».
- No comprendo.
- Quiere decir la Osa Mayor. Se acostumbra llamarla así.
¡La Osa Mayor! ¡La Osa Mayor! ¡Cómo era posible que unos sabios aburridos hubieran podido hallar un nombre tan maravilloso y bello! La Osa Mayor, repetía encantado…
- ¿Le interesa la astronomía? ¿Quiere usted saber algo de las estrellas? – preguntó Pedro –. Puedo prestarle un manual de cosmografía, y así leer algunas cosas sobre ese tema.
- No, no. Sólo me interesan esas estrellas – respondí.

Hacía mucho tiempo que yo no veía, con suficiente perspectiva y tranquilidad, la Osa Mayor. El pasado sábado pude hacerlo.

Entendí perfectamente las emociones de Sergio.

Créditos:
Extractos de los capítulos 2, 4 y 6 de la Parte I, de El enamorado de la Osa Mayor, de Sergiusz Piasecki, según traducción de José Farran y Mayoral, en edición de abril de 1986 como número 78 de la colección El Ave Fénix, de Plaza&Janés (pp. 19, 36 y 51-52).
Detalle de la portada de Guía del cielo. 2007, editado por Procivel.

Todo a (Ha)cien(da)

Esta mañana he presentado la declaración de la renta.
(Aunque ha sido en el banco.)

Créditos:
Viñeta de Manuel Summers publicada en ABC el 20 de mayo de 1986, de la hemeroteca del autor.

martes, 26 de junio de 2012

El gran teatro del Cielo

«¿Pero por qué estos caballeros intentan hacernos reír con cosas que antes no nos hacían ninguna gracia», se preguntan , furiosas, las personas que quieren enredarlo todo, y medir la risa y reglamentar la fantasía, y ponerle límites a la imaginación.
Y no saben que en la vida existen tantas cosas de las que hay que reírse a carcajadas, que es necesario hacerlo con orden, porque si se riese uno de todas las cosas a la vez no se haría nada más en todo el día. Por eso, la misión del humorista es ir distribuyendo la risa según las épocas y según el humor endiablado de las gentes.

En noviembre de este año se cumplirán 60 años del estreno (con veinte de retraso) de una obra (con varios años de adelanto) de Miguel Mihura: Tres sombreros de copa. El responsable de ello, fue, además de la juventud de don Miguel al escribirla, la juventud del director del Teatro Español Universitario, don Gustavo Pérez Puig.

En febrero pasado se cumplieron también los 60 años de, en este caso, una tristeza teatral: el fallecimiento de Enrique Jardiel Poncela. Tiempo atrás, don Enrique había concedido una entrevista para la revista del S.E.U. (Sindicato Español Universitario), y el universitario en cuestión era don Gustavo Pérez Puig.

Con estos mimbres, no podía ser sino que Gustavo Pérez Puig se dedicara definitivamente al teatro, decisión tal vez alocada y absurda, pero a tono con los autores cuya amistad cultivaba, y por ello, signo de inteligencia.

En el teatro, en su época, había una zona llamada ‘el cielo’. Con estos mimbres, tal vez, no pudo sino en este año atender la llamada de dichos autores, quienes seguro que estaban esperándolo para, en el verdadero Cielo del Teatro, preparar alguna representación digna del público allí congregado. Por suerte para ellos, no faltarán grandes actores y actrices, e incluso contarán con ayuda para, como en muchas otras ocasiones, dibujar la escenografía.

Disfrute en Paz Gustavo Pérez Puig con todas sus amistades ante Él.

Créditos:
Extracto de Humor 1945, de Miguel Mihura, artículo publicado en ABC el 1 de enero de 1946, y tomado de El periódico del siglo. 1903-2003. 100 años, 100 firmas, recopilatorio de artículos editado por Catalina Luca de Tena y publicado por Luca de Tena Ediciones, en noviembre de 2002.
Viñeta de Antonio Mingote, en homenaje a Miguel Mihura, con motivo de su fallecimiento, publicada en ABC el 29 de octubre de 1977, tomada de Serán ceniza, mas tendrán sentido.

Los polvos de la tiza…

Los maestros y profesores seguirán contando historias, abriendo ventanas y representando mundos y épocas. Harán soñar e imaginar, mostrarán las cosas como son y como podrían ser, darán testimonio a unos alumnos que seguirán identificándose con ellos.
Ejercer la docencia seguirá siendo algo duro y maravilloso. En ella seguirán cabiendo la felicidad y el sufrimiento, el bullicio y el silencio, los logros y la impotencia. Enseñar seguirá siendo una actividad abierta, descubridora de nuestras capacidades, llena de esperanza, y nos seguirá obligando a construir nuestro ser, a tomar decisiones, a hacerlo mejor, a volver a empezar.
(…)
Pertenecer a este gremio es uno de los mayores honores que he tenido en la vida.

Créditos:
Portada y parte final del epílogo de la autora, tomadas de Memorias de la pizarra, de Carmen Guaita Fernández, publicado por San Pablo, en 2012.

lunes, 25 de junio de 2012

Miserere

1788. Enero. (…) Sábado 5
TENERIFE
El día siguiente a las nueve de la mañana avistamos la isla de Tenerife, que se halla situada al oessudoeste media al oeste a unas doce leguas de distancia. (…) Alrededor de cuatro leguas más allá en dirección sur la costa se extiende al oeste hasta el fondeadero de Santa Cruz, donde anclamos a las nueve y media de la mañana del domingo en unas aguas de veinticino brazas, y echamos amarras junto a la costa en la misma profundidad (…). Un paquebote español con destino a La Coruña, un bergantín estadounidense, y varios otros navíos, se hallaban aquí.
(…)
Lunes 7
En la mañana del lunes comencé a promover el negocio del barco con la mayor diligencia, y di las órdenes necesarias a los señores Collogan e hijos, los contratistas, para obtener los suministros que deseaba. (…)
Hay un grado de miseria y escasez entre las clases inferiores del pueblo que en ningún otro lugar es tan habitual como entre las colonias españolas y portuguesas. Para aliviar estos males el gobernador de Tenerife ha creado una institución benéfica que él se toma la molestia de supervisar.

En algún momento de este pasado otoño (creo), le oí a César Vidal Manzanares hablando de su viaje a la India el verano anterior, que, ante el asombro de unos españoles (compañeros de viaje, o simplemente, coincidentes en el lugar) sobre la miseria que se veía en la India, les replicó que en su adolescencia, él había visto la misma o más en España.

Si recordamos que nació en 1958, su adolescencia se sitúa, no en 1788, sino en el entorno de 1972, año que yo viví ya con suficiente edad como para poder decir que, al menos en el ámbito general de España, la miseria, como tal (que no pobreza), no existía. Otra cosa es que alguien, él tal vez, fuera a buscarla a propósito.

No he conseguido localizar el corte en cuestión, pero en este momento, me da lo mismo. Lo que sí he encontrado es la miseria de que hablaba César Vidal Manzanares.


Créditos:
Extracto del Capítulo II de La verdadera historia del motín de la Bounty, de William Bligh, según traducción de Miguel Ángel Coll, publicado como número 46 de su colección Viento Simún, por Ediciones del Viento, en 2009 (pp. 28-32).
Fotografía tomada del facebook de Es la noche de César, no sé cuándo.

domingo, 24 de junio de 2012

Semos diferentes

Como ya hemos visto, en España no se suele recordar gestas épicas, y en particular de su Caballería.

¡Qué diferencia con el comportamiento en otros países!

Por un lado, Gran Bretaña no dudó en ensalzar la famosa Carga de la Brigada Ligera, totalmente desquiciada (tanto humana como militarmente), aunque eso sí, en el cine quedó muy bien.


Asimismo, en el cine de Estados Unidos tampoco hubo reparos para mostrar una serie de cargas sucesivas, pero de distintos regimientos, durante su Guerra Civil o Guerra entre los Estados. Igual que en el caso anterior, también quedó muy bien en el cine.


Curiosamente, las películas de ambos episodios fueron protagonizadas por Errol Flynn y Olivia de Havilland, aunque la dirección cambió de Michael Curtiz a Raoul Walsh.

A pesar de estos antecedentes, tal y como está el patio, tal vez sea mejor que, a los distintos momentos de la Historia de la España, el actual cine español... ni se acerque.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Bienvenidos del Club

Hace unas semanas comenté acerca del peligro de ir a un Club de Lectura. Hoy vuelvo al tema, con algunos ejemplos  atrasados, en concreto, de la sesión anterior a la comentada en la anotación enlazada, cuando ya hubo su ‘picoteo’.

La novedad del pasado mes fue que en la otra tienda de Casa del Libro también tenían un Club de Lectura, y coincidiendo con el final de mes, me acerqué por él. Lo que fue agradecido por los emocionados integrantes del Club con un par de detalles (el problema es que una de las obras ya la tenía, y no diré cául, porque ahora no sé el motivo de ello).

En todo caso, muy agradecido por la atención y los detalles, en ambas tiendas.

(Otro problema es que para este mes, ambas dos han coincidod con la fecha de la sesión del Club… y ésta a su vez, con una reunión de la Junta de Vecinos. Ya veremos.)

Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

Memoria gráfica de la Historia

Hace unos días recordamos la gesta del Regimiento de Alcántara durante los días del Desastre de Annual. Sin embargo, no fue la única acción de la Caballería española digna de ser recordada expresamente.

Durante los episodios de la guerra de Marruecos de 1909, en una acción junto a Taxdirt, el 20 de septiembre, una brigada de Infantería se vio hostigada por unos 1.500 rifeños, y uno de sus batallones, el Tarifa, quedó seriamente comprometido bajo el fuego enemigo.

La única fuerza que podía actuar rápidamente en aquel momento era la Caballería, de la que sólo se encontraba presente un escuadrón, el cuarto, del 21º Regimiento de Cazadores Alfonso XII. Y allá que fueron.

A pesar de las importantes bajas, el escuadrón dio hasta tres cargas contra los rifeños, quienes, ante lo inesperado (y desesperado) de la acción, acabaron replegándose, y aunque el escuadrón quedó diezmado, el batallón Tarifa pudo salvarse.

Esta heroica acción, premiada con la Laureada, aunque a su debido momento (no como le sucedió al Alcántara), naturalmente, apenas ha tenido mayor difusión en España, aunque, como en el caso del Cabo Noval, sí mereció un pequeño homenaje en las páginas de la Revista Trinca, de la pluma de Antonio Hernández Palacios.

También existe el llamado Himno de Taxdirt, y he encontrado una interesante reseña en el blog Espacio Cusachs.

Créditos:
Portada e imágenes de las planas de la aventura gráfica La paga del soldado-La carga de Taxdirt, tomadas de la Revista Trinca (nº 48, del 15 de octubre de 1972), de la biblioteca del autor.

Una indirecta… lejana

Este viernes han acabado las clases en la ESO aquí en Valencia.

Ayer mi sobrino hizo un alto en el ciclo de películas del Oeste, y vimos Un puente lejano, una de guerra.


La duda que me queda es si se trataba de una indirecta ante el hecho de que el próximo puente escolar está allá por octubre… muy lejos.

Frescos… del día

En estos momentos se cumplen tres días del inicio del verano en el hemisferio boreal. Justo en plena Noche de San Juan. (Curiosamente, en el enlace del Ministerio de Fomento no se habla de la duración de la noche, aunque supongo que muchos de los que ‘disfruten’ la de ahora, la prorrogarán mientras puedan.)

Lo que sí es cierto es que, al menos en Valencia, el verano entró con ganas: vamos, con una ponentá, que sin ser nada del otro mundo, lo brusco de su aparición descolocó a muchos.





La alerta por temperatura se cumplió en esta ocasión, y los termómetros de la calle así lo reflejaron.
Las gráficas oficiales no llegaron a tanto, pero el efecto del viento del oeste no pasó desapercibido.

Lógicamente, con estos comportamientos térmicos, mucha gente estuvo pidiendo favores, o echando de menos otros parajes (bueno, yo también lo hago a veces).

Pero tranquilos, que como digo en cuanto puedo, ya vamos de cara al invierno.

Créditos:
Imagen del aviso meteorológico en Valencia para el pasado jueves día 21, tomado de la página de AEMET.
Fotografía de un reloj publicitario en la calle, mostrando 40º, en Valencia, el pasado 21 de junio, a las 15:35, del autor.
Gráfico de temperatura, entre los días 17 y 23 de junio, tomado de la página del Ayuntamiento de Valencia.

viernes, 22 de junio de 2012

Unas ideas, aunque sean de otro


Las ideas son extraterritoriales y cuando pasan de un país a otro no han de pagar aranceles.

El gobierno rige el presente. La literatura, el futuro.

Es peligroso tomar tus ideas de los demás. De ellos debes recoger información. Pero las ideas, como la experiencia, deben ser de tu propiedad.

Créditos:
Aforismos de Lord Acton, tomados de Ensayos sobre la libertad y el poder, según traducción y edición de Paloma de la Nuez, publicado por Unión Editorial (pp. 376, y 378)
Retrato de Lord Acton, tomado de la Wikipedia.

jueves, 21 de junio de 2012

Por el hilo se saca el ovillo

Hace un mes y un día publiqué una anotación acerca del concurso de relatos breves católicos convocado por Vita Brevis. Tras este tiempo de ‘condena’ ante la incertidumbre del ¿seré yo?, hace dos días, el pasado martes se hizo pública la resolución del jurado.

El libro ya está a disposición de los interesados (espero que no tarde en llegarme), y se titula, con toda la intención El hilo invisible.

Sólo con la ilusión que se traslucía en las anotaciones que al respecto publicaba Bruno Moreno (y los comentarios de alguna participante), creo que, aun con una sobresaliente ausencia, el libro será mucho más de lo que ya de por sí promete.

En cuanto pueda, en estas páginas quedará la correspondiente reseña.

Créditos:
Imagen de la portada del libro tomada de la página de Vita Brevis.

miércoles, 20 de junio de 2012

Sólo se es libre si se quiere ser libre

Un derecho puede abandonarse; un deber, no. Por eso la libertad es menos segura como derecho que como deber.

La libertad no es un don, sino una adquisión; no un estado de calma sino de esfuerzo y crecimiento; no el comienzo sino el resultado del gobierno; o al menos sólo en cuanto a objetivo -no como dato, sino como objetivo.

La libertad depende de tantas cosas además de la ley –civilización, moralidad, conocimiento– que la cuestión siempre es cuánto aguantará un país.

No solamente la opresión política o social son obstáculos para la libertad, sino también la pobreza y la ignorancia.

Créditos:
Aforismos de Lord Acton, tomados de Ensayos sobre la libertad y el poder, según traducción y edición de Paloma de la Nuez, publicado por Unión Editorial (pp. 366, 368, 371 y 373)
Retrato de Lord Acton, tomado de la Wikipedia.

martes, 19 de junio de 2012

Las primeras de la ‘última frontera


Hace mucho tiempo, Star Trek nos llevó al espacio, «la última frontera», “hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar”.

Hace 35 años se lanzaron dos naves espaciales, cuyo objetivo era, precisamente, ése: llegar a donde no se había podido llegar. Las naves se llamaban Voyager, la 1 y la 2.

Poco a poco, la nave que ha conseguido llevar la delantera (la Voyager 1) ha ido superando distintas fronteras en su recorrido: en diciembre de 2010 se publicaba que había alcanzado el límite de la heliosfera, zona de alcance del viento solar, e implícitamente, los límites del sistema Solar; hace un año, se nos recordó esta situación, mientras la nave seguía alejándose; y finalmente, ayer, ya se respiraba la sensación de que la primera nave terrestre entraba en el espacio interestelar.

Curiosamente, cuando la nave Enterprise dio el salto de la pequeña a la pantalla grande, allá por 1979, con lo que se encontró fue con… la Voyager 1.

Un ciudadano que creía

Tras redactar la anotación que publiqué hace unos días acerca del Plan Marshall, me quedé intrigado ante la probable postura de Truman sobre el tema español. Por tanto, intenté ir a las fuentes disponibles (por mí), en este caso unas memorias suyas.

Mi gozo en un pozo, porque el libro en cuestión, Mr. Ciudadano, trata, en lo que he hojeado, sobre el periodo en que se encuentra ya retirado de la Presidencia, y de hecho, significativamente, el primer capítulo se titula De «Mr. Presidente» a «Mr. Ciudadano». Sin embargo, sí encontré algo que me llamó la atención: en el capítulo 9, Mi punto de vista sobre la religión, se puede leer:
Cuando, a mi regreso, nuestra antigua cocinera, Vietta Garr, vino a pedirme que hablara ante la Convención Nacional de Negros Baptistas, en Independence, le respondí que me complacería sumamente hacerlo.
Esto es parte de lo que dije en aquella reunión baptista:
«Yo soy baptista por educación y por la creencia de que Juan el Bautista conoció y bautizó al Salvador del Mundo, Jesús.
(…)
»Jesucristo refrendó la Ley y los profetas: el capítulo veinte del Exodo, el capítulo quinto del Deuteronomio, las predicaciones de Amós, de Miqueas, de Isaías y de Jeremías. Estudiad el Sermón de la Montaña, el quinto, el sexto y el séptimo capítulos del Evangelio según san Mateo, el capítulo décimo de San Lucas, y, después, volved a Mateo, el capítulo veintidós versículo 15, y buscad la obediencia a la ley de la tierra.
»El Viejo y el Nuevo Testamento os mostrarán un camino de vida gracias al cual viviréis dichosos.»

Lo que me llamó la atención es que dijera, en varias ocasiones en dicho capítulo de sus memorias, lo de “el capítulo veinte del Exodo” o “el capítulo quinto del Deuteronomio” o “el quinto [capítulo] del Evangelio según san Mateo”, porque lo normal, al menos para mí, no sería referirse a estos textos por su número de referencia, por así decirlo, sino por aquello de que tratan.

Y es que no se trata de ninguna tontería: los dos capítulos del Antiguo Testamento son los Diez Mandamientos, y el capítulo de San Mateo son las Bienaventuranzas, o Sermón de la Montaña (como así lo refiere).

También me llama la atención que mencione el capítulo décimo de San Lucas, y no el undécimo, que trata del Padrenuestro.

(La referencia al capítulo veintidós de San Mateo sí que no sé a qué viene. Supongo que lo mismo se trata de algún cambio de numeración entre Biblias católicas y baptistas.)

En todo caso, hay que reconocer una cosa: que por muy Presidente de los Estados Unidos que hubiera sido hasta siete años antes (dio el relevo en enero de 1953), no dejó de manifestar su fe cristiana.

Créditos:
Fotografía y pie de foto, y extracto del final del capítulo 9 de Mr. Ciudadano, memorias de Harry S. Truman, según traducción de J. Ferrer Aleu, tomados de la primera edición, de septiembre de 1960, realizada por Plaza&Janés (pp. 116-117).