Se dice que cada uno habla de la Feria
según le va en ella.
Y si las lluvias iniciales dejaron en más
de uno dolores de cuello intentando adivinar cuándo dejaría de llover, la
persistencia de las mismas ha supuesto que los dolores sean ahora de cabeza,
consecuencia del mal inicio que ello ha supuesto, tanto en asistencia como en
ventas (yo… aún no he ido).
Naturalmente, han empezado las primeras reacciones, en caliente, sobre cómo organizar o dejar de organizar la Feria,
pero no creo que se llegue a nada concreto. Son... Historias.

En todo caso, espero que en este último
tramo recuperen, al igual que se ha hecho con la numeración de las ediciones,
el tiempo (con sus ventas) perdido.
Aunque por mi parte, lo mismo tengo que
ir a la Feria del Libro para… dejar de comprar libros.

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.