sábado, 30 de noviembre de 2013

Angry y sin piedad

Once miembros del jurado están convencidos de que el acusado es culpable de asesinato. El duodécimo no alberga ninguna duda sobre su inocencia. ¿Cómo podrá este hombre convencer al resto del jurado de lo que para él es evidente?

Hace tiempo que tengo ganas de (re)ver tanto la película como la versión teatral de la obra de Reginald Rose 12 Angry Men (en español, Doce hombres sin piedad).

Sin embargo, el desarrollo de este mes me ha quitado las ganas.

Porque… vamos a ver.

¿Qué necesidad tiene el Jurado nº 8 de “convencer al resto del jurado de lo que para él es evidente”? ¿No hay una inmensa mayoría que está de acuerdo en algo? ¿Para qué está la democracia? ¡Y encima con dudas sobre las pruebas y los testigos! ¿Qué tendrán que ver las pruebas con que el acusado sea culpable? ¡A ver si ahora hay que ser estrictos con la certeza de las pruebas! ¡A ver si ahora hay que exquisitos con la aplicación de las leyes!

Así que, visto lo visto, he decidido que lo mejor es prescindir de jurados, jueces y leyes, y limitarnos a periodistas, tertulianos y foreros. Ahorraremos mucho dinero (salvo el que cueste dejar a la gente en la cárcel para siempre, aunque las sentencias digan otra cosa), y si en algún linchamiento del culpable (hay que ahorrar costes), alguien se equivoca, pues se siente por el muerto, no haberse dejado coger.

De este modo, además, subirá la renta per cápita de los habitantes del país (mientras queden).

Créditos:
Carátulas de las ediciones en DVD de Dos hombres sin piedad, película dirigida por Sydney Lumet en 1957 y de la obra de teatro de TVE, de la videoteca del autor.
Extracto de la recensión que figura en la contraportada del DVD de la película.

El motor se ha gripado

Al hilo del lanzamiento de cartel de la nueva versión de la película Robocop (para cuyo estreno aún falta un poco), se informaba de que el fondo del mismo son las cuatro torres del Cuatro Torres Business Area (¡toma ya nombrecito!). Vamos,que si no estoy equivocado, son las cuatro torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.


Espero que la implicación de Madrid en la trama de la película sea sólo la foto del cartel, porque la película original se desarrollaba en Detroit, y la verdad…

La descripción que a primeros de este pasado abril se hacía de la Ciudad del Motor no era para tirar cohetes:
Un tercio de la población es oficialmente pobre, calles enteras de la ciudad carecen de luz porque no hay dinero para pagar la cuenta, se han despedido policías, bomberos y otros funcionarios para ahorrar. No es de extrañar que la ciudad haya perdido el 63% de sus habitantes. El espacio, sin embargo, sigue siendo el mismo: 359 kilómetros cuadrados que se han convertido en una jungla de casas deshabitadas, garajes vacíos, teatros con las cortinas enmohecidas y centros comerciales donde las plantas de invernadero campan a sus anchas fagocitando escaleras eléctricas y salones de té.

Y en cuanto acabó la ‘primavera’, se agostó (en julio) la ciudad:
La ciudad de Detroit declaró este viernes la mayor bancarrota municipal de la historia estadounidense tras ser incapaz de mantener una década de deuda creciente y población menguante en medio de la profunda crisis industrial que atraviesa.

A partir de aquí, ¿explicaciones y soluciones?

Por ejemplo, muchos de los comentarios en la noticia de LibreMercado hablan de un origen de la crisis por la deslocalización, que es también lo que se apunta en Inversión&Finanzas (curioso el gráfico donde se aprecia la destrucción de la clase media en las áreas metropolitanas estadounidenses, a costa de los más ricos y, también, de los más pobre).

Lo peor de la situación es que, según parece, Detroit es sólo la primera de una lista de ciudades estadounidenses que van camino de la quiebra:
Detroit is only just the beginning.  When the next major financial crisis strikes, we are going to see a wave of municipal bankruptcies unlike anything we have ever seen before.
And of course the biggest debt problem of all in this country is the U.S. government.  We are going to pay a great price for piling up nearly 17 trillion dollars of debt and over 200 trillion dollars of unfunded liabilities.
All over the nation, our economic infrastructure is being gutted, debt levels are exploding and poverty is spreading. We are consuming far more wealth than we are producing, and our share of global GDP has been declining dramatically.

De momento, ya la quiebra ya está enseñando la patita, cuarenta años después en Nueva York, y también en Chicago.

Una solución un tanto drástica es arrasar Detroit. Otra, más razonable, es poner en venta todo lo que se pueda: el problema de esta solución es que, tal y como está la ciudad, las únicas ventas posibles que yo veo son de aquello que el comprador se pueda llevar de allí (los fondos de los museos y los animales del zoo –el famoso mercado de carne de Chicago está cerca, pero ni demos ideas, ni aquello está tampoco muy boyante–); los edificios y estadios son castillos en el aire, pues ya pueden valorarlos en lo que quieran que, con la descripción que hemos visto de la ciudad, ni la Guardia Nacional sería capaz de proteger ni las propiedades ni a las personas (salvo que quien lo compre lleve su propia Guardia Personal –lo que tampoco habría que descartar–).

Eso sí, parece como si la culpa de todo fuera sólo de los impuestos.

Créditos:
Fotografía de las cuatro torres en cuestión, vistas desde la estación de Chamartín y desde la T-4 de Barajas, en agosto de 2010 y enero de 2010, respectivamente, del autor.
Extractos de las noticias enlazadas.

Error mayúsculo

Yo también opino que la deriva catalanista es un error mayúsulo.


Pero, al menos, intento escribirlo bien.

Créditos:
Detalle de la captura de pantalla de la portada de Libertad Digital de esta mañana justo a mediodía.

Generalistas… con pocos soldados

El pasado jueves se hicieron públicos los resultados de la tercera oleada de 2013 del EGM. El mío particular, sobre la muestra que supone los taxis que cojo durante los meses en cuestión, es la de la tabla siguiente:


Como puede verse, seguimos con un porcentaje importante (el 25%) de taxistas que no llevaban puesta la radio (ni la pusieron durante el trayecto).

La mitad justa, se han decantado por emisoras musicales (y otro ha preferido su propia música).

Y resulta que sólo el 20% se han decantado por emisoras generalistas, y uno, tendrá que elegir otra emisora a partir de ahora

Y otro, ni siquiera ha visto recompensado su esfuerzo viendo publicada la noticia del EGM en Libertad Digital, al contrario de cómo sí hicieron en la oleada anterior.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Agilidad informativa

El economista Alberto Recarte, fundador, expresidente y uno de los pilares del grupo controlado por Federico Jiménez Losantos, ha dimitido como consejero de la sociedad, según información recogida por el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) el pasado 4 de octubre.

Esta noticia de octubre la publicaba El confidencial tan pronto como el… 25 de noviembre pasado.

Suelen llevarse mucha sorna los integrantes de medios digitales ante la rápida caducidad de las ediciones impresas de periódicos y revistas, por la diferencia agilidad informativa entre uno y otro soporte.

Como vemos, este caso no es que sea precisamente un ejemplo de agilidad informativa ‘digital’.

Pero lo bueno viene ahora.

Ni siquiera en la empresa afectada, se han enterado de ello (de informar, ya ni te digo).

Parece como si alguien necesitara consejo.

Créditos:
Imagen de detalle de la captura de pantalla de la sección Nosotros, de Libertad Digital, esta misma mañana.

Devolvemos la conexión

El coste de los gastos de personal que genera el mantenimiento de dicha sobredimensionada plantilla, unidos a los de funcionamiento y mantenimiento de la sociedad, suponen un elevado nivel de gastos de personal que la Generalitat no puede asumir en unos momentos de crisis económica y en los que la escasez de recursos económicos le obliga a priorizar los servicios que se consideran básicos.
Es por ello por lo que resulta procedente, en aras de garantizar la prestación de servicios esenciales por parte de la Generalitat, que se suprima la prestación de los servicios de radiodifusión y televisión de ámbito autonómico de titularidad de la Generalitat.

El pasado miércoles se publicó una nueva Ley de la Generalidad Valenciana, con fecha de ese mismo día , en un número especial (bis) –ventajas de internet–.

El título de la Ley es “Supresión de la Prestación de los Servicios de Radiodifusión y Televisión de Ámbito Autonómico, de Titularidad de la Generalitat, así como de Disolución y Liquidación de Radiotelevisión Valenciana, SAU”, que en román paladino viene a decir: «¡Corten!».

En coherencia con los argumentos de “crisis económica”, la nueva Ley tiene, menos mal, sólo dos páginas.

Al día siguiente, se publicaba, también en un número bis, el ACUERDO de 28 de noviembre de 2013, del Consell, por el que se acuerda el cese de las emisiones de los servicios de radiodifusión y televisión de ámbito autonómico de titularidad de la Generalitat, prestados por cualquier medio o canal de difusión.

Éste, supongo que también un poco por las prisas, sólo representa una página.

El punto dos del Acuerdo dice:
El cese de las emisiones se hará efectivo a partir del día de la publicación del presente acuerdo en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana.

Es decir, hace 13 minutos.

Supongo.

(Yo es que no oigo la radio ni veo la tele de «la nostra terra» y de «la nostra identitat».)

Actualización del sábado 30 de noviembre:
Bueno, los 13 minutos se convirtieron casi en 13 horas. Impresionante la torpeza en su realización, más aún, teniendo en cuenta que la situación ya estaba decidida desde tres semanas antes.

Sigo, por tanto, sin oír la radio ni ver la tele de «la nostra terra» y de «la nostra identitat». Y quien lo quiera, ya sabe, un canal de pago, una cooperativa,… hay muchas formas de gastarse su dinero sin tocar el mío.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Y van…

Mercedes Street proporcionaba tiempo abundante para pensar. Tiempo para añorar a mis amigos de Jodie. Tiempo para añorar el trabajo que había mantenido mi mente alejada de la misión que me había llevado hasta allí. Tiempo para comprender que la enseñanza había logrado mucho más que distraerme; había satisfecho mi mente como lo hace el trabajo cuando te importa, cuando percibes que existe una posibilidad real de marcar la diferencia.

Hoy ha quedado aprobada por las Cortes Españolas la nueva Ley sobre educación. Ya sólo falta sancionarla, publicarla y ejecutarla. Y a ver si esta vez…

¿Queréis saber qué es lo mejor de la enseñanza? Presenciar ese momento en que un chico o una chica descubre su don. No existe un sentimiento en la tierra similar.

Créditos:
Extractos de los capítulos 17 y 13 en la Parte 4 Sadie y el General y en la Parte 3 Viviendo en el pasado, respectivamente, de la obra de Stephen King 22/11/63, según traducción de José Óscar Hernández Sendín y Gabriel Dols Gallardo, tomado de la primera edición (marzo de 2012) realizada por Plaza y Janés (pp. 458 y 342), de la biblioteca del autor.

También antes los libros se cosían

Cuando en 1978 le concedieron el Premio Nobel de Literatura a Isaac Bashevis Singer, según recuerdo de entonces, era común, ante el desconocimiento de su obra (bueno, en realidad, de él), que a la demanda de algo suyo en librerías se contestara que en ese tipo de tiendas no se vendían máquinas de coser.


Sin embargo, la literatura no es rencorosa, y aunque sea a través de la televisión, parece que ha conseguido trasladar parte de su éxito a las máquinas de coser.

Créditos:
Fotografía de una máquina de coser Singer, en el hotel Bisanzio, en Venecia, en septiembre de 2009, del autor.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Foto y… letra y música


Ésta es una de las fotos más recordadas de aquel noviembre de 1963.

Sin embargo, otra foto, ahora menos conocida, inspiró una canción, ésta sí muy conocida.


La ‘Caroline’ de la canción, efectivamente, era aquella niña; la foto en cuestión, es la que acompaña estas líneas, y todo esto viene a cuento de que hoy es el cumpleaños de Caroline Kennedy.

Felicidades (aun con los especiales recuerdos de este año).

Créditos:
Fotografía (de AP) de Jacqueline Kennedy besa el ataúd de su marido, John F. Kennedy, acompañada por su hija, , tomada del especial de infobae.com.
Imagen de la portada del número de Life del 7 de septiembre de 1962, tomada de la página Old Life Magazines.

martes, 26 de noviembre de 2013

Cuando no se permite recoger el fruto de la Semilla

Los hombres que trabajan en los campos, los propietarios de las pequeñas huertas, observan y hacen cálculos. El año viene cargado de producción. Los hombres están orgullosos porque con sus conocimientos pueden hacer que sea así. Han transformado el mundo con sus conocimientos. El trigo corto y delgado se ha hecho grande y productivo. Las manzanitas ácidas se han vuelto grandes y dulces, y esa vieja uva que crecía entre los árboles y servía de alimento a los pájaros, su fruto diminuto ha sido la madre de mil variedades, roja y negra, verde y rosa pálido, morada y amarilla; y cada variedad con su propio sabor. Los hombres que trabajan en las granjas experimentales han conseguido nuevos frutos; nectarinas y cuarenta clases de ciruelas, nueces con cáscara de papel. Y siempre trabajando, seleccionando, injertando, cambiando, obligándose a sí mismos, obligando a la tierra a producir.

Y primero maduran las cerezas. Un centavo por media libra. Mierda, no la podemos recoger por ese dinero. Cerezas negras y cerezas rojas, gordas y dulces, y los pájaros se comen la mitad de cada cereza y las avispas zumban por los agujeros que hicieron los pájaros. Y las semillas caen a la tierra y se secan con hilos negros colgando de ellas.

Las ciruelas pasas moradas se vuelven suaves y se endulzan. Dios mío, no podemos recogerlas, secarlas y sulfatarlas. No podemos pagar jornales de ningún tipo. Y las ciruelas moradas alfombran el suelo. Primero las pieles se arrugan un poco y enjambres de moscas vienen a darse un festín y el valle se llena de olor de la dulce podredumbre. La carne se torna oscura y la cosecha se marchita en el suelo.

Y las peras ya.están amarillas y blandas. Cinco dólares la tonelada. Cinco dólares por cuarenta cajas de veinticinco kilos; árboles podados y pulverizados, huertas cultivadas, coger la fruta, ponerla en cajas, cargar los camiones, llevar la fruta a las fábricas de conserva –cuarenta cajas por cinco dólares–. No podemos. Y la fruta amarilla cae pesadamente y se revienta en la tierra. Las avispas. escarban la dulce carne y se eleva el olor del fermento y la podredumbre.

Luego las uvas ... No podemos hacer buen vino. La gente no lo puede comprar. Arranca las uvas de las viñas, uvas buenas, podridas, picadas por las avispas. Prensa los tallos, prensa la porquería y la podredumbre.

Pero hay moho y ácido fórmico en las tinajas.

Añádele sulfuro y ácido tánico.

El olor del fermento no es el rico aroma del vino, sino dolor de lo podrido y los productos químicos.

Ah, bueno. De todas formas tiene alcohol. Se pueden emborrachar.

Los pequeños campesinos veían aproximarse las deudas como una marea. Pulverizaban los árboles y no vendían la cosecha, podaban e injertaban y no podían recoger. Y los hombres de ciencia han trabajado, han considerado, y la fruta se esta pudriendo en el suelo y la mezcla podrida de las tinajas de vino está envenenando el aire. Y prueba el vino... Nada de sabor a uva, sólo sulfato y ácido tánico y alcohol.

Esta pequeña huerta será parte de una gran propiedad el año próximo, porque las deudas habrán ahogado al propietario.

El viñedo pertenecerá al banco. Sólo los grandes propietarios pueden sobrevivir porque también son suyas las conserveras. Y cuatro peras, peladas y partidas por la mitad, cocidas y enlatadas, siguen costando quince centavos, y las peras en lata no se ponen malas. Pueden durar años.

La podredumbre se extiende por el Estado y el dulce olor es una desgracia para el campo. Hombres que pueden hacer injertos en los árboles y hacer la semilla fértil y grande, no saben cómo hacer para dejar que gente hambrienta coma los productos. Hombres que han creado nuevos frutos en el mundo no pueden crear un sistema para que sus frutos se coman. Y el fracaso se cierne sobre el Estado como una enorme desgracia.

Los frutos de las raíces de las vides, de los árboles, deben destruirse para mantener los precios, y esto es lo más triste y lo más amargo de todo. Cargamentos de naranjas arrojados en el suelo. La gente vino de muy lejos para coger la fruta, pero no podía ser. ¿Cómo iban a comprar naranjas a veinte centavos la docena si podían salir y recogerlas? Y hombres con mangueras arrojan chorros de queroseno en las naranjas y se enfurecen ante semejante crimen y se enfadan con la gente que ha venido a por la fruta. Un millón de personas hambrientas, que necesitan la fruta ... , y el queroseno rociado sobre las montañas doradas.

Y el olor a podrido llena el campo.

Quemar café como combustible en los barcos. Quemar maíz para calentarse, hace un cálido fuego. Tirar patatas a los ríos y poner vigilantes a lo largo de las orillas para evitar que la gente hambrienta las pesque. Matar a los cerdos y enterrarlos y dejar que la putrefacción se filtre en la tierra.

Eso es un crimen que va más allá de la denuncia. Es una desgracia que el llanto no puede simbolizar. Es un fracaso que supera todos nuestros éxitos. La tierra fértil, las rectas hileras de árboles, los robustos troncos y la fruta madura. Y niños agonizando de pelagra deben morir por no poderse obtener un beneficio de una naranja. Y los forenses tienen que rellenar los certificados –murió de desnutrición– porque la comida debe pudrirse, a la fuerza debe pudrirse.

La gente viene con redes para pescar en el río y los vigilantes se lo impiden; vienen en coches destartalados para coger las naranjas arrojadas, pero han sido rociadas con queroseno. Y se quedan inmóviles y ven las patatas pasar flotando, escuchan chillar a los cerdos cuando los meten en una zanja y los cubren con cal viva, miran las montañas de naranjas escurrirse hasta rezumar podredumbre; y en los ojos de la gente se refleja el fracaso; y en los ojos de los hambrientos hay una ira creciente. En las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y cogen peso, listas para la vendimia.

El pasado jueves, el Papa Francisco habló del beneficio... y salió perjudicado.

Creditos:
Extracto del capítulo 25 de Las uvas de la ira, obra de John Steinbeck (publicada en 1939), según traducción de María Coy Girón, publicada por Alianza Editorial en su colección 13/20 (pp.525-529), de la biblioteca del autor.

Sigue la cuenta atrás: 51… 52…


Hace casi tres años y medio decía en una anotación: “no recuerdo en qué película se afirma que el Área 51 no existe, y todo es un rumor… para ocultar la verdadera existencia del Área 52. No lo he comprobado, pero creo que lo decía el Agente K al Agente J en Hombres de negro (Men in Black).

El caso es que hace 101 días se publicó la noticia de que el Área 51 sí se mencionaba como tal en documentos oficiales (en concreto, de la CIA), recién desclasificados.

En definitiva, aunque, de momento, no hayan aparecido extraterrestres, la famosa Área 51 SÍ EXISTE.

Es decir, que ahora quieren hacernos creer que la que no existe es el Área 52.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Paso a paso, un Camino de Verdad

In fra Junipero Serra, sacerdote dei Frati Minori, troviamo un fulgido esempio di unità cristiana e spirito missionario. Il suo grande obiettivo era di portare il Vangelo alle popolazioni autoctone d’America, affinché anch’esse potessero essere "consacrate nella verità". Per molti anni si dedicò a questo compito in Messico, nella Sierra Gorda, e in California. Sparse i semi della fede cristiana in mezzo ai tumultuosi cambiamenti portati dall’arrivo dei coloni europei nel Nuovo Mondo. Era un campo di impegno missionario che richiedeva pazienza, perseveranza e umiltà, oltre che lungimiranza e coraggio. Contando sulla divina potenza del messaggio annunciato, padre Serra guidò a Cristo i popoli autoctoni. (…) Cercava di promuovere il loro autentico sviluppo umano sulla base della loro nuova fede di persone create e redente da Dio. Dovette anche ammonire i potenti, nello spirito della seconda lettura di san Giacomo, di non sfruttare e opprimere i poveri e i deboli.

Hoy se conmemora el tercer centenario del nacimiento del “Padre Junipero Serra, modello esemplare di evangelizzatore pieno di abnegazione”, efemérides que ya trajimos a estas páginas hace justo cinco años, en los inicios de este diario.

Esta vez, ateniéndonos a lo ‘redondo’ del aniversario ha habido mayores celebraciones, pero como suele ocurrir, no principalmente en España.

Gracias al viaje de los Príncipes de Asturias, nos hemos podido enterar de que en California sí se está conmemorando el centenario, en concreto, por parte de The Huntington, en su sede en el 1151 de Oxford Road en San Marino (el californiano, claro).

Allí tiene lugar, desde hace dos meses y hasta el día de Reyes, la exposición Junípero Serra y los legados de las misiones de California, en concreto en el edificio de las Virginia Steele Scott Galleries of American Art.

Así pues, quien esté cerca o vaya a estarlo, ya sabe dónde puede apreciar (además de en los propios lugares originales) algo de la Misión de aquel franciscano que, poco a poco, fue construyendo a lo largo de lo que se llamaría el Camino Real, y que, efectivamente, era un Camino de Verdad.

Créditos:
Extractos de la homilía predicada por S.S. Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988, durante la misa de beatificación, entre otros, de Fray Junípero Serra, tomados de la correspondiente página de internet del Vaticano.
Imagen de la ilustración de los décimos de lotería del sorteo del 19 de septiembre de 2013, recordando el Año Junípero Serra.
Imagen de la portada del folleto de la exposición Junipero Serra and the Legacies of the California Missions, tomada de la correpondiente página de internet de The Huntington.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Hay que digerir las enseñanzas (… y la formación)

Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis.
Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues estando entre vosotros no vivimos desordenadamente, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajábamos para no ser una carga a ninguno de vosotros. No porque no tengamos derecho, sino por daros en nosotros un modelo que imitar.


Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Porque nos hemos enterado de que hay entre vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan.

¡Qué cosas tenía San Pablo!

Créditos:
Extracto de la Segunda Epístola a los Tesalonicenses, del Apóstol San Pablo, (3, 6-12), –segunda lectura de este pasado domingo, XXXIII del Tiempo Ordinario–, tomado de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer, de la biblioteca del autor.
Viñeta de Puebla, publicada en ABC el 7 de septiembre de 2013, de la hemeroteca del autor.

Para embocar el puerto, mejor sin cadenas

Apenas subió al trono su hijo y sucesor Alfonso III [de Valencia, V de Aragón, el Magnánimo], llamado antes de su coronación duque de Gerona, dió principio á la guerra de Nápoles y demás paises de Italia, donde se habia vertido ya tanta sangre española, y donde se habian  perdido tantos intereses. (…)
Esta proteccion dispensada á Valencia no era tal vez mas que un tributo de gratitud pagado á la lealtad de este pueblo, que á costa de grandes sacrificios habia puesto á disposicion del rey una armada formidable para operar en las guerras de Italia. Acababa don Alfonso de apoderarse de Gaeta, cuando el refuerzo de nuestra escuadra, llegada oportunamente á aquellas aguas, le inspiró la idea de atacar á Marsella, contando con el asenso de sus consejeros y con la intrepidez de nuestros marinos. La toma de Marsella es uno de los brillantes hechos de armas que tuvieron lugar en las prolongadas guerras de Italia, que desde los tiempos de D. Pedro I habian agotado los recursos de la corona de Aragon. Los valencianos habian perdido en aquellas costas la flor de sus hijos, primero á las órdenes del almirante Roger de Lauria, y luego á las del rey D. Alfonso, cuyas empresas militares ocupan inmensas páginas en la historia, y cuya energía de carácter y asombroso valor le colocó entre los monarcas mas grandes de su tiempo. Mientras su egército operaba en las costas de Nápoles, se dirigió el rey al frente de la armada sobre Marsella, sin que le arredrase la imponente fortificacion de aquel puerto que parecia inespugnable. Resuelto sin embargo á apoderarse de la poblacion, principió el ataque por una torre que protegia la entrada del puerto, desembarcando al efecto algunas tropas, mientras Juan de Corbera rompia con sus valencianos la cadena que cerraba aquella entrada, apresando en seguida los buques que se hallaban en su defensa.


Anochecia ya, cuando los soldados que habian desembarcado tomaban por asalto la torre del puerto, y en este estado fue de parecer el conde de Cardona que se suspendiera el ataque hasta el dia siguiente; pero Juan de Corbera alegó tales razones, rechazando esta opinion, que el rey se dió por satisfecho y mandó continuar la accion que la noche hizo mas terrible y encarnizada. Los marselleses defendieron palmo á palmo los puntos fortificados, pero nuestros guerreros, avanzando con intrepidéz por las oscuras calles de la poblacion, casi sin conocerse unos á otros, y marchando tal vez al azar, penetraron por todas partes, degollando y saqueando hasta que los atribulados habitantes encontraron en los templos un asilo contra el furor de los vencedores. En medio de la confusion de este combate ancarnizado [sic] descubrieron nuestros soldados por una feliz casualidad en la casa de un ciudadano particular el cuerpo de S. Luis, obispo de Tolosa, y en el acto dispuso el rey que fuese trasladado á una galera, en la que fue conducido á Valencia, donde existe todavia. Otro trofeo se conserva tambien de esta importante jornada, que tuvo lugar el veintinueve de Noviembre (1), en la famosa cadena que cerraba (2) el puerto de Marsella, rota y ganada por los valencianos Gimen Perez de Corella y Juan Torrellas, que se custodia en una capilla de la catedral, conocida con el nombre de aula capitular.


(1) Años de J.C. 1423.
(2)Los dos trozos de esta cadena, que formaba sin duda una sola, son iguales en su longitud de treinta y dos palmos, poco mas ó menos cada una, aunque desiguales en su grueso y número de eslabones, pues una tiene cincuenta y nueve, y otra setenta y siete.

Hago omisión acerca de la diferencia sobre cómo son identificados los atacantes de la Corona de Aragón en el artículo de la Wikipedia francesa (y ni siquiera enlazo la misma página en catalán, claro) y el texto arriba transcrito, pero sí quiero señalar que, según todo parece apuntar, don Vicente Boix y Ricarte erró en el día de la acción de armas, que no fue el 29 sino que en realidad se trató de un saqueo de tres días, entre el 20 y el 23.

Es decir, que hoy se cumplen 590 años desde que las famosas cadenas estuvieron a disposición de la Ciudad de Valencia (aunque no sé cuándo llegaron a puerto ni cuándo se instalaron en la Catedral).

Créditos:
Extracto (incluyendo pies de página) del Libro V, en el tomo I, de la Historia de la Ciudad y Reino de Valencia, obra de Vicente Boix, publicada en Valencia en 1845, tomado (manteniendo la ortografía de la época) de la tercera edición facsímil en la Bibliotheca Valentina, en 1979 (pp. 318-320), de la biblioteca del autor.
Fotografías de los “dos trozos de esta cadena”, en la Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, en octubre de 2012 y agosto de 2013, respectivamente, del autor.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Primera dama, primero madre

- Señora Kennedy, de verdad que no hacía falta que llamase –dije–, pero es un honor oírla, esa es la verdad.


- Quería darle las gracias por lo que ha hecho –dijo ella–. Sé que mi marido ya se lo ha agradecido de parte de los dos, pero... Señor Amberson... –La primera dama se echó a llorar–. Quería darle las gracias en nombre de nuestros hijos, que han podido decirles buenas noches a su madre y su padre por teléfono esta noche.

Créditos:
Extracto del capítulo 29 en la Parte 6 Míster Tarjeta Verde, de la obra de Stephen King 22/11/63, según traducción de José Óscar Hernández Sendín y Gabriel Dols Gallardo, tomado de la primera edición (marzo de 2012) realizada por Plaza y Janés (pág. 794), de la biblioteca del autor.
Fotografía (de AFP), de John F. Kennedy en la Oficina Oval de la Casa Blanca, en Washington DC, jugando con sus dos hijos, John F. Kennedy, Jr. y Caroline Kennedy, el 10 de octubre de 1962, tomada del especial de infobae.com.

En el filo de la navaja

Al principio de la novela, el amigo de Jack Epping, Al, plantea la probabilidad de que Oswald fuera el único tirador en un noventa y cinco por ciento. Después de leer una pila de libros y artículos sobre el tema casi tan alta como yo, la situaría en un noventa y ocho por ciento, quizá incluso en un noventa y nueve. Porque todas las crónicas, incluidas las escritas por teóricos de la conspiración, cuentan la misma historia americana básica: he aquí a un peligroso canijo sediento de fama que se encontró en el lugar adecuado para tener suerte. ¿Que había muy pocas probabilidades de que pasara tal y como sucedió? Sí. También las hay de ganar la lotería, pero alguien la gana todos los días.


Probablemente las fuentes más útiles que leí en la preparación para esta novela fueron Case Closed, de Gerald Posner; Legend, de Edward Jay Epstein (una chifladura a lo Robert Ludlum, pero divertida); Oswald, un misterio americano, de Norman Mailer; y Mr. Paine's Garage, de Thomas Mallon. El último ofrece un brillante análisis de los teóricos de la conspiración y su necesidad de encontrar orden en lo que fue un suceso casi aleatorio. El Mailer también es excelente. Dice que acometió el proyecto (que incluye extensas entrevistas con rusos que conocieron a Lee y Marina en Minsk) creyendo que Oswald era la víctima de una conspiración, pero al final llegó a convencerse –a regañadientes– de que la vieja y aburrida Comisión Warren tenía razón: Oswald actuó solo.
Es muy, muy difícil que una persona razonable crea otra cosa. La Navaja de Occam: la explicación más sencilla suele ser la correcta.

La cuestión es que hay mucha gente que no es razonable, y claro, se corta con la navaja.

Créditos:
Extracto del Epílogo, de la obra de Stephen King 22/11/63, según traducción de José Óscar Hernández Sendín y Gabriel Dols Gallardo, tomado de la primera edición (marzo de 2012) realizada por Plaza y Janés (pág. 855), de la biblioteca del autor.
Fotograma de la película casera rodada en la Dealey Plaza de Dallas por George Jefferies el 22 de noviembre de 1963, justo antes del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, tomada de la noticia publicada por ABC el 21 de febrero de 2007, de la hemeroteca del autor.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Y al disco le salieron teclas

Había una cabina telefónica entre la estación de servicio y el concesionario adyacente. Entré, cerré la puerta, y leí el cartel escrito a mano sobre el anticuado aparato: RECUERDE: LLAMADAS AHORA A DIEZ CENTAVOS, CORTESÍA DE «MAMÁ» BELL.
(…) Inserté los diez centavos de 1953 en la ranura y fui recompensado con el tono de marcado. Realicé la llamada lenta y cuidadosamente, tratando de recordar si alguna vez había utilizado un teléfono con disco rotatorio. Creía que no. Cada vez que lo soltaba, el teléfono emitía un extraño cloqueo mientras el disco retrocedía a su posición inicial.

La escena anterior se sitúa en septiembre de 1958. Al revés que el protagonista de la novela, muchos de nosotros sí hemos hecho girar el disco de un teléfono, e, incluso, ni siquiera hemos podido hacerlo, ya que en nuestro aquel entonces y lugar, el servicio telefónico todavía no era automático.

Sin embargo, poco le quedaría al protagonista para ver cómo el disco empezaba a ser sustituido.

Gracias a la entrada en el mercado del teclado numérico (al principio con tantas teclas como cifras, y luego ya con las doce ahora conocidas), el tiempo dedicado a marcar se veía muy reducido, aunque se perdiera el encanto de ver cómo “el disco retrocedía a su posición inicial” (además de perder el ambiente creado por el “extraño cloqueo”).

Y esto tuvo lugar (en Estados Unidos, claro) un 18 de noviembre de, precisamente,… 1963.

Créditos:
Extracto del Capítulo 5, en la parte 2 El padre del conserje, de la obra de Stephen King 22/11/63, según traducción de José Óscar Hernández Sendín y Gabriel Dols Gallardo, tomado de la primera edición (marzo de 2012) realizada por Plaza y Janés (pp. 131-132), de la biblioteca del autor.
Datos tomados del artículo Pensado que el teléfono no arde, que no suena, que no interrumpe la cena, de Quim Monzó, publicado en Magazine, suplemento dominical repartido con el periódico Levante, el 18 de noviembre de 2007, de la hemeroteca del autor.
Imagen del anuncio de la exposición de la Fundación Telefónica, tomado de la contraportada del ABC Cultural de 20 de julio de 2013, de la hemeroteca del autor.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Non occides


En el nonagésimo quinto aniversario del armisticio que puso fin a la Gran Guerra, la de 1914-1918, que lamentablemente tuvo que ser conocida luego como I Primera Guerra Mundial.

En Alemania, en Francia, en Italia, en el Reino Unido, en el resto de Europa, en los Estados Unidos, en el conjunto del Mundo, descansen en paz.

Créditos:
Fotografía del relieve correspondiente al quinto mandamiento, en una puerta en la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine de París, en septiembre de 2008, del autor.

United Kingdom


Créditos:
Montaje de fotografías de la placa y del monumento dedicado a los marinos de las flotas mercante y pesquera británicas, muertos en alta mar durante la Gran Guerra, en Londres, en septiembre de 2012, del autor.

Italia


Créditos:
Fotografía de la lápida de recuerdo de los hebreos venecianos caídos en la Gran Guerra, en el Gheto vechio, en Venecia, en septiembre de 2009, del autor.

France


Créditos:
Fotografía del cuadro con los nombres de sacerdotes y clérigos de la Diócesis de París, muertos en la Gran Guerra, en la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine de París, en septiembre de 2008, del autor.

Deutschland


Créditos:
Fotografía de la lápida de recuerdo de, entiendo, feligreses caídos en la Gran Guerra, en la Catedral de Berlín, en enero de 2010, del autor.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Una leonina y grande Piedra

León había nacido en Toscana, pero había venido muy pronto a la Ciudad Eterna, a la cual llamaba «mi patria». Por su ascendencia y por su educación, era un verdadero Romano, de aquella raza que había sido tan fuerte bajo la República y en el siglo de oro del Imperio. Agregado muy joven al clero romano, había alcanzado muy pronto en él una gran autoridad por sus virtudes, su inteligencia y su carácter. Cuando todavía era un simple acólito, había sido encargado por Sixto, el futuro Papa, de una misión de confianza cerca de San Agustín. (…) Como consejero de Celestino II y de Sixto III fue luego encargado en varias ocasiones de misiones diplomáticas y religiosas. Cumplía una, muy delicada, en las Galias, cuando murió el Papa. El prestigio de León era tan grande que los fieles romanos lo eligieron, ausente. Fue consagrado a su regreso, el 29 de septiembre de 440. Tenía entonces entre cuarenta y cincuenta años.
La situación, de todos modos, era grave. En Occidente, Valentiniano III, menguado adolescente de veinte años, sólo tenía fuerzas para sus placeres, (…). En Oriente, Teodosio II el Calígrafo, bajo la influencia del gran chambelán Crisaro, se había convertido en protector de los herejes. ¡Qué vigorosa aparecía la figura de León ante aquellos turbios personajes! Tenía una idea elevadísima de la misión que le incumbía en adelante. «¡El bienaventurado Pedro, exclamaba, persevera en la solidez de piedra que recibió; y no abandonará nunca el gobierno de esa Iglesia que se puso en su mano!» Tenía conciencia de que proseguía la obra del Príncipe de los Apóstoles: y no había de fracasar en ella.
San León se nos aparece, pues, bajo el aspecto de un jefe. Claro, preciso, metódico, fue uno de esos cerebros que ordenan, instintivamente, las gestiones más complejas y hallan su solución práctica. Su carácter era sólido, inquebrantable. Los acontecimientos hostiles no hacían mella en él; cuando todo caminaba hacia el desastre, se mantenía firme y su maravillosa serenidad apaciguaba las inquietudes que le rodeaban. Fue también un alma generosa, siempre abierta, impregnada de la caridad de Cristo; y aunque dominó las desdichas de su época, no se le debe creer insensible a ellas. Y todos aquellos méritos, de los cuales tuvo una exacta conciencia, porque sabía a qué alto designio los consagraba, reposaron sobre un fondo de humildad, aumentado por la conciencia que tenía de su misión. «¡No juzguéis de la herencia por la indignidad del heredero!», murmuraba, y esa frase lo resume. Es la fe, la conducta de un verdadero cristiano.
Un hombre semejante estaba predestinado para consolidar la Iglesia en aquella época crítica. (…) Frente al Imperio en trance de disgregación, opuso «Roma, Sede Sagrada del bienaventurado Pedro, merced al cual ha llegado a convertise en la Reina del Universo». (…)
Su papel en la Iglesia fue inmenso. Quiso que no se le escapase nada de cuanto se refería a los sagrados intereses que tenía a su cargo. En Roma, era muy accesible y se le veía salir a menudo de su palacio de Letrán para ocuparse de las calamidades públicas, hacer reedificar las ruinas, emprender excavaciones en las Catacumbas y distribuir trigo en las horas de hambre. En Italia (lo demuestra su correspondencia), se ocupó de mil cosas: de las condiciones que había que exigir a los candidatos al Episcopado, de la administración de los bienes eclesiásticos, de la fecha del Bautismo, de las relaciones con los Bárbaros. Hizo sentir su influencia incluso en las provincias lejanas, y no toleró que se transigiera con la tradición, con los principios o con su autoridad. (…) Luchó infatigablemente contra los herejes de toda índole: el Pelagianismo, el Maniqueísmo y el Priscilianismo le hallaron igualmente firme e igualmente decidido «a sacar a las almas del abismo del error». No hubo ninguna cuestión, grave o mínima, que interesase a la Igleisa, que él no examinase, y a la cual no tratase de imponer una solución. Con esa acción incesante y universal, San León aseguró para siempre la idea del primado de la Sede Apostólica y fue, según Batiffol, el organizador del Papado histórico. «Roma –leemos en carta dirigida por él en 10 de agosto de 496 [se trata de una errata, tal vez 456] a unos Obispos de África–, Roma da soluciones a los casos que se le someten; estas soluciones son sentencias y Roma, para el porvenir, establece sanciones». ¡Qué lenguaje! Era la primera vez que se oía tan alto en la Historia cristina.
(…) Más doctor que teólogo, San León contribuyó a ensanchar en muchas direcciones el campo del pensamiento Cristiano. Todavía se releen hoy con gusto, al menos en parte, sus sermones, tan dignos y de un nivel muy accesible. (…) Su obra escrita, aunque carece de bases filosóficas e incluso de cultura –no sabía el griego–, impresiona por el gusto que revela de las fórmulas netas y precisas, tan alejado como sea posible estarlo de las disertaciones «bizantinas».(…)
Así fue aquel hombre, aquel hombre de Dios. Por su sola presencia, por la confianza absoluta que manifestaba toda su vida en la perennidad de la Iglesia y su acción salvadora, fue verdaderamente la encarnación de la esperanza en una época en que toda ilusión desfallecía. Aunque la antigua Roma tuviera que desaparecer (¿lo sospechó acaso Saan León?), la Roma de los Apóstoles y de los Mártires estaba construida sobre una piedra que nada haría vacilar jamás. Esta convicción fue la que le dio el valor necesario para ir él, inerme sacerdote, a afrontar a Atila, y el prestigio suficiente para obtener de él la retirada de sus tropas. (…)
El 10 de noviembre de 461, murió aquel gran Papa. Se le depositó en el atrio de la basílica de San Pedro desde donde había de continuar, como dijo el epitafio redactado en 688 por el Papa Sergio I, «velando para que el lobo, siempre al acecho, no saquee el rebaño». Se ha dicho de él que fue el Papa del Viejo Mundo, y ello es cierto en el sentido de que fue el testigo más lúcido del drama en el que se desplomaba aquella sociedad. Pero, sobre todo, fue el Papa de la salvaguardia, cuya energía y cuya fe salvaron lo que podía ser salvado y prepararon a la Iglesia para el esfuerzo del mañana.

Y es que, en efecto, menos de quince años después, era derrocado Rómulo Augústulo, último emperador romano de Occidente, con el resultado, claramente visible en pocos años de que “ya no había Occidente, ni Europa, ni unidad romana, y un mosaico de Estados Bárbaros había sucedido al Imperium.
Sin embargo, persistió un principio de unidad, que fue siempre el mismo: la Iglesia, el Cristianismo, al cual se le veía trabajar por todas partes, resistir a los Visigodos [entonces arrianos] con el Obispo Sidonio Apolinar, arrostrar a los feroces Vándalos en África, y continuar la conquista de las almas, la formación de los hombres, la dirección y la administración; la Iglesia que, encarnada en sus Papas, continuaba la obra de León el Grande.

Créditos:
Extractos de los apartados San León el Grande y el Papado y El fin del Occidente Romano, del capítulo II El huracán de los Bárbaros y los diques de la Iglesia, en el Tomo III La Iglesia de los tiempos bárbaros, de la obra de Daniel Rops, Historia de la Iglesia de Cristo, tomado de la edición especial realizada para Círculo de Amigos de la Historia, en 1970 (pp. 75-78 y 79), de la biblioteca del padre del autor.
Fotografía de la estatua de San Pedro sedente (atribuida a Arnolfo di Cambio), en el interior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, de septiembre de 2011, del autor.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Blindemos los cristales

Esta noche se cumplen 75 años de la Noche de los cristales rotos, pogromo que, a su propia maldad (que ya se mostraba desde unos años antes), añadió la de ser un paso (más) en el camino del Holocausto. Camino que, desgraciadamente, siempre hay quien quiere recorrer, aunque sea de palabra, incluso en donde menos se pudiera esperar.

Aquella noche, una de las sinagogas que fue atacada era la Neue Synagoge, en la Oranienburger Strasse de Berlín. En una de las placas que hay en su fachada recordando lo sucedido se hace una llamada a no olvidar aquellas brutalidades.

No obstante, quiero llamar la atención sobre la otra placa, donde destacan las palabras «Willen» y «Freunde», ‘voluntad y ‘amigos’.

Que es lo que, sin olvidar el pasado, permite construir el futuro.

Créditos:
Fotografías de la Neue Synagoge de Berlín, (atacada durante la Kristallnacht y terminada de reconstruir en 1995), y de una de las placas de recuerdo en su fachada, en enero de 2010, del autor.

Guardados por quien guardaron

La imagen de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid “fué hallada, segun la tradicion, en un cubo de esta muralla, cerca del Almudin ó Alhóndiga de los moros; habiendo permanecido oculta en él, según se cree, desde que lo fué por los fieles en tiempo de la invasion, durante trescientos setenta y tres años, que al decir de los autores duró en Madrid la dominacion sarracena, hasta el 9 de noviembre de 1083, en que fué hallada por el mismo rey conquistador [AlfonsoVI]: como así lo expresaba la inscripcion puesta en el nuevo arco ó puerta construida en 1708 y derribada en nuestros dias.


La tradición también dice que el hallazgo fue facilitado por un derrumbe parcial del paño de la muralla, dejando al descubierto el hueco donde la imagen había sido escondida; además, se pudo observar que seguían encendidas las velas que la devoción puso en su día ante la imagen.

Tampoco está clara la relación que se insinúa en la etimología del nombre de la advocación y ‘almudín’, tomando fuerza la opinión de que la relación sea con ciudadela o «al-mudayna».

Hay otra tradición acerca del hallazgo de la imagen, en la que el esquema general es similar, pero varían los protagonistas.

Pero, siendo festivo (en Madrid), la dejaremos para otra ocasión.

Créditos:
Extracto del Capítulo II Desde el Alcázar a la Cuesta de la Vega, de la obra El antiguo Madrid. Paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa, de Ramón Mesonero Romanos, tomado de la edición facsímil realizada en 1997 por Ediciones Al y Mar (pág. 29), de la biblioteca del autor.
Fotografía de la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, coronando la fachada de la Catedral de la Almudena, en Madrid, en octubre de 2013, del autor.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La Historia pasa… sin enterarnos

En aquel año de elecciones presidenciales, pasé los meses de agosto y septiembre recorriendo Dallas en el Sunliner a la caza de un apartamento...

1960 fue en Estados Unidos  un año cuyas elecciones presidenciales presentaron unas características curiosas. Por ejemplo, fue el primero desde 1892 en que ya no se pudo hacer el recorrido de campaña de estado en estado sin salir de la zona de las elecciones (incluso, fue el primero en el que la caravana electoral no pudo acceder por tierra a uno de los estados en disputa -Hawai-); fue también el primero con la actual composición de los Estados Unidos de 50 estados, y por tanto, en el que ya no ondeaba la conocida bandera de las 48 estrellas; fue también nuevamente, como en 1864, un año con candidatos nacidos en el mismo siglo de las elecciones.

Y al igual que en 1892, y que en las primeras elecciones del siglo XX (1904), tuvieron lugar un martes 8 de noviembre.

Pero por lo que se conocen las elecciones de 1960 no es por nada de lo comentado, sino por ser las que ganó John Fitzgerald Kennedy.

El 22 de septiembre finalmente encontré un lugar que parecía habitable.

Otra cosa curiosa de aquellas elecciones es que fueron las primeras en las que la televisión tuvo un papel importante, no ya como canal de información, sino como lugar de debates electorales.

Aunque fueron cuatro los debates, el que marcó la campaña (y, podría decirse, la Historia) fue el primero, celebrado el 26 de septiembre, ante una audiencia de 70 millones de televidentes, atraidos supongo que más que por la política por la novedad de un debate televisado.

Por eso resulta también curioso que en una novela que se desarrolla en esos tiempos, y siendo Kennedy el personaje que continuamente está presente en ella, la siguiente referencia tras el 22 de septiembre sea:
El 28 de septiembre, una semana antes del inicio previsto de la Serie Mundial,...

Es decir, nada. A pesar de lo que, supuestamente, marcó aquel primer debate, en el desarrollo vital que se nos muestra en la novela, no hay ninguna referencia a él. En realidad, no deja de tratarse de una novela y por tanto, como bien se nos indica más adelante:
Vamos a dar otro salto adelante en el tiempo (las narraciones también contienen madrigueras de conejo, cuando uno se para a pensarlo), pero primero tengo que relatar un suceso más de 1960 [¿se tratará, ahora, de las mismas elecciones?]. Fort Worth. 16 de noviembre de 1960 [pues no, ya han pasado]. Kennedy, el presidente electo desde hacía poco más de una semana.

Como podemos ver, no siempre marca la vida un hecho histórico en el preciso momento en que se produce. Ni siquiera aunque haya sido televisado, como aquel primer debate. De hecho, la misma novela se preocupa de mostrarnos cuánto tardamos en darnos cuenta de la importancia de las cosas:
“[Jamás subestimes] el poder de la televisión. Sin la tele, Kennedy nunca hubiese ganado a Nixon.

(Este comentario se sitúa en marzo de 1963, dos años y medio después del primer debate.)

Eran las siete cuarenta y cinco de la tarde del 18 de mayo de 1961.

Y claro, si nada de lo anterior ha sido merecedor de figurar en las páginas de la vida, aunque sea novelada, la toma de posesión el 20 de enero de 1961, menos aún, ¿no?

Sin embargo, paso a paso, la Historia va construyéndose.

Créditos:
Extractos de los capítulos 12 y 13, en la Parte 3 Viviendo en el pasado, y 21, en la Parte 4 Sadie y el General, de la obra de Stephen King 22/11/63, según traducción de José Óscar Hernández Sendín y Gabriel Dols Gallardo, tomado de la primera edición (marzo de 2012) realizada por Plaza y Janés (pp. 315, 317, 332, 333,566 y 337), de la biblioteca del autor.

Manteniendo un espíritu humorístico

«Van dos espíritus y se cae el del médium.»

Créditos:
Chiste de mi hijo de hace una semana (y unas horas).
Imagen de Mac Latha, “fantasma particular al que sóloSir Tim O’Theopuede ver y oír”, tomada de ¡Devuélveme mi fantasma!, aventura de Sir Tim con guión de Raf y dibujos de Raf y equipo, publicada en el Extra de Primavera de 1979 de la revista Tío Vivo, editada por Bruguera, de la tebeoteca de la familia del autor.