No, no vamos a hablar de
la gloriosa comida británica… aún.
Como anuncia el título,
hablaremos de un glorioso pie, en concreto, el mío, en particular, el derecho.
Ya el domingo anterior,
unos zapatos con unos cuantos días de prueba y adaptación, decidieron
manifestarse ostentóreamente, que diría
aquel, y, ligeramente herido el izquierdo, quedó el derecho manifiestamente
mejorable en la zona del Tendón de Aquiles. Es decir, que «el de los pies
ligeros»,… no era yo.


Créditos:
Imágenes del logo y lema de
Boots (de un bolsita), y de las cajas
de tiritas que compré… y utilicé.