No, no vamos a hablar de
la gloriosa comida británica… aún.
Como anuncia el título,
hablaremos de un glorioso pie, en concreto, el mío, en particular, el derecho.
Ya el domingo anterior,
unos zapatos con unos cuantos días de prueba y adaptación, decidieron
manifestarse ostentóreamente, que diría
aquel, y, ligeramente herido el izquierdo, quedó el derecho manifiestamente
mejorable en la zona del Tendón de Aquiles. Es decir, que «el de los pies
ligeros»,… no era yo.
Visto que antes caia
Troya que mi pie se curara, tuve que recurrir a nuevos suministros de tiritas
para que, aun más allá de lo exigible, mi pie, gloriosamente, cumpliera con su
deber.
Si no para caminar, desde
luego, estas boots sí ayudaron para
poder hacerlo. Aunque, como en la canción, tuviera que parar de vez en cuando y
sentarme a descansar los pies.
Créditos:
Imágenes del logo y lema de
Boots (de un bolsita), y de las cajas
de tiritas que compré… y utilicé.
Espero que tan glorioso pie, junto a su compañero, se encuentre ya restablecido. Y es que... ¡qué mal se siente uno cuando duelen los pies!
ResponderEliminarSaludos.
Ten cuidado que "pie" también es comida ne inglés...
ResponderEliminarMGae:
ResponderEliminarSí, no plenamente, pero sí lo suficiente. Muchas gracias.
Zuppi:
En efecto. De hecho es lo que comí en una de las ocasiones: un estofado dentro de un envoltorio de hojaldre; precisamente, a mí que el hojaldre no me entusiasma. Pero se superó la prueba.
Un saludo a ambas.