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sábado, 19 de enero de 2013

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Restos de… ejercicio

En esta  anotación, y sin más comentarios, algunos restos de los libros adquiridos el pasado ejercicio que aún no han sido ‘presentados’ en estas páginas.




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Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Michael Crichton y el clima

El día 12 último pasado (como se decía antes), Rufus (bienvenido, ¿no serás Rufus T. Firefly, por un casual?), hizo un comentario a mi anotación sobre Michael Crichton, lamentando su pérdida, y recomendando un artículo suyo (cuya memoria yo ya había perdido, gracias), sobre el calentamiento global.

De acuerdo con el carácter de Michael Crichton, el título del artículo es ciertamente provocador: "Los extraterrestres causan el calentamiento global". En realidad, no se trata de un artículo sino de una conferencia pronunciada el 17 de enero de 2003, y no puede negarse que empieza fuerte:

"Mi asunto de hoy suena humorístico, pero desgraciadamente hablo en serio. Voy a argumentar que los extraterrestres están detrás del calentamiento global"

A lo largo del discurso de la conferencia, habla de la famosa ecuación de Drake, y de unos libros referentes a si estamos solos. El tal Drake no es Sir Francis, aunque se llama igual, pero como hay confianza, nos referiremos a él como Frank Drake.

Como tal (en realidad, Frank D. Drake) dió una conferencia con el título "Los problemas de un contacto por radio" (en la que no hace referencia a su ecuación), que junto con otras 10 conferencias de otros tantos científicos, fueron transmitidas por la Süddeutsche Rundfunk, formando una serie con el título ¿Estamos solos en el Cosmos? El conjunto de estas conferencias fue publicado en Alemania en 1970 en forma de libro (Sind wir allein im Kosmos?), y cinco años después, aquí en España, por Plaza&Janés, según traducción de Ángel Sabrido, en su famosa colección Rotativa, incorporándose a mi biblioteca muy poco después.

También Crichton habla en su conferencia del proyecto SETI, del invierno nuclear, de la Agencia Federal para la Protección del Medio Ambiente (EPA), y de Bjorn Lomborg, su libro "El ecologista escéptico" y de cómo fue científicamente tratado.

Michael Crichton no permaneció callado sobre esta forma de hacer ciencia, y, dos años después, insistió en estos temas con el discurso La predicción imposible.

Finalmente, como ejemplo de cómo está el patio en estos temas, sólo apuntar que el libro de Lomborg fue publicado en Dinamarca en 1998, traducido al inglés en 2001, y publicado en España por Espasa, en 2003 (como puede observarse, una cosa es el interés por la disidencia y otra muy distinta, las prisas) y, merced a una reseña publicada en octubre, finalmente lo compré en 2004.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Michael Crichton

Ayer martes, además de otras cosas más difundidas, también sucedió que Michael Crichton se nos ha adelantado en este día a día.

Yo lo conocí, mejor dicho, supe de su existencia, hace mucho, mucho tiempo, allá por el siglo pasado, sobre mediados de la octava década del siglo, o sea, los años 70, cuando, día arriba, día abajo, leí su novela "La amenaza de Andrómeda" en un ejemplar editado por el Círculo de Lectores, existente en la extensa y fértil biblioteca de mi padre.

Como desde entonces ha demostrado una y otra vez el autor, ya me cautivó (que dicen los cursis) la tensión científica y tecnológica (los que saben hablar mal en varios idiomas, dicen "techno-thriller") que empapaba la trama de la novela.

Los laboratorios secretos de investigación puntera; los equipos formados por personas normales y corrientes, "durmientes" que se diría ahora, y que se "activaban" en casos de emergencia, nacional, por supuesto; los experimentos con animales, enterándome así de la existencia de los monos Rhesus (ahora, mucho más recientemente, también me he enterado de que son estos monos los que han dado nombre al famoso factor Rh de la sangre);... bueno, y lo más "tierno", visto desde estas fechas actuales, lo increíblemente avanzados que eran los sistemas informáticos en la época, y especialmente, los listados de resultados (con su típico tipo de letra, que ahora se dice "fuente") y, sobre todo, los gráficos que reflejaban dichos resultados, elaborados mediante una matriz de caracteres, porque las impresoras hacían lo que hacían, y no más.



No recuerdo cómo fue exactamente, pero es muy posible que la curiosidad por la novela me la generara la lectura de una reseña a la película, la cual no he visto hasta su edición (la agresividad publicitaria dice "lanzamiento") en DVD. Aquí arriba están el cartel original de la película (Internet dixit) y la carátula del DVD adquirido por mí en su día. Como se puede observar, la carátula del DVD no tiene punto de comparación respecto al cartel original de la película, limitándose a una llamada publicitaria un poco "antediluviana", je, je.

Bueno, pues fue en un breve artículo, de reseña de la película, en la revista "Trinca", a la que desaparecieron en su momento.
Pero como esta anotación se ha hecho un poco larga, hablaremos de la revista coming soon.