miércoles, 31 de octubre de 2012

:D

Casi podría decirse que en silencio y recogimiento, se han cumplido hoy los quinientos años de la finalización por parte de Miguel Ángel de los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina.

Tal vez mejor así, porque lo que se suele olvidar, aunque se mencione muchas veces el nombre, es lo que ha recordado hoy el papa Benedicto XVI: que es una capilla para rezar.

Créditos:
Fotografía de los paneles informativos de la Capilla Sixtina, en el Cortile della Pigna, en los Museos Vaticanos, en septiembre de 2011, del autor.

La base es que todos somos distintos

En algunos aspectos, la noche de Halloween se puede considerar exactamente igual a la Navidad.

Este pasado agosto publiqué una anotación acerca de la inspiración en un escritor, tomando como referencia el primer relato incluido en el volumen Cuentos de los Viudos Negros, de Isaac Asimov.

Dicha anotación supuso un comentario firmado por Unknown, quien sólo sabía de dos de los tres volúmenes publicados. Tiempo después era yo quien me enteraba de que el comentarista no me era desconocido, sino un compañero de trabajo, a quien presté el tercer libro, con el resultado, antes de que nadie diga nada, de que me ha sido devuelto esta mañana.

No sólo eso, sino que me ha comentado que uno de los relatos (tengo que decir que de los tres volúmenes, el único que ha permanecido en mi memoria es el titulado La cruz de Lorena, precisamente el primero del tercer volumen), hace referencia a Halloween, por lo que toca hablar algo de él (del relato, claro).

La frase del inicio de la anotación fue explicada por quien la oyó como que su autor era un hombre de familia. Durante la reunión de los Viudos Negros, el análisis de la misma concluyó que su autor, en realidad, era un matemático.

No desarrollaré aquí el análisis matemático expuesto en el relato, y sólo comentaré que la base del mismo es numérica, y con ello no me estoy refiriendo a las cifras de las fechas de ambas festividades.

Sí puedo decir que hay otra relación (siguiendo el mismo análisis) que aprecié al finalizar el relato, aunque en él no figura.

También puedo decir, ya que se expone  en el relato antes del análisis en cuestión, que el autor de la frase no era hombre de familia, sino culpable de fraude fiscal.

La conclusión última tal vez sea que no es bueno ver sólo los significantes (fijarse en los números), sino los significados (las festividades, y con ellas, las personas).

Por cierto, curiosamente, el relato en cuestión comienza con una discusión sobre la intuición en el trabajo de los artistas del grupo (un pintor y un escritor), describiéndola como un ‘razonamiento no detectado’. O sea, la inspiración objeto de mi anotación inicial.

Créditos:
Extracto del relato Un hombre de familia, de Isaac Asimov, según traducción de Jorge A. Sánchez, incluido en el volumen El archivo de los Viudos Negros, publicado en 1990 por Alianza Editorial como número 1.493 de su colección El libro de bolsillo (pág. 49).

Un punto de penitencia


Y sólo en vida más pura
los justos comprenderán
que el amor salvó a don Juan
al pie de la sepultura.

Créditos:
Azulejos conmemorativos de la redención de don Juan Tenorio por el amor de doña Inés de Ulloa, en el Barrio de Santa Cruz, en Sevilla, de enero de 2010, del autor.
Extracto del parlamento de la sombra de doña Inés en la escena III, y, en el título, antepenúltimo verso pronunciado por don Juan Tenorio, en la escena última, ambas escenas del acto tercero Misericordia de Dios y apoteosis del amor, de la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, tomados de la edición de Espasa-Calpe, como número 180 de la colección Austral (décima edición, de 1978) (pp. 146 y 147).

Laus Deo


Dos años ya, aunque se celebró solemnemente este pasado domingo.

martes, 30 de octubre de 2012

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Evitando olvidos

Días pasados, problemas con la conexión a internet hicieron que tuviera más tiempo para ordenar libros, con el satisfactorio resultado de que me diera cuenta de la ausencia de algunos de ellos en esta serie.

Como no se trata de que se olviden los libros en cuestión, y menos aún, de lo que se cuenta en los mismos, precisamente hoy, aquí los traigo.


Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

Sin sombra… de duda

Le fantôme de l’Opéra a existé. Ce ne fut point, comme on l’a cru longtemps, une inspiration d’artistes, une superstition de directeurs, la création falote des cervelles excitées de ces demoiselles du corps de ballet, de leurs mères, des ouvreuses, des employés du vestiaire et de la concierge.
Oui, il a existé, en chair et en os, bien qu’il se donnât toutes les apparences d’un vrai fantôme, c’est à dire, d’une ombre.


Créditos:
Inicio del Avant-Propos de Le fantôme de l’Opéra, de Gaston Leroux, tomado de la primera reimpresión (1987) de la edición realizada, en un volumen junto con otras obras, por Éditions Robert Laffont S.A. (París) en 1984 (pág. 19).
Fotografía de un pasillo en el interior del Palau de les Arts de Valencia, anoche, del autor.

Ayer no entramos en Carnaval


... pero sí en Luna Llena...


… por lo que nos fuimos a la ópera.

Créditos:
Fotografía del Palau de les Arts de Valencia, bajo el plenilunio, anoche, del autor.

jueves, 25 de octubre de 2012

That fought with us upon Saint Crispin’s day

¡Oh, no ansíes un hombre más! Proclama antes, a través de mi ejército, Westmoreland, que puede retirarse el que no vaya con corazón a esta lucha; se le dará su pasaporte y se pondrán en su bolsa unos escudos para el viaje; no querríamos morir en compañía de un hombre que temiera morir como compañero nuestro. Este día es el de la fiesta de San Crispín; el que sobreviva a este día volverá sano y salvo a sus lares, se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha, y se crecerá por encima de sí mismo ante el nombre de San Crispín. El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta, invitará a sus amigos y les dirá: "Mañana es San Crispín." Entonces se subirá las mangas, y al mostrar sus cicatrices, dirá: "He recibido estas heridas el día de San Crispín." Los ancianos olvidan; empero el que lo haya olvidado todo, se acordará todavía con satisfacción de las proezas que llevó a cabo en aquel día. Y entonces nuestros nombres serán tan familiares en sus bocas como los nombres de sus parientes: el rey Harry, Bedford, Exeter, Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester serán resucitados por el recuerdo viviente y saludable con copas rebosantes. Esta historia la enseñará el buen hombre a su hijo, y desde este día hasta el fin del mundo la fiesta de San Crispín y Crispiniano nunca llegará sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo, el recuerdo de nuestro pequeño ejército, de nuestro feliz pequeño ejército, de nuestro bardo de hermanos; porque el que vierta hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición, y los caballeros que permanecen ahora en el lecho en Inglaterra se considerarán como malditos por no haberse hallado aquí, y tendrán su nobleza en bajo precio cuando escuchen hablar a uno de los que ha combatido con nosotros el día de San Crispín.

Shakespeare nos muestra poéticamente esta arenga del rey Enrique V en los momentos previos a la batalla de Agincourt, momento crucial en la Guerra de los Cien Años, en que el ejército de Inglaterra, muy inferior en número al de Francia, derrotó a éste, y, por diversos problemas, que ahora diríamos de logística, no pudo acabar ese mismo otoño de 1415 tomando París y acabar así la guerra.

Prescindiendo, igual que Shakespeare, de la masacre imperdonable que sucedió tras la batalla, sí podríamos leer, con otro enfoque, tanto la arenga como el desarrollo posterior de la guerra.

Y es que tal vez sí sea de aplicación lo de que los caballeros que permanecen ahora en el lecho en Inglaterra se considerarán malditos”, visto en relación con quienes, no este día de San Crispín, sino el pasado de San Hilarión (21 de octubre), o, previsiblemente, el próximo de Santa Catalina (25 de noviembre), permanezcan en su lecho, es decir, en la abstención, en unas elecciones en las que no sólo se dirimía (o se dirimirá) si la gestión de un asunto regional se realiza de un modo u otro.

Sí, mejor que se retire el que no vaya con corazón a la lucha planteada en esas elecciones. No se necesita, supuestamente al lado, a nadie que tema morir en esa lucha. El ejército, en este caso, de votantes no muestra muchas banderas desplegadas, pero se merece las palabras de quien no tema mostrar las cicatrices de las heridas recibidas en estos lances.

Y de lo que también se trata es de evitar que, por una deficiente gestión, una batalla ganada tan en el límite, no conlleve el triunfo final.

Y es que, Inglaterra, a pesar de la victoria en Agincourt, acabó, cuarenta años más tarde, perdiendo la Guerra de los Cien Años ante Francia, y con ella, sus territorios en el continente (desde entonces, salvo Calais, aislado).

Créditos:
Extracto del discurso del rey Enrique V, en la escena III del cuarto acto de La vida del Rey Enrique V, de William Shakespeare, según traducción de Luis Astrana Marín, editada en su día por Aguilar, y reeditada en 2007 en la colección de kiosco Grandes clásicos Aguilar, en el volumen I de las Obras completas de  William Shakespeare (pág. 722)
Ilustración mostrando el final de la batalla (de autoría sin acreditar) y verso final de la arenga (en el título de la anotación) de King Henry V, de William Shakespeare, tomados de The Illustrated Stratford Shakespeare, publicado por Chacellor Press en 1982 (reimpresión de 1991) (pp. 464 y 461).

Física ¿cinemática o cinegética?

Sea el vehículo V1 que circula a una velocidad c1, y el vehículo V2 que lo hace a c2, resultando que éste cada vez está más cerca de aquél.

Supongamos que, mientras, circula un vehículo V3 a una velocidad c3, y se encuentra que por delante de él circula un vehículo V4 a una velocidad c4, por la misma vía y en el mismo sentido de circulación, de modo que, siendo zona urbana donde la velocidad está limitada a cn = 50 km/h, no da alcance al vehículo V4, aun cuando la velocidad c3 es ligeramente superior a cn.

En estas condiciones, ¿cuando se encontrarán los vehículos V1 y V2? Razona tu respuesta, o al menos (¡venga, haz algo!), subraya la palabra vehiculo cada vez que figure en el enunciado (del mismo color o distinto, a discreción, lo que quiere decir "a tu elección o criterio").




(En realidad la pregunta del problema de física cinemática es:
«En estas condiciones, ¿qué vehículo de todos acabará saliendo en la foto del radar una vez estacione el vehículo v4 sobre la acera de la mediana central?»
pero queda poco científica.)

Créditos:
Fotografías de un vehículo (V4) de la Dirección General de Tráfico, en el Bulevar Sur de Valencia (zona del paso inferior de cruce con Ausias March –o sea, rotonda de los anzuelos), circulando, frenando con las luces puestas para maniobrar, y estacionado sobre la mediana, preparando la física cinegética habitual de la zona, todas del pasado lunes a primeras horas de la tarde, por un científico imparcial en el vehículo V3.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Poner(se) las pilas

Es el general Tolomeo quien nos interesa, pues él será quien gobierne a partir de entonces el legendario Egipto, desde el sur de Siria hasta los confines más recónditos del valle del Nilo. Las guerras de frontera, precisamente contra los otros generales del fallecido Alejandro, ahora convertidos en ambiciosos reyes, consumen las fuerzas de Egipto, pero, aun así, Tolomeo I funda un edificio en Alejandría más allá de los intereses militares: una biblioteca. No tuvo tiempo de más. Su hijo Tolomeo II le sucede en el trono, pero Tolomeo II no es el gran militar que fue su padre y pronto es derrotado en las fronteras del reino; Tolomeo II, rey faraón de Egipto, se concentra entonces en las grandes obras públicas en Alejandría [y] continúa con la consolidación de la biblioteca.

Entre todo lo que traían [los barcos que llegaban a Alejandría] había cestos enormes repletos de rollos y más rollos de papiro con volúmenes de todo tipo: obras de teatro, poemas épicos, tratados de filosofía, medicina, matemáticas, retórica y cualquier rama del saber de la época. Se trataba de recopilar todo el conocimiento para constituir la mayor y mejor biblioteca del mundo, pero llegó un momento en que todos los funcionarios del nuevo edificio se vieron desbordados por la enorme cantidad de rollos que tenían y así se lo comunicaron al rey. Fue entonces cuando Tolomeo II (…):
- Necesito que te ocupes de la biblioteca –le dijo Tolomeo II.

Hoy, no sé por qué, se celebra el Día de la Biblioteca. Así, en singular, tal vez por la cosa ésa de los recortes.

Por mi parte, he de reconocerlo, no he organizado ningún evento especial. Tal vez el próximo año, ahora que ya lo sé…

La ventaja que tengo, en relación con Tolomeo II, es que mi problema se limita a a ver cómo ordeno los libros, ahorrándome ver cómo ordeno a nadie que lo haga.

Y así estoy.

Créditos:
Extracto del relato ¿Quién inventó el orden alfabético?, de Santiago Posteguillo, incluido en la obra La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, editada, por primera vez, en septiembre de 2012 por Planeta.
Fotografía de unas pilas de libros de mi biblioteca junto con la placa correspondiente, ésta, uno de los detalles que espera su turno.

domingo, 21 de octubre de 2012

Una Marina musical


Hoy se cumplen 189 años del nacimiento de Emilio Arrieta, cuya obra más conocida es,  primero zarzuela, luego ópera, Marina.

Aquí un amigo: Bueno, uno, no, muchismos.

En BiblioCafé, los libros adquieren vida propia: se cambian de estante; los de devolución, se esconden; se 'suicidan' cuando nadie los quiere comprar, y se tiran del estante.

Esta introducción de José Luis Rodríguez, responsable de BiblioCafé, anunciaba una prometedora tarde  pues a continuación tenía lugar la presentación del último libro de Santiago Posteguillo por parte de… Santiago Posteguillo.

Conocido por sus novelas históricas ambientadas en la Roma republicana e imperial, Santiago Posteguillo es, en primer lugar, profesor en la Universidad Jaime I de Castellón, pero no de Historia Antigua ni de Latín, sino de Literatura inglesa y estadounidense. Y sobre esta faceta suya comenzó hablando.

Y es que su último libro va de libros, de sus autores, de sus épocas,… en definitiva, de la vida de unos y otros. Pero a esto, ya llegaremos. Volvamos al principio.

Contó que en un curso (voluntario) de literatura que estudió en la universidad, allá en Estados Unidos, aprendió la metodología del Dr. Kraft, que muy sucintamente nos explicó:
En primer lugar, para abrir boca, Faulkner y su El ruido y la furia. Para situarnos, explicó que Vargas Llosa dijo de esta novela que era el único libro en el que, para poder seguirlo, tuvo que ir tomando apuntes.

Luego, llegaba Conrad, con Lord Jim. Centrémonos sabiendo que el autor utilizaba el polaco con la familia, el francés para viajar, y el inglés para la literatura, “es decir, lo normal”.

Y no era sino después cuando llegaba una lectura más asimilable: Hemingway con su En nuestro tiempo.

Ya cuando tuvo confianza (“y con la nota puesta”, importante detalle) Santiago Posteguillo pudo resolver las dudas acerca del procedimiento gracias a este breve diálogo con el Profesor Kraft:
- ¿Ha pensado hacerlo al revés?
- ¡Jamás! Haciéndolo así se borran todos a los que no les gusta la literatura.

Ilusionado con la metodología (“Algo de razón tendría cuando sobrevivimos al curso sólo 12”), Santiago Posteguillo pensó en aplicar el procedimiento en sus clases en la Universidad, pero… en la Jaime I la asignatura de Literatura inglesa y estadounidense es… obligatoria. Y, además, comienza cronológicamente, es decir, con el Beowulf.

Por tanto... él empieza con El señor de los anillos y Gandalf (momento en el que nos apuntó la eterna cuestión de plagio frente a intertextualidad).

Y acaba leyendo en anglosajón el Beowulf.

Ya entrando en el libro, Santiago Posteguillo comentó diversos capítulos del mismo, y, haciendo como antes, es decir, volviendo al principio, nos expuso lo significativo (el adjetivo es mío) del hecho de que se desconoce quién inventó el fuego y quién la rueda, pero sí se conoce quién inventó el orden alfabético (para saberlo, mejor leer el libro).

La técnica narrativa que utiliza en los relatos es sencilla: “Juego a la intriga con el lector”, con un inicio novelado, que luego aclara.

Así, por ejemplo, en el relato sobre Shakespeare y la autoría de las obras a él atribuidas, sobre lo que zanjó todas las dudas: “Creo que no se sabe, pero me da igual”, pues lo importante son sus obras.

Sobre el curioso título del libro, nos remitió al relato en cuestión, recordándonos que durante la famosa estancia en la casa que Lord Byron tenía en Suiza, Percy Shelley leía en voz alta a sus compañeros el Quijote, y que Mary Shelley, su esposa, aprendió español precisamente  (al igual que Pushkin) para poder leerlo sin traducción interpuesta.

Nos mostró su especial cariño a Dostoievski de quien recrea en un relato su capacidad para terminar Crimen y castigo por la mañana y escribir ex novo El jugador por la tarde. Aunque, eso sí, precisó ayuda, no económica (que no hubiera conseguido por sus numerosas deudas, fruto de su ludopatía compulsiva), sino taquigráfica (en la persona de Anna Grigorievna Snitkina), para poder escribir todo lo rápido que su genio le inspiraba.

Santiago Posteguillo nos recordó también la disputa interna que hubo en España acerca de las propuestas para el Premio Nobel a favor, bien de Benito Pérez Galdós, bien de Ángel Guimerá, con el resultado de que ni uno ni otro. Introdujo el tema con el curioso hecho de que en Valencia, las calles que llevan el nombre de dichos literatos confluyen, cosa que no sucedió en los esfuerzos por apoyar la concesión del Premio para ambos. Y es que, en conclusión, “cuando los políticos se meten en otras aguas, naufragamos”.

El pequeño paseo entre los relatos del libro acabó, como no podía ser de otra manera, en otro principio: “Los adultos nos empeñamos en decirles a los niños qué libros deben leer”. No así es J.K. Rowling y su Harry Potter: “la chispa es que no trata a los chavales como idiotas”.

El libro consta de 24 relatos, pero… “no está Blasco Ibáñez”, le dijo Antonio Penadés, quien acompañaba en la presentación a Santiago Posteguillo.
Y muchos más. No se trata de un libro de 1.000 páginas de historia de la literatura”. Se quería “algo ágil”, y, claro, “hay que cortar”. Recordó sobre Blasco Ibáñez Tiempo de valientes, la reciente novela de Basilio Trilles. Y sobre la importancia literaria de Blasco Ibáñez señaló que en 1919 el libro más vendido en EEUU era de Blasco Ibáñez (aunque él no dijo cuál, lo digo yo: Los cuatro jinetes del Apocalipsis).

Pero (¿otro pero?) aún hay esperanza: “me están pinchando para continuar”.

El último relato del libro acaba recordándonos que la historia de la literatura empieza mucho antes que la escritura, es decir, con el cuento y la tradición oral.

Lo que es una forma de decir que ya he escrito bastante.

Del libro y de su presentación. Del autor sólo recogeré lo que comentó Antonio Penadés:
Me hubiera gustado tenerlo por profesor de literatura, pero lo tengo como amigo, lo que es mejor.

Créditos:
Fotografías de la presentación de La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, acto y libro de Santiago Posteguillo, en BiblioCafé este pasado miércoles día 17.
Imagen del cartel publicitario, tomada de la página de facebook de BiblioCafé.
Imagen de la ilustración de inicio del relato Veintiséis días, dedicado a Dostoievski, obra de alademosca, tomada del libro en cuestión.

sábado, 20 de octubre de 2012

¡Anda, el viaje!


Hace años, éstos podían ser los olvidos más habituales.

Desde hace un tiempo, a éstos o similares, hay que añadir los olvidos que se producen en los cada vez más frecuentes viajes.

Justo al día siguiente de regresar del último viaje a Londres, ABC se hacía eco de “una encuesta elaborada entre más de 130 directores y personal de la cadena hotelera Choice Hotels en Europa”. De acuerdo con ella, “los cargadores y los adaptadores electrónicos (68%) son los objetos que mas olvidan los huéspedes de la cadena hotelera. Le siguen los zapatos o la ropa (21%), material de lectura (8%) y gafas de sol (7%)”.

Casi un año antes se había publicado un estudio similar por parte de la cadena NH Hoteles: “El cargador del móvil, el pijama y la ropa interior, el libro de cabecera, el pasaporte y las ‘delicatessen’ de la gastronomía regional conforman el ‘top cinco’ de los objetos olvidados por los usuarios de NH Hoteles”.

En lo que a mí respecta, no he llegado al caso de olvidar cosas tan insólitas como “una silla de ruedas, una colección de pelucas, un perro, una pierna ortopédica, una alfombra persa de cuatro metros, un oso panda de peluche de 1,80 metros”, ni, por supuesto, 100.000 euros en la caja fuerte del hotel.

De este viaje sólo puedo decir que no sé dónde acabó el peine.

Créditos:
Fotografía de la habitación del hotel en Londres, este pasado septiembre, del autor.

jueves, 18 de octubre de 2012

¡Quietos callaos!


Ésta la canción principal (propuesta incluso al Óscar) de la película del día de hoy.

martes, 16 de octubre de 2012

Empiezo el quinto año

Con independencia del acierto o desacierto que tenga en las anotaciones










Con independencia del mayor o menor número de visitas que tenga este diario…










Con independencia de lo que en él esté escrito, lo mejor de este diario se resume en una palabra: amistad.

La que he conseguido tener con diversos lectores, especialmente con aquéllos que he conocido en persona.


A todos ellos, muchas gracias.


Y ahora, sin miedo, a seguir adelante.


Créditos:
Fotografías de diversos amaneceres y atardeceres de este último año, del autor.

«¡No tengáis miedo!»

Hace 34 años, bajo la inspiración de Dios Espíritu Santo, fue proclamado Sucesor de Pedro Karol Józef Wojtyła, quien adoptó el nombre de Juan Pablo II.

En la Homilía pronunciada el 22 de octubre de 1978 con motivo de la Eucaristía de comienzo del Pontificado nos animó así:
¡No tengáis miedo de aceptar a Cristo y de aceptar su potestad!

Y aceptar a Cristo es proclamarlo y manifiestarlo en todo momento.

Créditos:
Contracubierta de «¡No tengáis miedo!», recopilación de extractos de discursos y documentos de Juan Pablo II, publicada como número 1 de la colección Libros Alfa y Omega, ante la visita apostólica a España realizada por Su Santidad los días 3 y 4 de mayo de 2003

lunes, 15 de octubre de 2012

De olas y bolas

Es sobradamente conocido que entre las aproximadamente 257.000 especies de fanerógamas angiospermas (es decir, con flores), se encuentran, sin entrar en más detalles taxonómicos, las posidonias.

Si bien se trata de una planta acuática marina mediterránea, es posible saber de su presencia submarina gracias a la existencia de hojas desgajadas flotando, y, en las playas, en forma de curiosas bolas ‘fabricadas’ con fibras de la planta, por el oleaje.

Por ello, no es de extrañar el entretenido juego que se llevan entre las olas olas y las bolas en cuestión.


El caso es que como yo no soy de playa (no recuerdo haberla pisado en lo que va de siglo sino este pasado sábado por la tarde), pues todo lo anterior ni lo había visto ni, sobre todo, lo conocía, y gracias a MGae que nos explicó someramente algo de las bolas y de las posidonias, he conseguido tener una mínima idea.

Nos quedó la duda acerca del origen etimológico de la palabra, pero teniendo en cuenta que el paseo lo dábamos por la playa de Levante (El Cabañal - Valencia), tras el Paseo de Neptuno, no es de extrañar que el origen sea, lógicamente, dicho dios mitológico, aunque en su versión griega (Poseidón).

Créditos:
Fotografías de bolas de fibra de posidonia oceánica, en la playa de Levante-Las Arenas (El Cabañal-Valencia), de la tarde del sábado 13 de octubre, del autor.

¿Castle in Spain?


Bueno, efímero sí es, pero no deja de ser un castillo, en Valencia, en la playa.

Requiere de creatividad, y tiene su trabajo y también… algo de recompensa.

Créditos:
Fotografía de un castillo de arena, en la playa de Levante o Las Arenas (El Cabañal - Valencia), tras el Paseo de Neptuno, este sábado 13 de octubre, del autor.

domingo, 14 de octubre de 2012

Y ahora, ¿dónde los pongo?: ¿Historia, leyendas, ambas cosas?

Aparte del mucho andar, esta reciente visita ha dejado sus detalles.

Lo que no es ninguna leyenda, sino un hecho histórico, es la amistad que los ha traído.

Nota:
Hay otros detalles, pero no ha habido problemas para ubicarlos. Están en la nevera, esperando su turno.


Bueno, y otro más, esperando también su turno.

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión.

Que sea pronto

Franco y Eisenhower se dieron un cordial abrazo, en el aeropuerto, e Ike subió a bordo de su aparato. Yo me senté en la cabina trasera, que era bastante espaciosa. Mi butaca estaba junto a la ventanilla y contemplé cómo españoles y norteamericanos, en tierra, agitaban la mano en ademán de despedida, mientras el avión comenzaba a rodar despacio hacia la pista de despegue. En este momento dije: «Por el movimiento de sus labios sé lo que dicen todos ellos.» Mis compañeros de viaje picaron  en el anzuelo y me preguntaron: «¿Qué dicen?» Comenté: «Es extraordinario, todos dicen lo mismo.» Todos volvieron a inquirir: «Pero ¿qué es lo que dicen?» A lo que contesté: Todos dicen, “¡Gracias a Dios que se han ido!” Estas palabras les hicieron reír, y probablemente reflejaban la verdad, en buena medida. Para el país visitado, así como para la embajada norteamericana en dicho país, la visita de un presidente de los Estados Unidos es una experiencia agotadora.

No diré que no, a lo agotador de recibir a un presidente de los Estados Unidos. Pero lo de «¡Gracias a Dios que se han ido!», desde luego, ante la visita de unas amistades (nada peligrosas), no procede.

El tiempo se ha pasado volando, y la única ventaja que esa rapidez supone es que falta menos para volver a vernos.

Gracias por vuestra visita, Alawen, MGae, y S.Cid.

Créditos:
Extracto del capítulo España, de la segunda parte de Misiones discretas, libro de memorias del General Vernon A. Walters, según la traducción de Andrés Bosch, en edición de Planeta de septiembre de 1981 (pág. 325).
Fotografía de los momentos previos a la salida del AVE Valencia-Madrid de las 16:10 de hoy.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Cero

Este pasado domingo, día 7, coincidiendo con el Día Europeo contra la Pena de Muerte, se celebraron en España diversos actos pro-vida, en concreto, contra la actual legislación a favor del aborto, ya que “no existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir”.

En Valencia, la concentración se realizó en la Plaza de la Virgen, donde seis horas antes habían estado los sindicatos reclamando no sé qué.

La concentración se inició con la lectura de un manifiesto dirigido al Excmo. Sr. Presidente de Gobierno. En las mesas de la organización se recogían firmas, aunque también hubo voluntarios recorriendo la plaza, y más allá. De este modo, aunque yo estimara en unos doscientos y pico los presentes en la zona de la concentración, cifra que Las Provincias eleva a trescientos asistentes, hubo un momento en que pude oír que se tenían ya unas seiscientas firmas, que al final fueron dos mil.

Sobre este particular, hubo un momento en el que Antonio Bandín, a quienes decían que ya firmaron hace tiempo, recordó que las firmas iban ahora dirigidas a Mariano Rajoy, y que las remitidas en ese tiempo a Rodríguez Zapatero habían acabado en la papelera y ya no servían.

Lo triste del caso (aparte del propio tema del aborto, claro) no es que hubiera más o menos gente en las concentraciones, ni que en algunos lugares fueran prohibidas con argumentaciones electorales; lo triste es leer algunos de los comentarios en las noticias de diversos periódicos: ABC, La Gaceta o Libertad Digital, por poner unos ejemplos. Se ha salvado, al no ser un medio generalista, InfoCatólica.

Lo que simplemente muestra la necesidad de más concentraciones como éstas, y así, aunque sea poco a poco, ir mejorando la sociedad española.

Nota 1:
Quiero felicitar y agradecer desde aquí a todos los organizadores por su voluntaria y voluntariosa dedicación, y a los asistentes también, claro.

Nota 2:
Impresionante el video recogido por elentir en su blog.

Créditos:
Imagen de la portada del tríptico repartido en la concentración.
Fotografías de la concentración, del autor.

martes, 9 de octubre de 2012

¿Cosas de niños?

- Papá, ¿qué son las Ciencias Sociales?
- Son las que tratan de la Sociedad,...
- ¡Ah! Pero entonces no son Ciencias.

(Conversación con mi hijo, en 3º de ESO, el pasado viernes)

Espejo, espejito mágico…

Según se ha publicado, la última encuesta del CIS muestra que “uno de cada cuatro españoles, un 26,9%, ven a la clase política y a los partidos como un "problema" para España, la cifra más alta de la historia”.

¿Y no será más bien que lo que es un "problema" para España es la sociedad española?

lunes, 8 de octubre de 2012

Un autobús que te lleva… al salón

Hace justo un mes pude observar en Londres un autobús que, aun siendo rojo, no se ajustaba a la idea clásica que se recoge en las guías. Sin embargo, lo importante del autobús en cuestión era la línea, no porque fuera la número 100, sino porque estaba identificada como “Elephant & Castle”.

Dos horas y tres minutos después (preciso como Phíleas Fogg), pudimos encontrarnos con un elephant, ya que no el elephant el cuestión.

Pero faltaba el Castle, y éste se ha hecho de rogar.


Claro, que para quienes pueden ver el canal AXN, entre los que no me encuentro.

(O utilizan otras técnicas que tampoco practico.)

Créditos
Fotografías de un autobús urbano, y de la estatua de un elefante en el patio del hotel Temple Court de la cadena Apex Hotels, en Londres, el 8 de septiembre de 2012, del autor.

Cuando los buzones eran los de correos

Hace unos meses S.Cid nos contó el origen del sello de correos, y gracias a Dickens, sabíamos que, aun sin sello, sí existían en Londres los buzones de correos.

En este reciente viaje a Londres me he dado cuenta de que los buzones en cuestión, además de poder ser distintos entre sí (quiero decir, con una boca o dos para el correo, porque de color, todos son rojos), tienen una identificación peculiar: una especie de logotipo correspondiente, entiendo, al monarca reinante en el momento en que se instaló el buzón.

Así, remontándonos al principio, tenemos el que entiendo que corresponde a la Reina Victoria, que pude ver cerca de la Torre de Londres (como toca), con la floritura de las iniciales VR, es decir, Victoria Regina (en latín, claro).

Si seguimos con la cronología de los monarcas britanos, tras una larga espera, llegó Eduardo VII. Y con él, la floritura ER (Edward Rex), identificado con el VII, también en latín, digo, romano. En este caso fotografíado (si no estoy equivocado, en Fleet Street), puede apreciarse el detalle de respetar el color dorado para la floritura y la corona, pues no siempre sucede.

Tras un breve reinado, llegó Jorge V (de quien no me encontré ningún buzón), y, tras el episodio fugaz de Eduardo VIII (menos aún, lógicamente), Jorge VI, es decir, GR (George Rex). En este ejemplo, fotografiado cerca del Monumento, vemos también respetado el color de la floritura y la corona.

Y ahora, reinando Isabel II, hija de Jorge VI y tataranieta de la Reina Victoria, está ER (Elizabeth Regina). Más actual, es también el más común, por ejemplo, éste de Earls Court Road. El signo de los tiempos se manifiesta en que la floritura ha desaparecido, quedando algo más estándar, sin adornos ni ribetes. Comparte con la otra Regina que la pintura roja del buzón también se ha extendido sobre la floritura.

Resulta curioso que en todos los casos que he podido ver, figura una corona, salvo, precisamente, en el caso de la Reina Victoria… que es con quien se constituyó el Imperio Británico.

Nota:
A todo esto, se cumplen hoy tres meses desde que envié cierta carta, y aún no he recibido respuesta alguna. Se ve que la corona, en el correo, se reserva para ponerla sobre la cornamusa.

Créditos:
Fotografía de la imagen decorativa de un Black Penny, primer sello de correos inglés, en el vestíbulo del hotel Savoy, en Londres, en septiembre de 2012, del autor (Aprovechamos para agradecer la gentileza del hotel por permitirnos hacer fotografías en el vestíbulo del mismo).
Fotografías de las distintas identificaciones del monarca reinante en diveros buzones de correos en Londres, en septiembre de 2012, del autor.

domingo, 7 de octubre de 2012

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Estas hojas otoñales no caen, llegan

Este inicio de otoño ya ha traído por casa hojas nuevas… de libros.

Si bien no es precisamente nuevo lo que nos cuenta Shûsaku Endô (en el Japón del siglo XVII), aunque sí bastante desconocido por estos lares; ni lo que reflexiona Julián Marías (cómo pudo suceder la Guerra Civil en España), también bastante desconocido, cuando no falsificado, por estos lares.

Por otro lado, tener ahora, una vez regresado, una guía literaria de Londres es, posiblemente, el mejor incentivo para regresar; aunque no sé si la narración de Erri de Luca será suficiente para animarme a un viaje a Nápoles.

Eso sí, en esta ocasión, quienes también tienen problemas, son mis hijos. ¡Hala!

Créditos:
Cubiertas de los libros en cuestión