El rancio catolicismo español impide,
nuevamente, el desarrollo de un próspero comercio mundial.
Una de estas acciones reaccionarias
(contradicción que en España no es sino una afirmación histórica), es jaleada,
lógicamente, desde COPE.
El ovejuno pueblo tinerfeño impidió hace
algo más de dos siglos, el establecimiento de una misión comercial, ética y provechosa,
franquiciada por la Corona Británica y liderada por el Almirante Horacio
Nelson. Las trabas administrativas para el desarrollo de tan noble actitud
mercantil, impidiendo el asentamiento de numerosos emprendedores que, por qué
no, se lucraran ofreciendo lo que la sociedad (inglesa) demandaba, hizo,
finalmente, que el Almirante torciera su brazo… y lo perdiera.
Créditos:
Portada del libro El fuego de bronce, de Jesús
Villanueva Jiménez, editado por Libros Libres, tomada del correo de
la editorial por el que me invitaba a la presentación de la novela esta noche,
en Madrid, en la Casa de Canarias, a las 20 horas (y a la que, como se ve, no
he podido ir).