Las celebraciones de este año de la Noche de San Juan se han visto marcadas por
la tragedia sucedida en Castelldefels.
Esta tarde me ha costado más de una hora conseguir aparcar en una zona de Valencia, periodo de tiempo en el que he podido escuchar, íntegra, la tertulia de
En casa de Herrero, en
((esRadio, en la que se han vertido diversas opiniones sobre el accidente.

Mientras daba vueltas y más vueltas, he tenido que frenar en numerosas ocasiones porque por la calzada andaban personas. Dichas personas no eran niños celebrando el final del curso, ni jóvenes prontos a la reacción; no, se trataba de ancianos, que apenas podían andar, y que ni siquiera estaban cruzando por donde no debían (que también): no, circulaban, directa e inconscientemente, por la calzada, a menos de dos metros de la acera correspondiente, pero que, tal vez, les resultaba más incómoda.
Con este ejemplo, creo que ya he manifestado mi opinión sobre lo sucedido anoche. Ahora, hablemos de los comentarios.
A nadie, ni en esa hora de tertulia, ni en el resto del día, ni en comentarios en el trabajo, a nadie, repito, le he oído el menor recuerdo sobre cómo se encontrará el maquinista del tren, quien, él sí, hacía lo que tenía que hacer,… y sin ninguna culpa, se ha encontrado con una docena de muertes cargando sobre él para toda su vida.
Créditos:
Fotografía tomada en la Estación del Norte de Valencia, el 20 de marzo de 2009, por el autor.