Mostrando entradas con la etiqueta encuadernaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta encuadernaciones. Mostrar todas las entradas

jueves, 31 de octubre de 2013

No hay color

En la anotación de hace unas dos semanas acerca de la superación de la velocidad del sonido, es posible que alguien de los que se percatara de una franja roja en la fotografía que la ilustraba, pudiera pensar que se trataba de la famosa «barrera del sonido», ya superada por el morro del avión de la fotografía.

Pues no, no se trataba de eso.

La franja que desluce la fotografía es un ejemplo de los problemas de la maquetación. Queda muy aparente una fotografía en gran tamaño, ocupando las dos páginas cuando se abre el periódico o el libro, pero lo que no se suele tener en cuenta es que la encuadernación suele fallar, de modo que el pliegue no se produce exactamente donde está previsto, con el resultado de que, o no se ve completa la foto, o se ve partida por lo que hay en el otro lado del pliegue.

En los libros de arte la cosa tiene más delito, porque para apreciar la imagen casi hay que desencuadernar el libro, ya que lo que ‘cae’ en la zona intermedia apenas si se ve.

Lo que no suele suceder, sin embargo, es que la imagen quede dividida, además de por el pliegue, por la forma de reproducción elegida:


una parte en color, y la otra en blanco y negro.

Créditos:
Imagen del montaje de la noticia Cecilia Bartoli, en el nombre de María, de Julio Bravo, publicada en ABC el 14 de septiembre de 2007, de la hemeroteca del autor.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Rompiendo la barrera de…

Uno de los problemas que nos encontramos con las buenas fotografías, en el momento de poder apreciarlas en un libro o en un periódico o revista, es consecuencia de cómo hayan resuelto la disposición física de la fotografía entre las ‘cuatro paredes’ que son los bordes de una hoja.

Con el agravante de que en numerosas ocasiones hay una pared que quien maquetó la impresión decidió derribarla, y ampliar la ‘habitación’ con la hoja de al lado. Digo agravante porque luego, la encuadernación hace lo que buenamente puede, y como la foto que nos interesa no esté en un único pliego, y si lo está, no sea el que resulta ser el de en medio, pues nos encontramos cosas como ésta.

La franja roja que se ve ‘rompiendo’ la fotografía en realidad es parte de otra página del semanal Magazine de El Mundo. Es una manera de estropear una foto curiosa y poco habitual. Al menos, se trata de una revista de las “que se vende conjunta e inseparablemente” con el periódico. El disgusto, claro, es cuando el problema de la maquetación y de la encuadernación surge en un libro, el cual, por su propia condición, naturalmente, nos ha costado bastante más dinero que un periódico.

Sí, el problema es cuando nos rompen la barrera de la estética y del buen criterio.

Créditos:
Fotografía y artículo publicados en Magazine, suplemento dominical de El Mundo, del día 26 de agosto de 2007.

domingo, 15 de agosto de 2010

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Una cuesta que no cuesta, vale

Tras la Thyssen, como ya se ha comentado, nos dirijimos hacia al Cuesta de Moyano, no por qué nos íbamos a encontrar allí, sino por quién.

No obstante, como disponíamos de tiempo, dimos un pequeño rodeo, y en vez de llegar a ella Paseo del Prado abajo, lo hicimos desde el lado del Retiro. ¡Craso… acierto!

Nada más llegar, ya piqué, tres libros, precisamente en una caseta de la Librería Méndez (buena conocida de Guido), y luego, cuatro casetas más adelante, otro. Fue el último pues era ya la hora. Y muy oportuna, pues el libro lo tenía "en busca y captura" desde... el siglo pasado, pero pasado, pasado.





Como oportuno colofón, mientras tomábamos unas cervezas, se nos acercó una mujer que nos dejó esta tarjeta. Por si alguien tiene vez necesidad de encuadernar o restaurar sus libros. O no.

Créditos:
Montaje de fotografía de la Cuesta de Moyano, desde el lado del Retiro, de agosto de 2010, del autor, y de la publicidad en la bolsa que nos dieron.
Imagen de publicidad de las Librerías Méndez.
Portadas de los libros adquiridos.
Tarjeta de visita de la encuadernadora/restauradora.