En la anotación de hace unas
dos semanas acerca de la superación de la velocidad del sonido, es posible que
alguien de los que se percatara de una franja roja en la fotografía que la
ilustraba, pudiera pensar que se trataba de la famosa «barrera del sonido», ya
superada por el morro del avión de la fotografía.
Pues no, no se trataba de
eso.
La franja que desluce la
fotografía es un ejemplo de los problemas de la maquetación. Queda muy
aparente una fotografía en gran tamaño, ocupando las dos páginas cuando se
abre el periódico o el libro, pero lo que no se suele tener en cuenta es que la
encuadernación suele fallar, de modo que el pliegue no se produce exactamente
donde está previsto, con el resultado de que, o no se ve completa la foto, o se
ve partida por lo que hay en el otro lado del pliegue.
En los libros de arte la
cosa tiene más delito, porque para apreciar la imagen casi hay que
desencuadernar el libro, ya que lo que ‘cae’ en la zona intermedia apenas si se ve.
Lo que no suele suceder,
sin embargo, es que la imagen quede dividida, además de por el pliegue, por la
forma de reproducción elegida:
Créditos:
Imagen del montaje de la
noticia Cecilia Bartoli, en el nombre de María,
de Julio Bravo, publicada en ABC el
14 de septiembre de 2007, de la hemeroteca del autor.
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