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lunes, 4 de noviembre de 2013

Un acceso… a la Historia

Como ya saben los lectores de este diario, tal día como hoy, hace 90+1 años, los trabajos de la expedición arqueológica de Howard Carter permitían encontrar el acceso a una tumba perdida, que resultó ser, efectivamente, la de Tutankamón.

El hecho tuvo una gran repercusión mediática en la sociedad de entonces (y aún tiene secuelas). Sin embargo, el interés que se generó por la Historia (lógicamente, la Antigua, y la de Egipto en particular), fue más bien flor (de loto) de un día.


Y el caso es que un correcto conocimiento de la Historia nos permitiría ver, con desesperante frecuencia, reflejos del pasado en el presente, y así poder, si no evitar totalmente, sí superar las sombras y nubes que nos oscurecen el futuro.

Créditos:
Fotografía de detalle de la fachada principal del Templo de Debod, en Madrid, en octubre de 2013, del autor.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El gran enigma

No sólo resolvió el enigma que le planteó la esfinge, sino que tuvo que averiguar quién realmente era.


El jueves recogí para mi hija Edipo Rey.

Créditos:
Fotografía de la Esfinge de Guiza, con la Gran Pirámide de Keops tras ella, tomada el 28 de septiembre de 1992 por el autor.

lunes, 19 de agosto de 2013

Cerca…, lejos… Lejos…, cerca…

Resulta que una de la izquierda batasuna no puede hacer de chupinera, pero los de la izquierda batasuna pueden hacer de diputados en el Congreso, ¡ja, ja, está muy bien!, ¿eh? O sea, lo de que hagan de chupineros ofende a las víctimas, pero su presencia en el Congreso de los Diputados, no; la izquierda batasuna no puede hacer de chupinera, pero puede dirigir la Diputación de Guipúzcoa, ¡toma ya!; la izquierda batasuna no puede hacer de chupinera pero puede ser alcalde en numerosos ayuntamientos del País Vasco, incluido el de San Sebastián. Pues está muy bien, ¿no? Lo de ser chupinero es muy ofensivo para las víctimas, pero ser diputado, no; presidir la Diputación de Guipúzcoa, o ser alcalde de San Sebastián, ¿no es ofensivo para las víctimas? (…) Me parece hipócrita que un gobierno con mayoría absoluta del Partido Popular siga consintiendo que la izquierda proetarra esté en las instituciones y al mismo tiempo el Delegado del Gobierno del Partido Popular diga que no se puede hacer de chupinera en las fiestas. Estoy de acuerdo, no se puede hacer de chupinera en las fiestas, pero antes que eso tendríamos que expulsar a los proetarras de tantos sitios a los que Zapatero los devolvió, y de los que Rajoy no los echa.

Después, se pasa a las noticias sobre (parte de) lo de Egipto, que finalizan así:
El Gobierno egipcio, bajo tutela castrense, sopesa disolver legalmente a los Hermanos Musulmanes, una organización centenaria que hace sólo un año, recuerden, ganaba las elecciones, aunque bien es cierto que nunca han llegado a tener un estatus plenamente legal en el país de las pirámides.

Y el comentario inmediatamente a continuación:
O sea, que volvemos al mubarakismo pero en condiciones mucho más lamentables. Volvemos a la situación donde se impone a los egipcios una dictadura militar porque es que si no, esos egipcios, que son unos inconscientes, votan a los Hermanos Musulmanes. Oiga, entonces, ¿cuál es la conclusión? Los egipcios no tienen derecho a votar, no tienen derecho a la democracia, tienen que ser los militares egipcios los que decidan cómo se gobierna el país. Pues… que me explique alguien por qué.
Lo comentaba ayer en este programa, y lo hablábamos con don Fernando Arias-Salgado, que ha sido embajador de España, y… la pregunta fundamental sería: ¿por qué no se ha esperado a las elecciones del año que viene para echar a Mursi, al Presidente elegido por los Hermanos Musulmanes, de una forma democrática? ¿Por qué no se ha aprovechado que Mursi era un perfecto desastre como gobernante, y que la oposición laica estaba tomando la calle un día sí y otro también con manifestaciones multitudinarias? ¿Por qué no se ha dejado que el régimen de los Hermanos Musulmanes se descompusiera, y fuera sustituido democráticamente, como sucede en cualquier otra democracia?
Todo se ha hecho mal, y ahora ya tiene mala salida, porque volver al mubarakismo, después de que la sociedad egipcia haya visualizado en unas elecciones cuál es la correlación de fuerzas, es imposible. Los militares sólo van a poderse mantener en el poder con un baño de sangre, baño de sangre que ya se está produciendo, y que continuará adelante hasta donde le deje la comunidad internacional al nuevo gobierno egipcio, comunidad internacional que está quedando como Cagancho en Almagro. (…)
Pero de nuevo, Occidente demuestra que no está a la altura de las circunstancias.Y demuestra que predicamos una cosa («¡Respeto a la democracia, respeto a los derechos humanos!»), y eso lo combinamos con una serie de mensajes como «Estos egipcios son unos incultos atrasados que no tienen derecho a votar lo que les da la gana», ¿no?

Sobre el resto de comentarios negativos a los comentarios contrarios a la compatibilidad entre Islam y democracia, como se lo dice él todo, sólo dos pequeños matices: calificar Turquía como una democracia con tensiones como las hay en Europa Occidental sólo indica que Luis del Pino se ha pasado a las filas del buenismo zapaterista; y es triste tener que recordar a estas alturas que la ideología nazi, que la pone como ejemplo de lo sucedido en la “cristiana Europa” no era, precisamente, cristiana. ¡Ah! Y lo del apoyo a los baños de sangre (se ve que sólo generados por las fuerzas gubernativas), lo dice él, que, como demuestra, también sabe utilizar el recurso del hombre de paja en sus argumentaciones.

Pero todo esto, claro, le estropea el discurso.

En resumen, ¿por qué todo lo que se defiende que se puede «aprovechar» en Egipto, no se puede «aprovechar» en Vasconia? ¿O es que no estamos cansados de comprobar en Vasconia cómo se ha “visualizado en unas elecciones cuál es la correlación de fuerzas”? ¿Por qué no se puede dejar en Vasconia que los electores tengan “derecho a votar lo que les da la gana”? ¿Por qué no se puede dejar en Vasconia “que vaya la democracia evolucionando poco a poco”?

No sé qué se diría al respecto en el resto del programa, porque a las ocho y media dejé de escucharlo (y sólo estoy oyendo ahora lo necesario para redactar esta anotación). Pero todo esto, que es lo que pensé ayer nada más oírlo, he comprobado hoy que no soy el único que lo ha pensado.

El resumen ‘egipcio’ lo hizo en un tuit Luis del Pino, que ha tenido diversas respuestas, una de ellas de Elentir, recordando el gran éxito de la democracia en Alemania en 1933.

Pero la comparación entre Vasconia y Egipto que he expuesto aquí también lo hizo Elentir en un tuit propio, que hasta la fecha no ha tenido conversación, y como yo no tengo cuenta para darle la razón, lo hago aquí.

Créditos:
Extractos del programa Sin complejos, de este domingo, día 18 de agosto, (a partir del minuto 20:38 y del 22:35), tomados del audio del programa completo disponible en internet.

domingo, 18 de agosto de 2013

Tan lejos… y tan cerca

Este pasado viernes a través de sus portadas, dos de los principales diarios españoles hacían como que informaban sobre lo que estaba sucediendo en Egipto.

Y digo que «hacían como que» pues lo reflejado en la portada ya orientaba el sesgo de las noticias. Porque, en estos casos, estamos como siempre: en realidad, no es que haya muchas versiones, sino que hay muchos sucesos. Lógicamente, empañados por la línea ideológica del medio de comunicación, se destacan unos en vez de otros. El problema es cuando los ‘otros’, directamente, se omiten.

En El Mundo del viernes, por ejemplo, hay no sé cuántas páginas informando de los ataques de la policía y de los muertos así ocasionados, destacando las manifestaciones de los afectados y las declaraciones de representantes de los Hermanos Musulmanes. Sin embargo, se pasa como de rondón, al final de las crónicas, y siempre dejando claro que se trata de fuentes más o menos oficiales (y por tanto, qué van a decir), las acciones terroristas que se están prodigando por el país (se ve que los muertos entre la policía no tienen quien les llore), y en particular, el ataque a una (1) iglesia copta (eso sí, calificado como “violencia sectaria” -y la palabra «ataque» la digo yo, no el periodista-).

Y es que se demuestra una vez más que unos sucesos difuminan u ocultan otros.


Al igual que en Siria (¿alguien se acuerda de que Siria sigue existiendo?), los excesos, en muchos casos criminales sin duda, de las fuerzas del orden atraen la atención de unos medios de comunicación que por muchos enviados que tengan en la zona, sólo  parecen preocuparse por hablar con un segmento de la población. En este sentido, me parece digno de destacar el trabajo emitido en COPE este mismo viernes (creo, pues no lo he podido localizar en al archivo de internet de la cadena) con bastantes entrevistas a egipcios o residentes allí, quienes mostraban que su principal preocupación eran los grupos islamistas, no la policía.

Sí, seguro que hay quien diga que los ataques a cristianos también son condenables, pero no dejan de ser una reacción de los islamistas (se ve que como la policía es más fuerte, se defienden atacando a otros más débiles, ya que están a mano, y si no, se buscan), sin querer ver que esos ataques son con mucho anteriores a estas semanas, por no hablar de los que tienen la misma pauta pero suceden en… Nigeria. Así, el número de centros cristianos atacados va creciendo de día en día, siendo objeto de atención sólo de medios dejémoslo en carcas.

Como se finaliza en la crónica de Ismael Monzón del viernes en El Mundo, “los cristianos, a los que los islamistas acusan de apoyar el golpe, se han convertido en otro de los objetivos”. Y es que, además de cuidarse mucho de decir de quién son objetivo, ya se apunta que los cristianos «algo habrían hecho».

¡Qué cerca nos pilla esto!

Actualización:
Me alegro de conocer, a través del blog de caraguevo, la iniciativa de un grupo de musulmanes en Egipto de formar un cordón con ellos mismos para proteger una iglesia cristiana. Aunque no confío en que cunda el ejemplo.

Créditos:
Imágenes de las portadas de El Mundo, El País y La Razón, tomadas de la galería de prensa de Libertad Digital del pasado viernes 16 de agosto.

lunes, 3 de junio de 2013

¿Gloria all’Egitto?

La famosa Marcha triunfal con la que se abre la segunda escena del Acto II de Aida se inicia proclamando la gloria a Egipto (y a Isis).

Sin embargo, hace ya un tiempo que esa gloria está ausente, y ahora, incluso, ni siquiera se ha llegado a cantar.

En esta situación, ¿quién retornará vencedor?

Créditos:
Detalle de la mano y la batuta, de Director de orquesta, escultura de Lucas Carrión Vázquez, Karrvaz, existente en el Tramo XIV del Jardín del Turia, enfrente del Palau de les Arts, en Valencia, de febrero de 2013, del autor.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Campanadas del 2012-05: De lejanas leyes

Amasis, por cierto, es quien dictó a los egipcios la siguiente ley: todo egipcio debe declarar cada año al gobernador de su nomo la procedencia de sus medios de vida; y el que no lo hace y no puede demostrar un modo de vida honesto es castigado con la muerte. Por su parte, Solón de Atenas tomó esta ley de Egipto y la implantó entre los atenienses, quienes, como es una ley que no admite censura, la siguen observando todavía.

Heródoto, en este caso, no encaja bien las fechas, pues por un lado Amasis es “Ahmes, quinto faraón de la XXVI dinastía (586-526 a.C.)”, y por otro, “Solón no pudo inspirarse en las medidas de Amasis –fueran o no históricas–, pues la promulgación de sus leyes se remontaba al año 594 a.C.”.

Pero, desde luego, qué lejano suena eso de castigar a quien no lleve, económicamente, un modo de vida honesto.

Claro, que, sin necesidad de llegarse uno a Egipto (y menos ahora), si los atenienses parece que hayan cambiado su forma de vida desde los tiempos de Solón, ¿por qué no se va a cambiar aquí en España?

Créditos:
Extracto del Libro II Euterpe, de la Historia de Heródoto, según traducción de Carlos Schrader, tomado de la edición realizada en la colección Biblioteca Gredos, por RBA Coleccionables, distribuida para su venta en kioscos en 2006 (volumen I, pág. 470).
Extractos de las notas 580 y 618 de Carlos Schrader, en dicha edición.

Campanadas del 2012-03: Renta antigua… actualizada

Al decir de los sacerdotes, ante la gran escasez de dinero en circulación que hubo durante su reinado, se promulgó en Egipto una ley, en virtud de la cual uno sólo podía recibir un préstamo dando como garantía el cadáver de su padre; y a esta ley se agregó, además, esta otra: quien facilitaba el préstamo se convertía, de paso, en dueño de toda la cámara mortuoria del contrayente; y si el que ofrecía la susodicha garantía no quería devolver el préstamo, sufría la siguiente sanción: el deudor en cuestión no podía, a su muerte, recibir sepultura en la tumba paterna hipotecada ni en ninguna otra, y tampoco podía enterrar a ningún otro miembro de su familia que hubiese fallecido.


Heródoto se refiere al reinado del faraón Asiquis, si bien “no se conoce a ningún faraón con este nombre. Quizá se trate de Shepseskaf (¿o Aseskaf?), que terminó la pirámide de Micerino y la de sus esposas. Si así fuera, se trataría del último rey de la IV dinastía (hacia 2560 a.C.)”.

Como podemos ver, el tema de las hipotecas ya era importante hace casi 4.500 años.


Menos mal que hace cinco años, el Gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero, decidió resolver el incipiente problema de los desahucios creando juzgados específicos para… acelerarlos.

Créditos:
Extracto del Libro II Euterpe, de la Historia de Heródoto, según traducción de Carlos Schrader, tomado de la edición realizada en la colección Biblioteca Gredos, por RBA Coleccionables, distribuida para su venta en kioscos en 2006 (volumen I, pág. 427).
Extracto de la nota 480 de Carlos Schrader, en dicha edición.
Imágenes de noticias publicadas en ABC el 11 de octubre, y en El Mundo, el 29 de septiembre, ambas de 2007, remaquetadas, de la hemeroteca del autor.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La Hermosa ha llegado

Y el propio arte, como podemos ver, también resultó completamente revolucionado durante el reinado del «monarca hereje». Desde los tiempos del Imperio Antiguo los egipcios habían empleado ciertos métodos estilizados para sus retratos. La cabeza tenía que ser representada de perfil, pero el cuerpo se retrataba de frente, con los brazos estirados, estrechamente pegados a los costados, y con las piernas y pies de nuevo de perfil. Las expresiones eran únicamente las correspondientes a una tranquila dignidad.
Con Ajenatón se impuso un nuevo realismo. Ajenatón y Nefertiti se representan en poses informales, en momentos de afecto, jugando con sus hijos. No se hizo ningún esfuerzo para ocultar que Ajenatón era un hombre bastante feo, carilargo, barrigudo y de muslos gruesos. (Todo este «arte nuevo» debió conmocionar a los egipcios convencionales casi tanto como las excéntricas opiniones reliogiosas del faraón.).

Aproximadamente en el año 1370 antes de Cristo, dentro de la XVIII dinastía, sube al poder como Faraón de Egipto, Amenophis o Amenhotep IV. Al poco, su nombre, que viene a significar “Amón está complacido o contento”, es cambiado por otro, significando “servicial o agradable a Atón”, con referencia no sólo a un dios distinto, sino, en este segundo caso, único. Este nuevo nombre, por el que el faraón ha pasado a la Historia era Ajenatón, Ijnatón, Akhenatón o Ekhnatón (según la transcripción e idioma que elijamos).

Akhenatón trasladó la capital del reino de Tebas a una nueva ciudad, construida a propósito, llamada Akhetatón o Ekhtatón (“el horizonte de Atón”), que no tardó en ser sólo ruinas, las cuáles se encuentran cerca de la actual Tell-al-Amarna. Por ello, este breve periodo de tiempo en el arte egipcio se le denomina periodo amarniense (aunque también se le refieren como el de las “formas artísticas «decadentes»”)

Pero la mejor obra de arte es un retrato, un busto de piedra caliza pintada, hallado en 1912 ante los restos de un taller de escultor, en las ruinas de lo que una vez fue la capital de Ajenatón, y que hoy se encuentra en el Museo de Berlín.

Si bien el libro de Asimov lo leí en su día, nada recordaba de esta cita, que he encontrado pues este fin de semana me he enterado (ahora creo que ya no lo olvidaré), de que el pasado jueves día 6 se cumplió el centenario del descubrimiento del famoso busto de Nefertiti.

Y luciendo entre la oscuridad de la sala, remedo del abandono y las ruinas en que se encontraba, el busto hace honor al propio nombre de la Reina Nefertiti: “la Hermosa ha llegado”.

Créditos:
Extractos del capítulo 6 La caída del imperio, de Los egipcios, de Isaac Asimov, según traducción de Carlos Caranci y Carmen Sáez, obra publicada dentro de la serie Historia Universal Asimov, como número 794 de la colección El libro de bolsillo, por Alianza Editorial (pág. 99).
Otros datos, tomados de El museo egipcio de El Cairo, de Peter P. Riesterer, en traducción de José D. Zurrón, editado por Lehnert&Landrock, en 1986, en el Cairo; y de Egipto antiguo, de Lionel Casson, en traducción de Alfonso Castaño, editado por Time-Life International, en reimpresión de 1972, en Amsterdam.
Fotografías de Akhenatón, Nefertiti y tres de sus hijas, relieve sobre una lápida de piedra caliza; y del famoso busto de Nefertiti (fotografía ‘robada’ desde el exterior de la sala reservada al mismo -pues dentro no se permite-), ambas en el Neues Museum de Berlín, en enero de 2010, del autor.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Unos escalones que bajaban… a lo más alto de la arqueología

Hace poco más de noventa años, el arqueólogo Howard Carter estaba a punto de abandonar una campaña de excavaciones que le financiaba Lord Carnarvon en el Valle de los Reyes, ante los nulos resultados obtenidos después de muchos años buscando la tumba de un faraón apenas conocido y de escasos recuerdos históricos en la historia del antiguo Egipto.

Sin embargo, tal día como hoy, hace justo noventa años, Howard Carter alcanzó a ver el inicio de unos escalones que bajaban hacia algún sitio. Más o menos, como pude ver yo hace poco más de veinte años.

Entonces yo me encontré el recinto en cuestión cerrado, y no pude verlo. Howard Carter, lo mismo.

Sin embargo, él esperó casi tres semanas, al cabo de las cuáles sí pudo entrar en el recinto, y comprobar que se trataba de la tanto tiempo buscada tumba de Tutankamón.

Eso sí, vaya increíble coincidencia el día en que entró en la tumba (o no).

Créditos:
Fotografías de la entrada al Valle de los Reyes, o Biban el-Muluk (Puerta de los Reyes), dominado por el pico el-Qurn (El Cuerno), o “colina tebana”, en forma de… pirámide; y de la entrada a la tumba de Tutankamón (con el número 62 de las del Valle), en septiembre de 1992, del autor.
Imagen de la entrada turística al complejo del Valle de los Reyes.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Poner(se) las pilas

Es el general Tolomeo quien nos interesa, pues él será quien gobierne a partir de entonces el legendario Egipto, desde el sur de Siria hasta los confines más recónditos del valle del Nilo. Las guerras de frontera, precisamente contra los otros generales del fallecido Alejandro, ahora convertidos en ambiciosos reyes, consumen las fuerzas de Egipto, pero, aun así, Tolomeo I funda un edificio en Alejandría más allá de los intereses militares: una biblioteca. No tuvo tiempo de más. Su hijo Tolomeo II le sucede en el trono, pero Tolomeo II no es el gran militar que fue su padre y pronto es derrotado en las fronteras del reino; Tolomeo II, rey faraón de Egipto, se concentra entonces en las grandes obras públicas en Alejandría [y] continúa con la consolidación de la biblioteca.

Entre todo lo que traían [los barcos que llegaban a Alejandría] había cestos enormes repletos de rollos y más rollos de papiro con volúmenes de todo tipo: obras de teatro, poemas épicos, tratados de filosofía, medicina, matemáticas, retórica y cualquier rama del saber de la época. Se trataba de recopilar todo el conocimiento para constituir la mayor y mejor biblioteca del mundo, pero llegó un momento en que todos los funcionarios del nuevo edificio se vieron desbordados por la enorme cantidad de rollos que tenían y así se lo comunicaron al rey. Fue entonces cuando Tolomeo II (…):
- Necesito que te ocupes de la biblioteca –le dijo Tolomeo II.

Hoy, no sé por qué, se celebra el Día de la Biblioteca. Así, en singular, tal vez por la cosa ésa de los recortes.

Por mi parte, he de reconocerlo, no he organizado ningún evento especial. Tal vez el próximo año, ahora que ya lo sé…

La ventaja que tengo, en relación con Tolomeo II, es que mi problema se limita a a ver cómo ordeno los libros, ahorrándome ver cómo ordeno a nadie que lo haga.

Y así estoy.

Créditos:
Extracto del relato ¿Quién inventó el orden alfabético?, de Santiago Posteguillo, incluido en la obra La noche en que Frankenstein leyó el Quijote, editada, por primera vez, en septiembre de 2012 por Planeta.
Fotografía de unas pilas de libros de mi biblioteca junto con la placa correspondiente, ésta, uno de los detalles que espera su turno.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Menuda maravilla


Siguiendo con la relación de ilustres testigos de las pirámides, debo continuar diciendo que hoy, precisamente, se cumplen veinte años del momento en que adquirí dicha condición.

Una cosa curiosa es que la Gran Pirámide de Keops tiene dos entradas: la original, que estaba oculta, y, consecuencia de ello, la que mandó practicar Al-Mamún para averiguar qué había dentro.

Y como la pirámide tiene dos entradas, también hace veinte años tuvimos nuestras dos entradas para, como Al-Mamún, ver qué había dentro.

Los pasillos no es que sean muy anchos, aunque eso sí, la Gran galería tiene un techo que impresiona por lo alto que está.

Bueno, la Cámara del Rey también tiene el techo alto, y como puede verse, están muy bien encajados los bloques de piedra.

El caso es que creo que vimos lo mismo que Al-Mamún, es decir, más bien pocos tesoros dentro de la Gran Pirámide, aunque eso sí, se basta y se sobra el edificio en su conjunto para ser un tesoro.

En la Necrópolis de Guiza, muy cerca de la Gran Pirámide de Keops está la de Kefrén (a continuación, pero algo más apartada está la de Micerino), aunque sólo la vimos de cerca desde el autobús.

Y no, no nos trajimos como recuerdo ningún trocito de la Gran Pirámide. Ya la deshicieron bastante construyendo El Cairo.

Créditos:
Imágenes de las dos entradas para visitar la Gran Pirámide.
Fotografías tomadas el 28 de septiembre de 1992 por el autor:
Vista general de las tres pirámides: Keops, Kefrén y Micerino.
Vista general de la Gran Pirámide de Keops.
Perspectiva de la cara norte de la Gran Pirámide de Keops, con las dos entradas (la original es la superior).
Gran galería y tramo del pasadizo ascendente.
Techo de la Cámara del Rey.
Vista general de la Pirámide de Kefrén, ya desde el autobús de regreso.

viernes, 17 de agosto de 2012

Otros ilustres testigos

A pesr de lo que se pueda deducir de lo expuesto en mi anotación sobre las pirámides y gatos, hay que señalar que no han sido Astérix, Obélix y Panorámix, los únicos personajes ilustres que han estado cerca de las pirámides.

Ni los primeros, tampoco, aunque esto ya resulte un poco extraño.


Incluso ha habido quien ha podido apreciar toda su magnitud al pie de la Gran Pirámide.

Créditos:
Viñeta de Los cigarros del faraón, tercera aventura de Tintín, obra de Hergé, tomada de la vigésimo primera edición, de 2003, realizada por Editorial Juventud.
Viñeta de El misterio de la Gran Pirámide. El papiro de Manetón, álbum nº 1 de Las aventuras de Blake y Mortimer, de Edgar P. Jacobs, tomada de la tercera edición, de septiembre de 2010, realizada por Norma Editorial.

jueves, 16 de agosto de 2012

De gatos... egipcios y… romanos

Es posible que a alguien le haya llamado la atención mi figuración de la foto de las ‘pirámides’ asociándola a un gato. No hay nada extraño en ello, ya que, al fin y al cabo, entre los antiguos egipcios el gato estaba muy bien considerado.

De hecho, dicen, cuenta la leyenda, que cuando Cleopatra visitó a Julio César en Roma, allá por el otoño del año 45 a.C. si no recuerdo mal, uno de los obsequios que le ofreció fue un gato, no sé decir de qué clase.

El caso es que se ve que le hizo más gracia a Julio César el regalo que recibió cuando se conocieron, allí en Egipto, es decir, una alfombra (hay quien dice que le gustó porque Cleopatra iba envuelta en ella, pero eso son maledicencias de la gente). Y no porque el gato no fuera majo, o simpático, cosa que también desconozco, sino porque a Julio César se la manifestó una alergia al pelo de gato.

El resultado, para el pobre gato (o grupo de gatos, me imagino en realidad, por lo que sigue a continuación), fue su desaparición de palacio,… y su asentamiento en la ciudad. De ahí, la ‘tradición’ de gatos en Roma, hasta entonces desconocidos en la ciudad y esta parte del continente.

Al menos, así nos lo comentó la guía que nos acompañó en el Foro de Trajano, aunque no he podido localizar documentación que avale esta tradición. Lo más parecido al respecto, aunque tampoco es nada concluyente, lo ha encontrado en un famoso tratado (en varios volúmenes) sobre la vida al final de la República Romana.

Créditos:
Fotografía de un gato romano, en el Campitelli, en septiembre de 2011, del autor.
Viñeta de la aventura de Astérix, de Goscinny&Uderzo, publicada en 1965, Astérix y Cleopatra, tomada de la antología realizada por Grijalbo/Dargaud Las aventuras de Astérix (volumen 2).

De pirámides y… ¿gatos?

Es sabido que la famosa frase de Napoléon a sus soldados, durante la Campaña de Egipto, en realidad no era suya, sino que la copió de un, digamos, antepasado… de los soldados, porque él era de origen italiano.
Centrándonos ahora en las pirámides, ha sido noticia este pasado martes que la “satellite archaeology researcher Angela Micol of Maiden, North Carolina” había descubierto nuevas pirámides gracias a Google Earth.

Mejor dicho, el descubrimiento es lo que anuncia Libertad Digital, porque tanto El Mundo como La Vanguardia hablan de ‘supuestas’ o ‘posibles’.

De hecho, en el blog donde se da la noticia, se indica, para la prensa: “Official Press Release: Possible Egyptian Pyramids Found Using Google Earth” (la negrilla es mía), y así es como se hacen eco en Archaeology News. Pero, claro, hay prensa, y prensa, o por ajustar mejor, periodistas y periodistas.

Yo no voy a entrar en la discusión sobre si es así o no, me refiero a las pirámides. Está claro que lo mejor es ir allí, y comprobarlo. Dudas hay, y así, en uno de los comentarios, hay quien considera que no, dada la gran proximidad de los sitios a zonas muy frecuentadas, no ya por la población en general, sino por equipos de arqueólogos.

De todas formas, por si alguien quiere saber mi opinión, en las otras fotos no sé, pero en ésta, lo que veo es la cara de un gato guiñando un ojo.



Créditos:
Tira de viñetas de la aventura de Astérix, de Goscinny&Uderzo, publicada en 1965, Astérix y Cleopatra, tomada de la antología realizada por Grijalbo/Dargaud Las aventuras de Astérix (volumen 2).
Imagen de Google Earth, tomada de la anotación de Angela Micol en el blog googleearthanomalies.

domingo, 15 de julio de 2012

Una piedra... para el camino

El 15 de julio de 1799, mientras los soldados franceses bajo mando del coronel d'Hautpoul trabajaban en el refuerzo de las defensas del fuerte Julien, situado a unos 3 km al noreste de la ciudad portuaria egipcia de Rashid (Rosetta), el teniente Pierre-François Bouchard avistó en un lugar donde los soldados habían excavado una placa con inscripciones en una de sus caras.

Hoy se cumplen, pues, 213 años (2+1=3) del hallazgo de la conocida como Piedra de Rosetta, pieza clave en el descifre de los antiguos jeroglíficos egipcios. Teniendo en cuenta que en esos momentos, quien acabara dando el impulso definitivo a esta investigación, Jean-François Champollion tenía ocho años y medio, y por tanto, estaría más pendiente de sus juegos, en relación con la escritura jeroglífica tenemos que tomar referencia de unos adultos, también franceses… antiguos.

Créditos:
Texto extraído de la entrada en la Wikipedia correspondiente a la Piedra de Rosetta.
Tira de viñetas de la aventura de Astérix, publicada en 1965, Astérix y Cleopatrade Goscinny&Uderzo, tomada de la antología realizada por Grijalbo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La maldición

El 6 de noviembre de 1922, Lord Carnarvon (a la sazón, en Inglaterra) recibía un cable o telegrama, de Mr. Howard Carter (por contra, en Luxor). En las páginas de The Times, en su edición del 11 de diciembre siguiente, lo relataba así: “He cabled to me that at last he had made a fine discovery, and, having covered up the spot, he waited until I arrived”.

Y continúa: “On my arrival to Thebas we set to work at once to clear away the rubbish

Howard Carter, en colaboración con su ayudante A.C. Mace, publicó en 1923 el primer tomo de su obra “The discovery of the Tomb of Tutankhamen”, dedicando “este relato del descubrimiento de la tumba de Tut-Ankh-Amón a la memoria de mi querido amigo y colega Lord Carnarvon, que murió en la hora de su triunfo”.

En esta obra, Mr. Carter cuenta cómo recibió el día 8 dos telegramas de respuesta: el primero avisando del pronto viaje a Egipto, y el segundo “que recibí poco después”, confirmando la fecha de llegada a Alejandría para el día 20.

Finalmente, “el 23 lord Carnarvon llegó a Luxor con su hija, lady Evelyn Harbert, su fiel compañera en todo su trabajo egipcio; todo estaba dispuesto para el inicio del segundo capítulo del descubrimiento de la tumba”.

Lo que ellos no sabían en ese momento, y de hecho, yo me he dado cuenta hace pocas horas, es que ese mismo día 23 de noviembre de 1922, fecha en que Lord Carnarvon llegaba a Luxor, cumplía 35 años otro ilustre inglés: Boris Karloff.

La maldición estaba en marcha.