“Amasis, por cierto, es quien dictó a los egipcios la siguiente ley:
todo egipcio debe declarar cada año al gobernador de su nomo la procedencia de
sus medios de vida; y el que no lo hace y no puede demostrar un modo de vida
honesto es castigado con la muerte. Por su parte, Solón de Atenas tomó esta ley
de Egipto y la implantó entre los atenienses, quienes, como es una ley que no
admite censura, la siguen observando todavía.”
Heródoto, en este caso,
no encaja bien las fechas, pues por un lado Amasis es “Ahmes, quinto faraón de la XXVI dinastía (586-526 a .C.)”, y por otro, “Solón no pudo
inspirarse en las medidas de Amasis –fueran o no históricas–, pues la
promulgación de sus leyes se remontaba al año 594 a .C.”.
Pero, desde luego, qué
lejano suena eso de castigar a quien no lleve, económicamente, un modo de vida
honesto.
Claro, que, sin necesidad
de llegarse uno a Egipto (y menos ahora), si los atenienses parece que hayan
cambiado su forma de vida desde los tiempos de Solón, ¿por qué no se va a
cambiar aquí en España?
Créditos:
Extracto del Libro II Euterpe, de la Historia de Heródoto, según traducción de Carlos Schrader, tomado
de la edición realizada en la colección Biblioteca
Gredos, por RBA Coleccionables,
distribuida para su venta en kioscos en 2006 (volumen I, pág. 470).
Extractos de las notas 580 y 618 de
Carlos Schrader, en dicha edición.
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