viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Dónde hay que firmar?

Según las estadísticas que facilita Blogger, la anotación de este diario que lleva camino de ser la más vista de todas (pues día a día cosecha visitas para conseguirlo), es la que hice, medio en serio, medio en broma, acerca de un billete de 10 euros en el que, por primera vez, veía impresa la firma del actual Presidente del Banco Central Europeo.

Se ve que la facilidad en la identificación de la firma del actual Presidente, así como la popularidad de su nombre, claro, ha generado una cierta inquietud acerca de la validez o no de los billetes.

(Inquietud que, aunque no sea yo el más adecuado para hacerlo, hay que resolver de todas, todas: estos billetes son… plenamente válidos,… los que no sean falsos, claro.)

Porque el caso es que hasta ahora, nadie se había fijado en si llevaban firma o no, ¿verdad?


Porque el caso es que nadie se fija en si en un billete de 50 euros va la firma del primer Presidente del Banco, un tal Wim Duisenberg, del que ningún común de la calle conocía el nombre, ni, menos aún, la firma. Ya era bastante novedad el euro como para fijarse en detallitos.


Porque el caso es que nadie se fija si en otro billete de 50 euros va la firma del segundo Presidente del Banco, un tal Jean-Claude Trichet, éste algo más conocido, no tanto porque estuviera en el cargo ocho años, sino, más bien, porque le pilló esta (ya cada vez menos) reciente crisis financiera, apenas reconocible en su firma más allá de la jota inicial.

Por eso, resulta curioso que nos hayamos fijado muchos en la firma del tercer Presidente, Mario Draghi, cuyo apellido, esta vez sí, es perfectamente legible en la firma, ya conocida en estas páginas.

En lo que no hay duda es en que nadie se ha fijado en la firma del señor Duisenberg, que junto con una de las estrellas del diseño, semeja una Estrella de Belén… en los billetes de 500 euros.


La razón es sencilla: estos billetes… no existen.

Creo.

Créditos:
Imágenes de detalle de sendos billetes de 50 euros de la zona de las firmas de Wim Duisenberg y Jean-Claude Trichet.
Imagen de un billete de 500 euros con la firma de Wim Duisenberg.

3 comentarios:

  1. A raíz de la anterior anotación a la que aludes comencé a fijarme en las firmas en los billetes. Pero, para la de hoy me fiaré de ti porque desde luego por mi mano no pasan estos billetes...
    Un saludo.

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  2. Tú fíate, fíate...
    El problema no es que pasen o no los billetes por mano de uno: el problema es que los que pasan... ¡no se quedan!

    Un saludo.

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  3. posodo: Totalmente de acuerdo, tuve unos billetes Bin Laden en mis manos y duraron bastante poco.
    Una pena.

    un saludo

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