lunes, 28 de febrero de 2011

Un bono de recuerdos

Esta semana pasada ha sido muy ‘productiva’ en recuerdos sobre lo sucedido (o no) hace treinta años.

Sin ánimo de ser exhaustivo, mis recuerdos, básicamente, son:
- Poco después de comer, fui a una papelería técnica para comprar material de dibujo para unos trabajos en la Escuela (entonces estaba estudiando en la Universidad Politécnica de Valencia).
- Regresé sin dilación para oír por la radio la votación de la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno.
- Al llamar al voto a don Manuel Núñez Encabo (es por lo único que, probablemente, será recordado este diputado), se oyeron voces y en seguida, unos disparos.
- “Santiago, eso han sido tiros”, acertó a decir mi madre.
- Casi inmediatamente, cesó la retransmisión (teníamos sintonizada Radio Nacional de España)
- Ante la incertidumbre, toda la familia junta en casa: me fui, más o menos corriendo, al colegio donde mi hermana pequeña tenía entrenamiento de baloncesto. Coincidencia o no, el profesor de gimnasia no estaba, aunque para compensar el colegio estaba lleno de padres y familiares recogiendo a todo chiquillo habido y por haber.
- De vuelta a casa, presencié el mayor atasco en la Avenida del Puerto de Valencia que recuerdo en toda mi vida, porque era, entonces, en los dos sentidos.
- La ‘noche de los transistores’ la organizamos en casa sintonizando en cada aparato de radio una emisora distinta, y subiendo o bajando el volumen según radiaran.
- De vez en cuando, reunión en el descansillo de la escalera con los vecinos, actualizando entre todos los resultados de las llamadas telefónicas hechas (con éxito las que lo tuvieron) a los correspondientes familiares, principalmente, claro, en Madrid.
- En una de las reuniones, coinciden otros vecinos subiendo por las escaleras, y haciendo el gesto de contarnos, nos dicen, entre sonrisas, que les devolvemos, que esa reunión no está permitida.
- Aprovechando el silencio que, ya noche cerrada, se oía en la calle, en uno de los momentos, escuchamos el motor sobrerrevolucionado de un coche a toda velocidad por la Avenida del Puerto (creo, pues era la única calle cercana en la que podía ir tanto tiempo a esa, supuesta, velocidad).
- Ya más noche avanzada, el ruido que se oyó fue el de los carros de combate por la Avenida del Puerto (lógicamente, no sé a dónde irían ni cuántos serían).
- Más noche aún, vimos por televisión el famoso mensaje del Rey, y, supongo, nos fuimos a la cama.
- Al día siguiente, a primera hora, el único periódico que tenían en el kiosco era Diario de Valencia.
- A las ocho, puntualmente, estaba en la Universidad. No era el único, aunque desde luego, hubo numerosas ausencias.
- Lógicamente, no hubo clase (la primera era de matemáticas), sino una puesta en común de las experiencias o conocimientos de cada uno.
- A media mañana, nos fuimos al bar a ver en la tele la salida del Congreso, y me fui a comer a casa.

Eso sí, unos días después (creo que llovía esa tarde) había mucha gente en la manifestación.

José Antonio del Pozo ha recordado en su blog el bizarro comportamiento en el Congreso de Adolfo Suárez y de Manuel Gutiérrez Mellado. Y lo ha enlazado con el también bizarro del conjunto del pueblo español año y medio después.

En su día, posiblemente Pedro Rodríguez (q.e.p.d.), dejó escrito en ABC cómo ya entonces se ‘gestionaba’ la Historia. Visto que el video con Suárez y Mellado no podía manipularse sin que se notara demasiado, ya había quien trabajaba la siguiente escena, intentando mostrar cómo el primer diputado que se erguía valiente era… Felipe González.

Todo esto, claro, está ciertamente distorsionado por el efecto que la distancia en el tiempo tiene sobre la memoria. Menos mal que el nunca suficiente ni adecuadamente ponderado señor Bono ha venido en ayuda nuestra para recordarnos lo realmente sucedido. Fieles a la memoria de este buen hombre, La Gaceta publicó en su portada del pasado día 24, las ‘verdaderas’ fotos de lo acontecido.

Y es que, en efecto, en la foto mostrada más arriba, cuya autoría corresponde a Manuel Hernández de León, fotógrafo entonces para la Agencia EFE, en la que la atención siempre ha recaído en la figura del entonces Teniente Coronel Antonio Tejero, puede observarse, abajo a la izquierda… al señor Bono.

Ya ese día, podemos ver, no tenía pelos en la lengua,… y ahora también podemos observar que el gato no se le ha comido la lengua… lengua… lengua-raz.

Créditos:
Fotografía de Manuel Hernández de León, tomada de la edición del pasado martes 22 de febrero de El Mundo, y detalle de la misma.
Imagen de la portada de La Gaceta, del jueves 24 de febrero.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: La lluvia… ¿es una maravilla?

El otro día salí de unas oficinas del Ayuntamiento cercano al edificio principal cuando, pasando ya junto a la puerta de éste, comenzó a coger fuerza la llovizna que había. Con objeto de poder desplegar adecuadamente el paraguas que siempre llevo en el maletín, me refugié en… la Librería Municipal.





Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

domingo, 27 de febrero de 2011

Llamada para un sueño

Un día similar a éste, pero de hace dos años, fui al Teatro Principal de Valencia, para ver la última representación aquí de la producción dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente de La vida es sueño.

“«La vida es sueño» es, sin duda, uno de los experimentos dramáticos más portentosos del teatro universal y una joya del Barroco español. Para entender nuestro tiempo marcado por la confusión nos adentramos en la peripecia humana de Segismundo, príncipe deportado a las entrañas de la tierra, donde nace la noche. Desnudo y encadenado brama en el laberinto. (…) Segismundo ya no es Segismundo, es el hombre, el común hombre. Y la mujer. Faltaría más. En esta cita apocalíptica, no podemos olvidar la poesía.

La lectura del teatro clásico español no es sencilla tanto por el verso como por el habitual uso del hipérbaton, que aconseja una segunda lectura para terminar de entender la frase. Esta dificultad se ve acrecentada en las representaciones, en las que una dicción desajustada hace totalmente ininteligible, a poco que se extienda más allá de un par de frase, todo el parlamento.

Esta primera impresión es la que me causó ver a Ana Caleya como Rosaura, brincando por el monte hablando no sé qué de un hipogrifo. Afortunadamente, se tranquilizó pronto y el resto de la obra pude seguirla sin mayores pérdidas que las que ahora se manifiestan en mi memoria.

Es conocida la actual afición de los directores (de teatro o de ópera) de organizar la escena de una forma muy ‘personal’. En este caso, Juan Carlos Pérez de la Fuente no lo fue en exceso, sino comedido (más ajustado, por ejemplo, lo fue en Angelina…). Como ejemplo de lo minimalista del decorado, teníamos unos a modo de pilares, que merced al correspondiente giro, ofrecían un lateral u otro, cada uno con su color, para indicar el lugar de la acción.: lógicamente, llegó un momento en que, como Segismundo, varios pilares giraron continuamente.

Pieza estrenada en Madrid en el año 1635, cuando Calderón solo tenía treinta y cinco y era un joven rebelde, inconformista y atormentado. Y dudaba, casi como nosotros, entre el sueño y la realidad. Entre el teatro y la vida. ¿O no?

La mejor puesta en escena para esta disyuntiva entre el teatro y la vida, la tuvo la compañía, sin proponérselo, justo al final de la Jornada Segunda, con el famoso monólogo de Segismundo (encarnado por Fernando Cayo), culminando con su final.

Y es que aquel día, como éste, era el último domingo de febrero, y por tanto, en Valencia, tenía lugar la Cridá, es decir, el llamamiento oficial para la celebración de las inmediatas Fallas.

Y coincidiendo con el 'son' del monólogo sonó el castillo/mascletá de finalización de la Cridá, oyéndose perfectamente desde el patio de butacas del Teatro Principal de Valencia.

En definitiva, una buena Cridá, o llamada, para un sueño, aunque sean las Fallas, ¿o no?

Créditos:
Portada del folleto de la producción, y transcripción parcial de las notas de Juan Carlos Pérez de la Fuente, e imagen de la obra tomados del folleto.
Imagen de la entrada a la función.
Imágenes de la primera página, del final, y del famoso monólogo, tomadas de una edición de La vida es sueño, sin fecha, pero probablemente de mediados del XVIII (por la ortografía).
Fotografía de los ‘pilares’ del escenario del Teatro Principal de Valencia, tomada desde la calle, de febrero de 2009, del autor.

Cada día tiene su propio afán

Hace dos meses traje a estas páginas la colaboración interparroquial en relación con las actividades de Cáritas, aquí en Valencia. Puse unas cifras para ilustrar la situación:
más del 12% de los núcleos familiares (o similares) censados en el barrio, dependen de la comida con que les pueda ayudar su parroquia”.

La pasada semana, a través de su Secretario General, Cáritas ha advertido, lisa y llanamente, que “está desbordada”.

Jesús, en el Evangelio de hoy, en una nueva lectura de San Mateo, nos ha dicho: “ya sabe vuestro Padre Celestial que tenéis necesidad de todo eso”, en relación con la comida y el vestido.

Es el origen del “Dios proveerá”, y, como se ve, a través de Cáritas, es como, en una primera instancia, lo está haciendo.

Lo que, obviamente, no quiere decir que se trate de la principal misión de la Iglesia, ni que debamos quedarnos viéndolas venir, sin dar un palo al agua; recordemos aquello de San Pablo sobre quienes estaban muy ocupados en no hacer nada: “si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma”.

Y es que, aunque alguno desprecie la famosa “sopa boba de los conventos”, se trata de lo que apuntó bate: mientras a unos se les llena la boca de ‘solidaridad’, otros reparten a manos llenas ‘misericordia’ y ‘caridad’, es decir, ‘amor’.

Créditos:
Fotografía de una sede en Valencia de Cáritas y la Fundación José Mª Haro, de febrero de 2011, del autor.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Febrerillo loco

Los libros, como todo el mundo sabe, son como las cerezas: vas a recoger encargos pendientes y te traes, enganchados a ellos, unos cuantos libros más. Y eso que no es época aún de cerezas…





Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

sábado, 26 de febrero de 2011

Cuando es la realidad quien se impone por…

Hace muchos años, cuando hojeaba el Informatodo 1969 de Selecciones del Readre’s Digest, me encontré con la reseña que correspondía a la noticia, de 1968, claro, de la publicación de la Encíclica Humanae Vitae. Lógicamente, en aquel entonces, no entendí gran cosa de lo que leí, y por tanto, tampoco de las viñetas con que se ilustraba la noticia y que estaban recogidas de la prensa española (editada, publicada, vendida y leída en España, por si quedaba alguna duda).

Hay que reconocer la contundencia de la segunda viñeta:
¡Vaya, hombre! Ahora que empezaba a ponerse tan fácil ser católico

Y es que una de las cosas que se le criticó a Pablo VI fue que ‘no estaba con los tiempos’, que ‘el ritmo de la sociedad era otro’, y como venía a decir la viñeta, ‘no hay que ponerlo difícil, porque se irán’; vamos, que los tiempos estaban cambiando, sobre todo en ese famoso año 1968.

Todo esto, especialmente, las viñetas, me vino a la memoria cuando leí allá por enero, la noticia de que esos tiempos que estaban cambiando, estaban dando la razón a Pablo VI. Y hace pocos días, se presentó en la Universidad Lateranense en Roma el estudio «Custodios de la vida. La actualidad de la encíclica Humanae Vitae», elaborado bajo la dirección de la profesora de la Universidad La Sapieza, Luceta Scaraffia, insistiendo en esta línea (lástima que el titular de InfoCatólica sea más sensacionalista de lo que toca).

Finalmente, un poco en esta línea, se vuelve a insistir en el resultado que se está consiguiendo en Zimbaue ante la enfermedad del SIDA, mediante, entre otros métodos, aunque fundamentalmente, un comportamiento sexual realmente responsable.

Y es que, hay que ver, ¡qué carca es… la realidad!

Créditos:
Viñetas tomadas de Informatodo 1969, editado por Selecciones del Reader’s Digest, a finales de 1968.

Faltan dos

La gran noticia a partir del mediodía de ayer se resume en la cifra que han llevada a la portada todos los periódicos impresos de este sábado, es decir, 110. De todos ellos, traigo aquí la de ABC, quien saca punta al tema, diciendo que “El gobierno frena a España”.

Entre los comentarios (y suspicacias oportunas) se encuentran los relativos al coste de cambiar todas las señales. Pues no, el Gobierno, como en la zarzuela, se ha reunido y ha decidido que no se cambian, sino que se pondrán unas pegatinas encima con la nueva cifra.

En definitiva, que más que un Gobierno del cambio, es un Gobierno de pega.

Bueno, y que nos la pega, también.

Pero es un poco burdo este intento de, evitando superar los 110, no llegar al 112, es decir, el teléfono de emergencias,… aunque el pobre hace tiempo que suena sin que nadie lo atienda.

Actualización del 27 de febrero:
Según la portada de La Gaceta, las famosas pegatinas ya estaban encargadas, lógicamente, antes de hacer pública la decisión.

De otras cosas tal vez, pero desde luego, nadie podrá acusar a este Gobierno de falta de previsión.

Créditos:
Detalle de la portada de ABC del 26 de febrero de 2011… y de La Gaceta del 27 de febrero.

Y ahora, ¿dónde los pongo?: Quien se fue a Sevilla…

… se trajo una bibliotequilla.

Además de lo que ya hemos mostrado, volví con varias guías sevillanas,





Entre las que no podía faltar la actualidad más presente.



Eso sí, EL GUÍA sevillano es mejor.

Créditos:
Portadas de los libros en cuestión.

viernes, 25 de febrero de 2011

La prisa, presa

El viernes pasado, recogiéndonos ya en casa, aparcando el coche en el garage, sentí cómo el vehículo no disponía de un motor a gasolina, sino ese famoso Sistema Operativo, porque a punto de salir del auto observé que se me había quedado colgada una window, o mejor dicho, descolgada. Es decir, se había roto el mecanismo, y el cristal se había desplomado como dos tercios del recorrido, sin opción de desplazamiento ni hacia arriba ni hacia abajo.

El pasado lunes lo llevé al taller, donde me dijeron lo previsible: si no era nada, estaría en seguida; si era algo, la pieza se tendría que pedir a otra ciudad española, lo que, en contra de lo que cualquiera pudiera suponer, ya que se trataba de una ciudad que, como Valencia, se encuentra en la Península, supondría que llegaria al cabo de… 48 horas.

Mentalmente, hice un recuento de las calles cercanas al taller, para comprobar si alguna se encontraba en la zona 30 definida por el Ayuntamiento de Valencia, o si, al menos, se le podría aplicar, con carácter preventivo, las intenciones del Gobierno, de modo que se explicara tanta demora.

La cuestión es que al día siguiente, me dirigí a mi trabajo en transporte público, en concreto, un taxi, dado el ‘especial’ diseño de la red de autobuses en Valencia.

El recorrido seguido fue, salvo la última manzana, exactamente el que sigo diariamente con mi vehículo, invirtiendo unos veinticinco minutos en hacerlo. Gracias a las ventajas del transporte público, el martes tardamos unos diez minutos menos.

Gracias a las ventajas… o a que los límites de velocidad (y algún semáforo en rojo que otro) parece que no se aplican a los taxistas.

Créditos:
Tradicional pantallazo azul.
Fotografía de señal de tráfico, en el Barrio del Carmen, de Valencia, indicando que se sale de una zona 30, de diciembre de 2008, del autor.

jueves, 24 de febrero de 2011

Concierto a cuatro manos… y más

Hace una semana, como ya se ha comentado, fui a un concierto en el Palau de la Música de Valencia. También se sabe cuál era una de las obras, en concreto, con la que se iniciaba el programa.

La otra obra de carácter orquestal, con la que se inició la segunda parte del programa, era la obertura de Los maestros cantores de Núremberg, mientras que las dos segundas obras de cada una de las partes eran conciertos para piano sobre cuya autoría, en pequeño homenaje a un amigo de este diario, no haré más referencias.

Y el caso es que dichos conciertos sobre cuya autoría, insisto, no haré más comentarios, fueron los que nos permitieron apreciar la calidad y el arte de Daniel Barenboim.

Dos días después se publicaba en Levante la crítica de Alfredo Brotons al concierto. Como se indica en ella, Barenboim nos ofreció dos propinas, seguidas muy atentamente, como puede observarse en la fotografía, por público y orquesta.

Lo que sí puedo asegurar sobre el concierto es que la obra más representada fue la que, parcialmente, se recoge en el vídeo siguiente.



En efecto, el famoso (y merecido) concierto de aplausos.

Créditos:
Fotografía de Daniel Barenboim durante una de las propinas al programa del pasado 17 de febrero de 2011, en el Palau de la Música de Valencia, del autor.
Grabación en video de uno de los momentos de aplausos a Daniel Barenboim y a la Orquesta de Valencia, con Yaron Traub, su director titular, del concierto antedicho, del autor.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Cosas del día

El 23 de febrero de 1981, algunos oímos en directo, por la radio, lo que esa tarde sucedió en el Palacio del Congreso de los Diputados, en Madrid, y también en directo, a través de la atmósfera, el ruido de los tanques circulando por la Avenida del Puerto, en Valencia.

El 23 de febrero de 1983, algunos nos enteramos, ya por el telediario, lo que esa mañana se había decidido en el Palacio de la Moncloa, y que supuso un cambio en el programa de la clase de Economía inmediata posterior, donde el profesor nos explicó que ninguno de los argumentos económicos expuestos por el Gobierno tenía fundamento alguno, sin entrar en cuestiones legales.

El 23 de febrero de 1854, algunos presenciaron el estreno de un nuevo formato musical, el poema sinfónico, en la forma de una obra de Liszt.

La obra en cuestión se titula Los preludios, y, la verdad, resultó con miga el nombrecito.

Créditos:
Portadas de ABC de los días 24 de febrero de 1981 y de 1983, tomadas de la Hemeroteca del periódico.

martes, 22 de febrero de 2011

Parece que pinta bien

Hace unos tres meses y medio, me encontré en una tapia de Valencia la pintada de la foto.

La verdad es que nunca imaginé que pudiera aplicarse esta esperanza española a lo sucedido hoy.

En todo caso, que se mejore, y se incorpore con energías renovadas… que falta nos hace.

Créditos:
Fotografía tomada en la c/ San Vicente Mártir, de Valencia, en noviembre de 2010, del autor.

lunes, 21 de febrero de 2011

Uno por uno, setenta y siete

Pero si se produjeran otros daños, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.

Esto se puede leer en el libro del Éxodo, en los versículos 23 al 25 del capítulo 21. Es la forma extendida de la denominada Ley del Talión.

Se trata de un planteamiento social, no individual, es decir, la forma en que la sociedad aplica un castigo igual al daño ocasionado, y no más, en vez de la habitual referencia que suele hacerse como incitación a la venganza personal (el famoso, “ojo por ojo, y al final, todos ciegos”, o algo parecido).

Y es que en aquel entonces, la venganza (social o individual), no conocía más límites que la exterminación del agresor. Ejemplo de ello, con cifras cabalísticas, lo tenemos en el Génesis (capítulo 4, versículo 24): “Caín será vengado siete veces, pero Lámec lo será setenta y siete”, poco después de la expulsión de Caín del Edén, y su destierro “al este del Edén”.

En el Evangelio leído este pasado domingo se nos narra por San Mateo cómo Jesús sustituye la Ley del Talión por el ofrecimiento de la otra mejilla.

La sorpresa que me llevé fue que en la Homilía se expuso por don Enrique Benavent, Obispo auxiliar de la diócesis, no lo malo que pudiera ser la Ley del Talión, sino cómo ésta ya era un límite al ‘salvajismo’ de la gente aplicando la venganza, digamos que la puso ‘en contexto’, aunque no se remontó a Caín, como he hecho yo aquí.

Otra cosa a debatir es el cambio que puede considerarse en el hecho de que la Ley del Talión tuviera función social, no personal, y en cambio, la Ley de la Mejilla, tenga función personal, y no social.

Pero, por desgracia, la sociedad actual nos dará muchas oportunidades de vovler a este tema.

Créditos:
Citas bíblicas tomadas de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer.
Fotografía de Caín, de Fernand Cormon, obra de 1880, que se encuentra en el Museo de Orsay, en París, tomada en septiembre de 2008 por el autor.

Nota informativa radiofónica

En el programa del concierto del pasado jueves, a pesar de los idiomas, se decía por parte de Manuel Muñoz:
Afortunadamente, la [música] de Liszt no ha sufrido ningún rechazo por esta causa, aun cuando en concreto Les préludes, por su tono grandioso, fue utilizada de manera reiterada por los nazis en mítines y como sintonía radiofónica de los informativos de guerra. También en esto coincidieron, involutaria y póstumamente, Liszt y Wagner.

En algunos comentarios a los videos de la anotación anterior se leían apuntes en este sentido, y en efecto, la música sonó.



Esta circunstancia me ha recordado la sintonía informativa de Radio Nacional de España, de aquella época, que era una adaptación de un toque militar español, como recuerdo que se comentó (gracias a lo que me enteré), en un programa de TVE titulado Historia de la música militar española, y que lógicamente, se emitió hace tiempo, no ahora.

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Un desconcertante preludio?

Como ya he comentado, el pasado jueves estuve en el Palau de la Música. Como llegué pronto y me acomodé en seguida, pude oír sin problemas los comentarios de la gente con butaca próxima a la mía, conforme se acercaba. Básicamente:
- ¿Y el piano?
- ¿Dónde está el piano?
- ¿No hay piano?

Y es que, como se puede ver en la foto (que sí hice), no se aprecia el piano en el escenario.

El caso es que al cabo de un rato, apareció la Orquesta de Valencia, poco después, el primer violín, quien dio la entrada para interpretar esa pieza que siempre tocan antes de los conciertos pero que nunca figura en los programas, y cuando la terminaron, llegó el director, titular de la Orquesta, Yaron Traub, y tras los aplausos, empezó el concierto. En concreto, Los preludios, de Liszt. Y sin piano.





La elección de estos videos no es casual: se trata de la West Eastern Divan Orchestra, fundada por Daniel Barenboim (y dirigiéndola en esta interpretación), quien era, precisamente, el solista estelar del concierto del pasado jueves.

Y claro, al acabar el poema sinfónico, apareció el piano.

Créditos:
Fotografías del escenario, vacío, y de la instalación del piano, en el Palau de la Música de Valencia, en el concierto del pasado jueves 17 de febrero, del autor.
Montaje de las imágenes de la portada del programa y de la entrada, del concierto en cuestión.

Patio de butacas, que no de espectadores

Estos días se han hecho públicos los resultados del cine en España, en este pasado año 2010. Las grandes cifras, que es lo que destacan los medios, dicen que la recaudación ha descendido casi un 4%, mientras que la asistencia lo ha hecho un 10%.

La explicación de esta diferencia parece clara, y apunta a que, simplemente, el precio medio de la entrada ha subido (matemáticamente, resulta a 6,535 euros), básicamente, porque una parte muy importante de la asistencia se debe al tirón de la películas en formato tridimensional,… cuya entrada es más cara (a mí me cuestan por encima de los 8 euros, y eso que no te quedas con las gafas).

Aún con cifras de hasta 2009, en el último número de la revista Arteria, figura la estadística de los últimos diez años en lo que respecta a la recaudación del teatro en España, entiendo. Si es así, el año 2009 sólo visitaron el teatro (con un precio medio similar al antedicho del cine), algo más de 30.000 personas. Y teniendo en cuenta que el precio es algo superior, la sensación que da la asistencia al teatro no es nada alentadora. Y eso que, últimamente, en todas las ocasiones en que ha ido al teatro, había lleno. No lo entiendo.

Por cierto, lo ‘mejor’ de la noticia sobre la recaudación del cine es la última de las peticiones que hace el sector para poder recuperarse: “eliminar la cuota de pantalla del cine español”.

Créditos:
Montaje de fotografías del antiguo Cine España, en Valencia, en la Avenida del Puerto, casi esquina con Eduardo Boscá (Camino o Ronda de Tránsitos), de mayo de 2010, del autor
Imagen de las estadísticas publicadas en el número de febrero de 2011 de la revista Arteria.

A un panal de rica miel…

Esta semana ha resultado curiosa en lo de traernos viejos recuerdos.

Me refiero al regreso a las portadas de José María Ruiz-Mateos y su Ruiz Mateos S.A., es decir, Rumasa, es decir, Nueva Rumasa.

Según parece, los números no salen, de nuevo, al grupo de empresas, cosa que no me extraña, teniendo en cuenta que las noticias han destacado que los famosos pagarés eran de 50.000 euros mínimo, y han quedado ‘pillados’ 5.000 inversores, afectando a un capital total, por tanto, de 50 x 5 = 250 millones de euros… ¡Pues no! ¡sólo 140 millones! ¡Así cómo no va a haber problemas de tesorería!

Lo de este hombre me recuerda las escenas en la película La gran familia, de una de las empresas en que Antonio, el padre de familia, ejerce el correspodiente pluriempleo de la época.

- ¿Es éste el Departamento de Estudios y Proyectos?
- Sí, señor.
- Muy bien. Pues los estudios y proyectos se los pueden quedar, pero el departamento se viene al camión.
- ¡Eh, oiga, un momento! Pero don José, ¿otra vez el juzgado?
- Síí, hijo, sí: el embargo de este año.
- Entonces me quedo sin cobrar.
- Ha acertado usted, pero no se desanime., esto lo arreglo yo en cuatro días.
- Quien dice cuatro días dice cuatro meses, o cuatro años, si el asunto llega al Supremo.
- No sea pesimista, hombre.
- ¿Pesimista? Yo soy el rey del optimismo, pero si al ir a pagar una cuenta doy optimismo, me dicen que no es moneda de curso legal.


Resultando que medio año después, Antonio le dice a don José:

Usted, a fuerza de arruinarse, acabará millonario.

Como ejemplo de lo imprecisa que es la memoria a la hora de situar en el tiempo las cosas, yo estaba convencido de que la campaña publicitaria de la financiación en cuestión era de este año pasado, y resulta que no, que ya en septiembre de 2009 la CNMV avisó sobre ciertos aspectos de dicha financiación.

Ante lo cual, está muy bien que, como insiste Libertad Digital,se nos recuerde que su jefe, el señor Recarte, con gran y anticipada clarividencia, ya avisó también de estos problemas… el 17 de enero de 2011. ¡Pero qué pelotas que son!

Créditos:
Fotografías de las entonces llamadas Torres de Jerez (antes de Colón), en la Plaza de Colón, en Madrid, sede en su día de Rumasa, y del reflejo de las mismas en un cristal de la Biblioteca Nacional, de octubre de 2007, del autor.
Fotograma de la película La gran familia.

La música, bien; pero los números… y el letrista…

El pasado jueves estuve en el Palau de la Música de Valencia, donde se ofrecía el concierto número 3.045 de la Orquesta de Valencia. Y no sólo ella.

Por quién la acompañaba, ya me extrañó conseguir sin problemas una entrada sólo una semana antes del concierto. Pero más aún me extrañó que a la una y diez, a falta de siete horas para el concierto, hubiera disponibles tantas butacas. Eso sí, de las de mayor precio, por lo que lo achaqué a la crisis.

Sin embargo, a poco de comenzar el concierto, el Palau estaba a rebosar (de acuerdo, algún asiento aislado vacío había). Es decir, que afortunadamente, consiguieron ‘vender’ en las pocas horas finales las más de 220 que aún quedaban pendientes. Me alegro por ellos.

Entré con tiempo, por lo que pude leer con tranquilidad el programa del concierto y, también, el del día 15, ya que alguien lo había dejado encajado en mi butaca. Tranquilidad que me duró poco.

La encuadernación de los programas, unas hojas dobladas por la mitad y grapadas, permite que por un lado vaya en valenciano-catalán, y por el otro lado… tampoco vaya en español.

Por ejemplo:
Però haurà de ser Beethoven, especialment amb l’impressionant conjunt d’obres que són les 32 sonates, qui porta fins a l’extrem les possibilitats del piano de la seua època.
traducido como:
Deberá ser Beethoven, especialmente con el impresionante conjunto de obras que son las 32 sonatas, quienes puerta hasta el extremo las posibilidades del piano de su época.

Moriren amb un poc més d’any any i mig de diferència.
traducido como:
Murieron con un poco más de año año y medio de diferencia.

Ja que Wagner es casà el 1871 amb Cosima.
traducido como:
Puesto que Wagner se casó el 1871 con Cosima.

I està més pròxima de peces com les posteriors Variacions simfòniques de César Franck.
traducido como:
Y está más próxima de piezas como las posteriores Variaciones sinfónicas de César Franck.

Malgrat el seu to còmic.
traducido como:
Pese al su tono cómico.

En resumen, que no es extraño que me sintiera como en el reflejo en la cubierta del Palau, fotografía que tras hacerla, me dijeron que no se podía hacer, siguiendo los curiosos criterios del Ayuntamiento de Valencia en sus edificios.

Créditos:
Imagen de la página de ServiEntrada para la compra de entradas del concierto del día 17 de febrero de 2011, en el Palau de la Música de Valencia.
Transcripción parcial de los programas de los días 15 y 17, de Manuel Muñoz (los destacados en rojo son míos).
Fotografía del reflejo en la cubierta de cristal del Palau de la Música, del día del concierto, del autor.

Hay tiempo por delante

Dentro de un mes exactamente, deberán empezar las ‘cremaes’ de las fallas mayores, salvo la del Primer Premio de la Categoría Especial, la del Ayuntamiento y aquéllas que Bomberos decida cómo y cuándo se queman.

El pasado jueves vi en la previsión del tiempo de la página AccuWeather, que en su día me recomendó amablemente Gavión. Como puede observarse, se esperaban días principalmente despejados… hasta el martes, primero de marzo, a partir del que la amenaza de lluvia se hacía presente.

Este fenómeno meteorológico tiene una explicación sencilla: el día uno de marzo empieza la programación diaria de ‘mascletaes’ en la Plaza del Ayuntamiento, y claro, la incertidumbre de la meteorología toma un papel preminente.

Sin embargo, al día siguiente, la previsión se hizo más favorable. ¡Quiá! Sencillamente, la antedicha incertidumbre tuvo un momento de duda, y es que, a pesar de lo que diga el Programa Oficial de Fallas de este año, es decir, lo ya mencionado del día uno, dado que el 28 es lunes y ya estará todo el sarao estrenado del domingo 27, corren rumores de que también se aprovechará para una mascletá.

Bueno, el caso es que las previsiones vuelven a ser las que corresponden a fallas: que sí, que no, que tal vez, que calor, que frío, que viento, que calma, que llueve, que chispea, que ni una nube,… vamos, lo de siempre.

Créditos:
Imágenes de las previsiones publicadas los pasados 17 y 18 de febrero, para la primera semana de marzo, en Valencia.
Fotografía de los momentos finales de la cremá de una falla, en marzo de 2010, del autor.

sábado, 19 de febrero de 2011

Derecho a vivir, también ella

En el reciente viaje a Sevilla me llamó la atención la apreciable cantidad de banderas colgadas en los balcones con el emblema de Derecho a Vivir.

Mientras esperaba traer este tema por estas páginas, me entero por el blog de elentir de que Susana María Galeote Alonso, recientemente asesinada, víctima de su ex-marido y de la Administración, era una de las promotoras de Derecho a Vivir en Antequera.

Descanse en paz quien defendiendo el derecho a vivir de los demás, no encontró ayuda para defender el suyo propio.

Créditos:
Montaje con fotografías tomadas en Sevilla, en enero de 2011, por el autor, y el logo de Derecho a Vivir, de luto, y un fotograma con la imagen de Susana de un video, tomados de la anotación de elentir.