domingo, 12 de diciembre de 2010

Cómico drama angelical

Para empezar la sesión
y antes de la iniciación
del conflicto y de la trama,
harán su presentación
los personajes del drama.


Con esta introducción, a cargo del Representante (se entiende que de la empresa del teatro), a la presentación de los Dramatis personae, empieza Angelina, o el honor de un brigadier. Presentación que finaliza así:
Y hecha la presentación
de estos nueve personajes,
con pelucas y con trajes,
va a comenzar la sesión.


Sin embargo, por mor de la obligatoria adaptación de la obra, en la representación dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente, la presentación no es de nueve personajes, sino de… once.

Como su propio título indica, la obra gira en torno a… Germán, “guapo mozo, de aire fatigado, vicioso y calavera, que sabe llevar la ropa”.
Yo soy Germán, el traidor;
calavera, pendenciero,
con cinismo y con dinero
triunfo siempre en el amor.
Visto con gran elegancia,
consigo cuanto deseo
y soy un poquillo ateo…
prque veraneo en Francia,
que, como deben saber,
es la patria de Voltaire.


Plenamente coherente con su carácter de calavera y cínico, sólo hay que esperar al final del mismo primer acto, para presenciar este diálogo entre Germán y Angelina:
- ¿Y nos casaremos? - Sí
- ¿Por la Iglesia? - Claro está.
- ¿Crees en Dios? - ¡Creo ya!
- ¡Jura!... - Lo juro por ti.
- ¿Qué va a decir mi papá?
- Que diga misa… - ¡Ay de mí!


Angelina es una “muchacha de unos dieciséis años, con aspecto de candorosa inocencia
que no se entera de nada
y que por eso es feliz
”.

El drama que se nos plantea se desarrolla en la conciencia (“¡Conciencia! ¿La tengo acaso?”) de Germán:
Óyeme: hace un mes escaso
que la suerte vil e ingrata
sobre mío su ira desata
¡y en un caos me debato
que, en resolverlo, me mato
y, no resuelto, me mata!


Y es que el problema con que se encuentra Germán no es haberse enamorado de Angelina, en cuya fiesta de petición de mano por Rodolfo, “un romántico de la época” (y poeta), se encuentra; no, su problema es otro:
La vergüenza me domina
ante la idea infamante
de ver que mi alma se inclina
hacia... ¡¡la hija de mi amante!!


Sin embargo, no es esta circunstancia la que da pie a la entrada del Brigadier (junto con su honor), sino esta otra:
- ¡Adiós, casa en que naciera
porque el destino lo quiso!
¡Adiós, sala y cristalera!
¡Adiós, salón y escalera,
con su baranda y su friso!
- Angelina: al otro piso
escríbele desde fuera…
- ¡Adiós, pasillo y jardín!
Me marcho… ¡Quedad con Dios!


En efecto, Angelina huye, se fuga con Germán, moderno don Juan, y padre, como el Comendador, surge don Marcial, si bien, que aquel mejor, acaba éste al final.

Los fugitivos son seguidos, localizados, “capturados”, y separados; hay un duelo para reparar el honor, con el resultado de que, al reparar las heridas, se descubre que el honor está más dañado de lo creído, aunque unos oportunos fantasmas familiares permiten una reconciliación final, previa al definitivo “punto de contrición” de Germán, tras el que se nos expresa:

El drama ha terminado
y, como al final, señores,
ruego el aplauso obligado
al autor y a los actores.


Y así fue, aunque hay que decir que los aplausos no resultaron entusiastas, por lo que hubo sólo un bloque de saludos corales por los actores.

La representación me gustó, claro que contaba a su favor mi afición por Jardiel Poncela. Técnicamente cabe señalar que el discurso de los fantasmas familiares no resultó satisfactoriamente inteligible por defectos en la megafonía con la que se ‘vestía’. También en algún momento, la música ambiente se imponía sobre la vocalización de algunos de los actores.

Otras consideraciones sobre la obra, previas al estreno en Valencia, se pueden leer en la noticia de Europa Press, publicada más completa por Las Provincias que por Levante. Y sobre la producción como tal, en el propio blog de Angelina (si es que estas chicas modernas…)

P.S. Sí, vale, de acuerdo. Este doce de diciembre se celebró un cumpleaños, je, je…

Créditos:
Anotaciones, textos y dibujos originales de Enrique Jardiel Poncela, tomados de la edición de
Angelina, o el honor de un brigadier (Un drama en 1880), según está publicado en el tomo I de las Obras completas de Enrique Jardiel Poncela, editado por AHR, según la séptima edición, de 1973.
Fotografía de la Introducción, tomada del blog de Angelina.
Fotografía del saludo de los actores, al final de la representación en el Teatro Principal de Valencia, el día 8 de diciembre, del autor.
Cartel del aniversario de la obra, tomada del blog de Angelina.

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