El pasado sábado me limité a esbozar el abanico de opciones que a la Autoridad competente, se le abrían con la vigencia del Estado de Alerta.
El artículo undécimo de la Ley 4/81 empieza con total sinceridad:
“Con independencia de lo dispuesto en el articulo anterior, el decreto de declaración del estado de alarma, o los sucesivos que durante su vigencia se dicten, podrán acordar las medidas siguientes:”
Y muy gentilmente Bate las recoge íntegras en su anotación.
El punto d del artículo dice:
“Limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.”
Está claro que estos servicios no son necesariamente los que han justificado el establecimiento del Estado de Alarma que sí son mencionados en el apartado e. Por tanto, pueden ser otros. Por ejemplo, el servicio público que desarrollan empresas privadas en el ámbito de la comunicación (radio y televisión, en particular, que se ejercen en modo de concesión, y que por tanto son revocables).
Tal vez más de un gabinete jurídico de muchas empresas de radio y televisión tendrían que estar revisando con lupa los pliegos de condiciones y los contratos de concesión que les amparen, por si la letra pequeña les remite en algún momento a alguna situación de legalidad vigente en la que sus contratos ya no les amparen,… sólo Dios.
Hace un tiempo comenté sobre la actualidad del arte. En dicha anotación, aparte de hablar de una persona muy activa estos días, me referí a una película, V de Vendetta.
Recordemos que el artículo undécimo comienza con “Con independencia…” y habla de los “sucesivos [decretos] que durante su vigencia se dicten”, que ya no necesariamente tienen que ser los de las prórrogas, simplemente porque no lo dice.
Recordemos que sólo precisa respaldo del Congreso la prórroga. Nada más. Ningún decreto sucesivo…
Y recordemos que una de las primeras escenas impactantes de la película es la voladura de la (estatua de la) justicia, que corona una torre de Old Bailey, edificio de los juzgados de Londres.
Créditos:
Fotograma de la película V de Vendetta.
El artículo undécimo de la Ley 4/81 empieza con total sinceridad:
“Con independencia de lo dispuesto en el articulo anterior, el decreto de declaración del estado de alarma, o los sucesivos que durante su vigencia se dicten, podrán acordar las medidas siguientes:”
Y muy gentilmente Bate las recoge íntegras en su anotación.
El punto d del artículo dice:
“Limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.”
Está claro que estos servicios no son necesariamente los que han justificado el establecimiento del Estado de Alarma que sí son mencionados en el apartado e. Por tanto, pueden ser otros. Por ejemplo, el servicio público que desarrollan empresas privadas en el ámbito de la comunicación (radio y televisión, en particular, que se ejercen en modo de concesión, y que por tanto son revocables).
Tal vez más de un gabinete jurídico de muchas empresas de radio y televisión tendrían que estar revisando con lupa los pliegos de condiciones y los contratos de concesión que les amparen, por si la letra pequeña les remite en algún momento a alguna situación de legalidad vigente en la que sus contratos ya no les amparen,… sólo Dios.
Hace un tiempo comenté sobre la actualidad del arte. En dicha anotación, aparte de hablar de una persona muy activa estos días, me referí a una película, V de Vendetta.
Recordemos que el artículo undécimo comienza con “Con independencia…” y habla de los “sucesivos [decretos] que durante su vigencia se dicten”, que ya no necesariamente tienen que ser los de las prórrogas, simplemente porque no lo dice.
Recordemos que sólo precisa respaldo del Congreso la prórroga. Nada más. Ningún decreto sucesivo…
Y recordemos que una de las primeras escenas impactantes de la película es la voladura de la (estatua de la) justicia, que corona una torre de Old Bailey, edificio de los juzgados de Londres.Créditos:
Fotograma de la película V de Vendetta.
Mira que yo soy poco amigo de las asociaciones y demás inventos; pero, es que creo que sólo nos queda protestar y dar toda la guerra de la que seamols capaz:
ResponderEliminarPor la cancelación inmediata del estado de alarma ilegal está en Facebook.
Horacio Vázquez Rial aporta algo de luz a este cenegal llemado España.
ResponderEliminar"No obstante, aunque uno tenga derecho a pensar en un golpe de estado, lo más probable es que los motivos del gobierno —democráticamente elegido por el mismo pueblo que hoy acepta esta situación de flagrante ilegalidad y hasta exige que los controladores sean discriminados, militarizados, expropiados y enviados a prisión– sean mucho menos sutiles, porque también para el mal es necesario un pensamiento, y sus motivos para todo este despliegue de crasa contundencia estén relacionados con otra forma de perpetuarse: tapar, como se tapó, una serie de reformas forzosas que deben disimular: la liquidación de Muface y el paso de los funcionarios a la Seguridad Social general, en plena decadencia; los recortes de toda clase; el incremento de la presión fiscal directa e indirecta: tabaco, alcohol, IVA inevitablemente repercutido en todos los precios, etc. Medidas que, en el lenguaje propio del socialismo patrio, son lisa y llanamente "antisociales", pero que no pueden eludir, al menos en el modelo político actual.
Tela..