martes, 7 de diciembre de 2010

Libertad Digital se ‘rajoyiza’

En una anotación de ayer, comenté lo contundente de los tres editoriales últimos de Libertad Digital en relación con el tema del Estado de Alarma.

Hoy, han sido más contundentes si cabe. Y así es como empieza “Los aeropuertos españoles han vuelto a una tensa pero efectiva tranquilidad”, aunque eso sí, “en espera de que la crisis de fondo de los controladores, que sigue sin resolverse hasta que éstos pongan fin a sus amenazas de reanudar la huelga salvaje, toque a su verdadero fin”.

Y en el segundo párrafo entran a matar, limpia y fulminantemente:
La militarización del control aéreo y el Estado de Alarma –que durará aún varios días y promete prolongarse hasta pasadas las Navidades– no han solucionado el problema. Han sido, en todo caso, un remedio de urgencia cuando la situación se había desmadrado por culpa de la huelga ilegal, amén de encubierta, que muchos controladores aéreos secundaron entre el viernes y el sábado. Falta que ahora el Gobierno cierre de una vez la herida abierta en la navegación aérea española avanzando progresivamente hacia la liberalización del sector para que episodios tan lamentables como éste no puedan repetirse.

Tras esta rotundidad sobre el “remedio de urgencia”, queda claro que la “herida abierta” en la de la liberalización del sector.

Y entra a analizarla en los tres párrafos restantes.

En definitiva, lo único a resaltar de estos días, a cuenta de este, ya, cuarto editorial, titulado, como toca, Vuelta a la realidad, es, como dice Mariano Rajoy, la economía.

Actualización:
Dicen que no hay quinto malo.
De momento, lo que no hay es quinto editorial sobre el tema… económico.
¿Lo habrá sobre la Constitución, la Ley, el Derecho,… la Libertad?

1 comentario:

  1. A mí me sigue llamando poderosamente la atención que en esa casa, exceptuando a Vázquez Rial, no planten cara al enésimo ataque que el gobierno perpetra a la Carta Magna a cuenta del show de los controlatas.
    Hay un silencio alrededor del desgraciado tema que me atrevo a calificar de costoso, sobre todo para nuestro futuro como estado de derecho, o desecho.

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