Uno se pregunta, con razón, para qué sirve un piano que no se puede tocar. Aunque tal vez, pensándolo una segunda vez, el piano no se encuentra ahí como instrumento musical sino como pieza de museo. Tal vez sea eso.
Por esas cosas de la vida, el descubrimiento del piano fue el pasado martes, justo un día después de que se publicara la noticia de que le iban a dar un premio especial a Tony Leblanc (reconocimiento merecidísimo, sea el premio que sea).
En el cuerpo de la noticia (aparte de un ‘impedió’ que hace daño a la vista), mencionan varias de las películas clásicas de este mozo, pero no relacionan una que viene justo al tema.
Lo que no sé es si este piano que vimos, abandonado, podrá recuperarse, y si tendrá suficientes teclas para el (posible) concierto.
Créditos:
Fotografía del piano en el Real Alcázar de Sevilla, de enero de 2011, del autor.
Fotografía de un piano en un almacén, del autor, de febrero de 2011, del autor.
Fotograma de la película Los que tocan el piano.
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