El 23 de febrero de 1981, algunos oímos en directo, por la radio, lo que esa tarde sucedió en el Palacio del Congreso de los Diputados, en Madrid, y también en directo, a través de la atmósfera, el ruido de los tanques circulando por la Avenida del Puerto, en Valencia.
El 23 de febrero de 1983, algunos nos enteramos, ya por el telediario, lo que esa mañana se había decidido en el Palacio de la Moncloa, y que supuso un cambio en el programa de la clase de Economía inmediata posterior, donde el profesor nos explicó que ninguno de los argumentos económicos expuestos por el Gobierno tenía fundamento alguno, sin entrar en cuestiones legales.
El 23 de febrero de 1854, algunos presenciaron el estreno de un nuevo formato musical, el poema sinfónico, en la forma de una obra de Liszt.
La obra en cuestión se titula Los preludios, y, la verdad, resultó con miga el nombrecito.
Créditos:
Portadas de ABC de los días 24 de febrero de 1981 y de 1983, tomadas de la Hemeroteca del periódico.
El 23 de febrero de 1983, algunos nos enteramos, ya por el telediario, lo que esa mañana se había decidido en el Palacio de la Moncloa, y que supuso un cambio en el programa de la clase de Economía inmediata posterior, donde el profesor nos explicó que ninguno de los argumentos económicos expuestos por el Gobierno tenía fundamento alguno, sin entrar en cuestiones legales.
El 23 de febrero de 1854, algunos presenciaron el estreno de un nuevo formato musical, el poema sinfónico, en la forma de una obra de Liszt.
La obra en cuestión se titula Los preludios, y, la verdad, resultó con miga el nombrecito.
Créditos:
Portadas de ABC de los días 24 de febrero de 1981 y de 1983, tomadas de la Hemeroteca del periódico.
¿Joder macho, qué te pasa con Liszt?, llevas más de cuatro entrada en menos de una semana sacándolo a la palestra de tus anotaciones.
ResponderEliminarNo soy yo mucho de Liszt, sorry.
Hola, posodo, ¿me permites una broma? el post es genial, pero hubiera quedado "de muerte" si pones el 23 de febrero de 1854 algunos presenciamos el estreno de Liszt.
ResponderEliminarSaludos blogueros de un impenitente seguidor tuyo
Bate, voy Liszt-to si no te hago caso, je, je.
ResponderEliminarJosé Antonio: Gracias. La verdad es que me has pillado,... pero no me atreví a escribirlo.
Un saludo a ambos.