Hace tres semanas que dejamos, temporalmente, Sevilla.
Desvivido, vital, sincero, leal, arte: así es Bate, con quien compartimos buenos momentos.
Ahora entiendo que la Catedral de Sevilla sea tan grande: tenía que caber su humanidad, siempre cálida.
Créditos:
Fotografía de una lumbre, en Benacazón, hace tres semanas, del autor.
Desvivido, vital, sincero, leal, arte: así es Bate, con quien compartimos buenos momentos.
Ahora entiendo que la Catedral de Sevilla sea tan grande: tenía que caber su humanidad, siempre cálida.
Créditos:
Fotografía de una lumbre, en Benacazón, hace tres semanas, del autor.
¿Y no chica? Pues claro, ¿cómo habría de serlo?, que nuestro señor don Bate no sé si será un hombre grande (en la foto del clic guitarrista no se aprecia), pero desde luego sí que es un gran hombre ;-)
ResponderEliminarMe la pagarás Posodo.
ResponderEliminar¡Cómo se pasáis, amigos!
Para mí también fue un placer conoceros, incluso, en estas adversas condiciones mías.
O quizás por este condicionante personal, fue un encuentro tan grato y profundo.
Seguiremos quedando, eso, lo tengo claro.
Aunque no os guste la Cruzdelcampo, que mira que tiene delito.
Abrazos
Creo que os encantó el ambiente de esa taberna antigua rodeada de toneles de mosto que conocistéis en Benacazón.
ResponderEliminarNo sólo nos pasammos, sino que... volveremos.
ResponderEliminarSi te lo tengo que pagar, que no se entere nadie, que sea sin IVA, ¿vale?
Sobre la cerveza y otras gastronomías, ya hablaremos.
Un abrazo.