Desde hace unos años es habitual hablar del síndrome post-vacacional, y lo mal que lo pasa la gente al
incorporarse de nuevo al trabajo tras el periodo de dolce far niente que ha
disfrutado durante el verano (principalmente, pues es donde se acumulan más los
días de vacaciones). Este año, el día que ha marcado el momento crítico y dramático
fue este lunes, día 3 de septiembre.
Yo, siempre que he podido, he comentado que una solución práctica para evitar esos problemas sería acabar
con las vacaciones, pero inmediatamente… me miran raro.
Sin embargo, el
Ayuntamiento de Valencia parece que está ensayando un método nuevo: en el
calendario de sostenibilidad de este año… no figura el 3 de septiembre.
Así no hay síndrome.
Créditos:
Imagen del calendario en
cuestión, correspondiente a este mes de septiembre.
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