La primera novela que leí de Agatha
Christie fue El asesinato de Rogelio Ackroyd, que se publicó en 1926. Lo que no
sabía yo era la coincidencia con un hecho importante en la vida de la escritora:
ese mismo año de 1926, el 3 de diciembre en concreto, Agatha Christie
desapareció sin dejar más rastro que el vehículo que utilizaba, abandonado.
No solo la policía estuvo buscándola
(llegando a sospechar incluso que su marido la había asesinado). También se
implicó Sir Arthur Conan Doyle, recurriendo, entre otros métodos, a contactar
con Horace Leaf, un médium, el cual dijo que estaba viva y cuándo se sabría
algo de ella,… y acertó.
El caso es que la buena mujer estuvo
desaparecida once días, y cuando fue encontrada e identificada (por su marido, el
14 de diciembre) sólo se pudo sacar en claro una extraña situación de amnesia.
Dejaremos para otra ocasión las
circunstancias de cómo fue hallada, y acabaremos este breve anotación con una
curiosidad: en el hotel en que estaba alojada (el Harrogate Hydropathic Hotel)
se había registrado como la señora Teresa Neele, habiéndose elegido el nombre
de pila por corresponder a Santa Teresa de Jesús.
Créditos:
Datos e imágenes tomados
de Agatha Christie and the Eleven Missing
Days, de Pared Cade, en edición, revisada y ampliada, de 2011, publicada
por Peter Owen Publishers.
El asesinato de Rogelio Ackroyd... muy original y una de mis favoritas.
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