sábado, 23 de noviembre de 2013

Hay que digerir las enseñanzas (… y la formación)

Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis.
Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues estando entre vosotros no vivimos desordenadamente, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajábamos para no ser una carga a ninguno de vosotros. No porque no tengamos derecho, sino por daros en nosotros un modelo que imitar.


Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Porque nos hemos enterado de que hay entre vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan.

¡Qué cosas tenía San Pablo!

Créditos:
Extracto de la Segunda Epístola a los Tesalonicenses, del Apóstol San Pablo, (3, 6-12), –segunda lectura de este pasado domingo, XXXIII del Tiempo Ordinario–, tomado de la Nueva Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De Brouwer, de la biblioteca del autor.
Viñeta de Puebla, publicada en ABC el 7 de septiembre de 2013, de la hemeroteca del autor.

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