“Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de
todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros
recibisteis.
Ya sabéis vosotros cómo debéis imitarnos, pues
estando entre vosotros no vivimos desordenadamente, ni comimos de balde el pan
de nadie, sino que día y noche con fatiga y
cansancio trabajábamos para no ser una carga a ninguno de vosotros. No porque no
tengamos derecho, sino por daros en nosotros un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Porque nos hemos enterado de que hay entre vosotros
algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo.
A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con
sosiego para comer su propio pan.”
¡Qué cosas tenía San Pablo!
Créditos:
Extracto de la Segunda Epístola a los Tesalonicenses,
del Apóstol San Pablo, (3, 6-12), –segunda lectura de este pasado domingo,
XXXIII del Tiempo Ordinario–, tomado de la Nueva
Biblia de Jerusalén, revisada y aumentada, editada en 1998 por Desclée De
Brouwer, de la biblioteca del autor.
Viñeta de Puebla,
publicada en ABC el 7 de septiembre
de 2013, de la hemeroteca del autor.
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