sábado, 16 de junio de 2012

Enseñar a por quien no sabe

El pasado miércoles se publicó como noticia una pregunta de examen en una universidad española. El jueves, se completó la noticia al detallarse que se trataba de la Universidad de Madrid (sic), y que el examen era de tercero de Físicas.

El humor no está reñido con la pedagogía, y este planteamiento con el lanzamiento espe/acial de un penalti me parece bien: por lo menos, los alumnos podrían ver una aplicación práctica de la mecánica clásica espacial. Otra opción hubiera sido calcular la energía cinética de la Copa del Rey al llegar al suelo, e implicaciones subsiguientes.

Lo que me llama la atención sobre este particular son tres cosas, aunque en realidad se trate de una sola:
En las dos noticias enlazadas, en los -escasos- comentarios, sólo hay uno que habla del escaso nivel que ve en el problema para tratarse de un tercer curso de una carrera universitaria, cuestionamiento que comparto, al menos, en lo que se refiere a la enseñanza de la Ley del 70 y anteriores.

La segunda cosa es que en ambos casos la noticia está en la sección de Deportes, en vez de en la de Enseñanza o Educación (aunque ya sé que, en general, ésta no existe en la prensa española).

La tercera es que me extrañaría que la noticia hubiera tenido (no ya mucha, sino alguna) repercusión en las preceptivas tertulias de actualidad, donde los expertos tertulianos hubieran podido sacar mucho jugo a los ángulos, vectores, velocidades de escape y aceleración gravitatoria (además de darnos la solución del problema), en vez de demostrarnos una y mil veces todo lo que (no) saben de política y economía.

Sin embargo, en estas cosas de la enseñanza, sí hay que reconocer una cosa buena que ha tenido esta pasada semana: el viernes día 8 se hacían públicos los maravillosos resultados académicos de los alumnos del instituto Luis Vives de Valencia que recién han finalizado su Bachillerato.

Sí, el mismo instituto adalid del respeto de la Ley allá por el mes de febrero. Por si aún quedaba alguien con dudas sobre quiénes eran los auténticos instigadores de las protestas.

Do ut des, que decían los clásicos.

Lástima de velocidad de escape mal aplicada.

Créditos:
Fotografía de la concentración de ‘estudiantes’ ante el instituto Luis Vives de Valencia, cortando el tráfico de las calles, en la tarde del pasado 21 de febrero último, del autor.

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