Y para eso ¿qué mejor que un banco?
Sin embargo, es muy comentado que lo que cabe esperar en un banco es que cuando llegue el mal tiempo, te reclame el paraguas que te prestó cuando hacía buen tiempo.
Hace unos días ya hice una anotación sobre ese paraguas, y hace más tiempo, recordé a cierto prohombre, que, aunque con otra aplicación, curiosamente, inventó el pararrayos.
Del mismo libro que entonces, traslado el texto de una carta a un amigo escrita por Benjamin Franklin, y que podría titularse "Arte de hacer bien con poco dinero":
“Passy, 22 de abril de 1784.
Muy señor mío: He recibido la carta de usted del 15 del corriente y el estado de cuentas que la acompaña. La pintura que me hace de su situación me aflige por demás. Adjunto hallará usted un billete de diez luises. No es mi intención darle a usted esa cantidad, solamente se la presto.
Sin embargo, es muy comentado que lo que cabe esperar en un banco es que cuando llegue el mal tiempo, te reclame el paraguas que te prestó cuando hacía buen tiempo.
Hace unos días ya hice una anotación sobre ese paraguas, y hace más tiempo, recordé a cierto prohombre, que, aunque con otra aplicación, curiosamente, inventó el pararrayos.
Del mismo libro que entonces, traslado el texto de una carta a un amigo escrita por Benjamin Franklin, y que podría titularse "Arte de hacer bien con poco dinero":
“Passy, 22 de abril de 1784.
Muy señor mío: He recibido la carta de usted del 15 del corriente y el estado de cuentas que la acompaña. La pintura que me hace de su situación me aflige por demás. Adjunto hallará usted un billete de diez luises. No es mi intención darle a usted esa cantidad, solamente se la presto.
Cuando usted vuelva a su patria con buena reputación, probablemente tomará interés en algún negocio que le pondrá en estado de pagar todas sus deudas; en tal caso, si encuentra un hombre de bien que se halle en una posición semejante a la de usted ahora, me pagará prestándole la misma suma, y le ordenará que satisfaga su deuda con otra operación semejante, luego que se halle en estado de poderlo hacer, y encuentre para ello igual proporción. Espero que de este modo los diez luises pasarán por muchas manos antes de caer en las de un pícaro que quiera detener su curso. Éste es un artificio de que me valgo par hacer mucho bien con poco dinero, pues como no soy bastante rico para destinar mucho a buenas obras, por lo mismo me veo obligado a usar de ardides para hacer lo más posible con poco. Deseando que no olvide mi encargo, y que su futura prosperidad sea inalterada, queda de usted muy seguro servidor, etc.”
O sea, totalmente igual que lo que actualmente sucede.
En resumen, a esperar sentados... pero mejor que la silla sea nuestra (sobre todo, si el banco no tiene brazos sobre los que apoyarnos sin caernos).
O sea, totalmente igual que lo que actualmente sucede.
En resumen, a esperar sentados... pero mejor que la silla sea nuestra (sobre todo, si el banco no tiene brazos sobre los que apoyarnos sin caernos).
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