Hace diez días hice el comentario de que los progres preparan el cumpleaños, en relación con la propuesta de nueva ley del aborto y el cercano cumpleaños de Josef Mengele.
En estos días, se ha presentado una campaña contra el aborto, comparando tan solo los derechos a nacer entre un lince y un niño. Esto ha escandalizado a bastantes, para lo cual, simplemente, han tenido que tergiversar lo que plantea la campaña. Cosa bastante habitual entre esta gente.
Por un lado, el Ministro de Sanidad se cree que es de Fomento, y habla de caminos, con lo que demostraría que no hace falta trucarle el GPS (de todas formas, hay que tener bien claro que sabe perfectamente dónde está y adónde quiere ir, como todos ellos: no nos engañemos).
Por cierto, en la noticia dice, entrecomillado y por tanto, se entiende que es transcripción literal: "esos países que continuamente decimos que queremos parecernos", frase cuya construcción sintáctica le hace un serio candidato en la próxima remodelación del gobierno a Ministro de Cultura, o Educación, o Igual-dá.
Por otro, el Partido Popular sigue en sus trece de ni blanco ni negro sino todo lo contrario; en la misma noticia: "Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha negado a apoyar explícitamente la campaña de los obispos españoles: "No seré yo quien la critique. Cualquiera tiene derecho a hacer la campaña que estime conveniente", ha dicho."
Y para rematar, hoy, un científico modelno, ha terminado dándome la razón, aunque con un día de retraso ha celebrado el susodicho cumpleaños. Sin embargo, ha perdido, probablemente, una preciosa oportunidad de, probablemente, dar ejemplo y resolver, probablemente, el problema de la superpoblación; sí, probablemente.
Y luego hay quien tiene como argumento a favor del aborto la incapacidad intelectual del feto.
Sin embargo, Soraya, hay quienes se mojan a base de bien. Y es que son científicos, no políticos.
En estos días, se ha presentado una campaña contra el aborto, comparando tan solo los derechos a nacer entre un lince y un niño. Esto ha escandalizado a bastantes, para lo cual, simplemente, han tenido que tergiversar lo que plantea la campaña. Cosa bastante habitual entre esta gente.
Por un lado, el Ministro de Sanidad se cree que es de Fomento, y habla de caminos, con lo que demostraría que no hace falta trucarle el GPS (de todas formas, hay que tener bien claro que sabe perfectamente dónde está y adónde quiere ir, como todos ellos: no nos engañemos).
Por cierto, en la noticia dice, entrecomillado y por tanto, se entiende que es transcripción literal: "esos países que continuamente decimos que queremos parecernos", frase cuya construcción sintáctica le hace un serio candidato en la próxima remodelación del gobierno a Ministro de Cultura, o Educación, o Igual-dá.
Por otro, el Partido Popular sigue en sus trece de ni blanco ni negro sino todo lo contrario; en la misma noticia: "Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha negado a apoyar explícitamente la campaña de los obispos españoles: "No seré yo quien la critique. Cualquiera tiene derecho a hacer la campaña que estime conveniente", ha dicho."
Y para rematar, hoy, un científico modelno, ha terminado dándome la razón, aunque con un día de retraso ha celebrado el susodicho cumpleaños. Sin embargo, ha perdido, probablemente, una preciosa oportunidad de, probablemente, dar ejemplo y resolver, probablemente, el problema de la superpoblación; sí, probablemente.
Y luego hay quien tiene como argumento a favor del aborto la incapacidad intelectual del feto.
Sin embargo, Soraya, hay quienes se mojan a base de bien. Y es que son científicos, no políticos.
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