La frase del título es, está claro, un tanto cínica. Hace uso de la polisemia tanto del verbo valer, como del verbo servir.
En concreto, para el lema “valer”, la Academia reconoce la acepción:
6. intr. Ser de naturaleza, o tener alguna calidad, que merezca aprecio y estimación.
y
9. intr. Dicho de una cosa: Ser útil para realizar cierta función.
mientras que para “servir”, encontramos, directamente,
6. intr. Aprovechar, valer, ser de utilidad.
En esto no hay problema.
Sin embargo, el sentido intencionado de la sentencia aparece cuando se utiliza una de estas acepciones para “valer”, mientras que para “servir” se utiliza alguna de estas otras:
1. intr. Estar al servicio de alguien. U. t. c. tr.
2. intr. Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone.
Éstas últimas acepciones son las que generan la condición de servidumbre:
1. f. Trabajo o ejercicio propio del siervo.
2. f. Estado o condición de siervo.
El jueves de la semana pasada, donde siempre, compré diversos libros, entre ellos, varios que tenía encargados. Entre éstos últimos, había dos que contenían la palabra servidumbre en su título.
El otro día, hojeaba los libros
1. tr. Mover o pasar ligeramente las hojas de un libro o de un cuaderno.
en algún momento, los ojeaba
4. tr. Mirar superficialmente un texto.
y en algún otro, me aplicaba hojeándolos
2. tr. Pasar las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes.
El resultado inmediato, fue el siguiente:
“Pero, ¡Dios mío! ¿Qué puede ser? ¿Cómo diremos que se llama? ¿Qué desgracia es, o qué vicio, o más bien, qué desgraciado vicio es éste de ver a un número infinito no obedecer sino servir; no ser gobernados sino tiranizados, no teniendo bienes, parientes, ni hijos, ni la misma vida que sea de ellos? (…)
¿Llamaremos a esto ruindad? ¿Diremos que los que le sirven son cobardes y viles? Si dos, si tres, si cuatro no se defienden de uno, tal vez resulte extraño, mas, no obstante, posible, y bien se podrá decir, con razón, que es falta de corazón o de valor. Pero si ciento, si mil sufren a uno solo, ¿no se dirá que no quieren , no que no se atreven a capturarle, y que no es cobardía, sino más bien desprecio y desdén? Mas, si se ve, no a ciento, ni a mil hombres, sino a cien campos, mil ciudades, un millón de hombres no atacar a uno solo del cual el mejor trato de todos los recibidos es el de ser considerado como siervo y esclavo: ¿cómo podremos llamar a esto? ¿Es villanía?”
Tomado de Discurso de la servidumbre voluntaria o el Contra uno, de Etienne de La Boëtie (publicado póstumamente en 1576), según la traducción de José María Hernández-Rubio, editado en 1986 por Tecnos, en su colección Clásicos del Pensamiento (siendo mi ejemplar de la 3ª edición, de 2007)
El otro resultado fue:
“La discusión parlamentaria puede mantenerse como una válvula de seguridad útil y, aún más, como un eficaz medio de difusión de las respuestas oficiales a las reclamaciones. Puede también evitar algunos abusos flagrantes e instar útilmente para el remedio de algunos errores particulares. Pero no puede dirigir. A lo más, se reduciría a elegir las personas que habrían de disponer de un poder prácticamente absoluto. El sistema entero tendería hacia la dictadura plebiscitaria, donde el jefe del gobierno es confirmado de vez en cuando en su posición por el voto popular, pero dispone de todos los poderes para asegurarse que el voto irá en la dirección que desea”
Tomado del capítulo 5 Planificación y democracia, de Camino de servidumbre, de Friedrich A. Hayek (publicado en 1944), según la traducción de José Vergara, editado en 1978 por Alianza Editorial, con el nº 676 (volumen especial ***) en su famosa colección El libro de bolsillo (siendo mi ejemplar, en cambio, de la 6ª reimpresión, de 2009, en la ‘imagen de marca’ sustituta, y en concreto, la colección Área de conocimiento: Ciencias sociales, nº 3406)
Como estamos en tiempos de crisis, no es cuestión, ni siquiera, de tener dudas: no es casualidad que esta anotación se publique hoy, 14 de marzo.
En concreto, para el lema “valer”, la Academia reconoce la acepción:
6. intr. Ser de naturaleza, o tener alguna calidad, que merezca aprecio y estimación.
y
9. intr. Dicho de una cosa: Ser útil para realizar cierta función.
mientras que para “servir”, encontramos, directamente,
6. intr. Aprovechar, valer, ser de utilidad.
En esto no hay problema.
Sin embargo, el sentido intencionado de la sentencia aparece cuando se utiliza una de estas acepciones para “valer”, mientras que para “servir” se utiliza alguna de estas otras:
1. intr. Estar al servicio de alguien. U. t. c. tr.
2. intr. Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone.
Éstas últimas acepciones son las que generan la condición de servidumbre:
1. f. Trabajo o ejercicio propio del siervo.
2. f. Estado o condición de siervo.
El jueves de la semana pasada, donde siempre, compré diversos libros, entre ellos, varios que tenía encargados. Entre éstos últimos, había dos que contenían la palabra servidumbre en su título.
El otro día, hojeaba los libros
1. tr. Mover o pasar ligeramente las hojas de un libro o de un cuaderno.
en algún momento, los ojeaba
4. tr. Mirar superficialmente un texto.
y en algún otro, me aplicaba hojeándolos
2. tr. Pasar las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes.
El resultado inmediato, fue el siguiente:
“Pero, ¡Dios mío! ¿Qué puede ser? ¿Cómo diremos que se llama? ¿Qué desgracia es, o qué vicio, o más bien, qué desgraciado vicio es éste de ver a un número infinito no obedecer sino servir; no ser gobernados sino tiranizados, no teniendo bienes, parientes, ni hijos, ni la misma vida que sea de ellos? (…)
¿Llamaremos a esto ruindad? ¿Diremos que los que le sirven son cobardes y viles? Si dos, si tres, si cuatro no se defienden de uno, tal vez resulte extraño, mas, no obstante, posible, y bien se podrá decir, con razón, que es falta de corazón o de valor. Pero si ciento, si mil sufren a uno solo, ¿no se dirá que no quieren , no que no se atreven a capturarle, y que no es cobardía, sino más bien desprecio y desdén? Mas, si se ve, no a ciento, ni a mil hombres, sino a cien campos, mil ciudades, un millón de hombres no atacar a uno solo del cual el mejor trato de todos los recibidos es el de ser considerado como siervo y esclavo: ¿cómo podremos llamar a esto? ¿Es villanía?”
Tomado de Discurso de la servidumbre voluntaria o el Contra uno, de Etienne de La Boëtie (publicado póstumamente en 1576), según la traducción de José María Hernández-Rubio, editado en 1986 por Tecnos, en su colección Clásicos del Pensamiento (siendo mi ejemplar de la 3ª edición, de 2007)
El otro resultado fue:
“La discusión parlamentaria puede mantenerse como una válvula de seguridad útil y, aún más, como un eficaz medio de difusión de las respuestas oficiales a las reclamaciones. Puede también evitar algunos abusos flagrantes e instar útilmente para el remedio de algunos errores particulares. Pero no puede dirigir. A lo más, se reduciría a elegir las personas que habrían de disponer de un poder prácticamente absoluto. El sistema entero tendería hacia la dictadura plebiscitaria, donde el jefe del gobierno es confirmado de vez en cuando en su posición por el voto popular, pero dispone de todos los poderes para asegurarse que el voto irá en la dirección que desea”
Tomado del capítulo 5 Planificación y democracia, de Camino de servidumbre, de Friedrich A. Hayek (publicado en 1944), según la traducción de José Vergara, editado en 1978 por Alianza Editorial, con el nº 676 (volumen especial ***) en su famosa colección El libro de bolsillo (siendo mi ejemplar, en cambio, de la 6ª reimpresión, de 2009, en la ‘imagen de marca’ sustituta, y en concreto, la colección Área de conocimiento: Ciencias sociales, nº 3406)
Como estamos en tiempos de crisis, no es cuestión, ni siquiera, de tener dudas: no es casualidad que esta anotación se publique hoy, 14 de marzo.
Siguiendo con tu razonamiento, también podriamos decir que servir hace referencia a "servicio" que, en la RAE, mencionada por ti, dice en su punto 5 dice "Mérito que se adquiere sirviendo al Estado o a otra entidad o persona" o también en el 7 "Favor que se hace a alguien". Es decir, que según el interés que se tenga en minusvalorar o ensalzar la frase en cuestión, puedes coger un término u otro.
ResponderEliminarPero si atendemos al espíritu de la cita, en su auténtico significado, en realidad está valorando actitudes de servicio y de solidaridad. Valores que, por otra parte, no andamos muy sobrados en la actualidad. VQS (www.oje.es)