El tema de eliminar los puentes parece
que está siendo llevado drásticamente: hace una semana, el viaducto de la A-3
sobre el embalse o pantano de Contreras, sentido Madrid-Valencia, quedaba cerrado al tráfico “por unas semanas”.
A lo que parece, parte de la celosía metálica
presentaba un deterioro significativo, y ha habido que retirarla, para
sustituirla por una nueva.
Naturalmente, la faena para los
transportistas por carretera es menuda, olvidada ya la época (incluso, muchos ni siquiera la habrán conocido), de ir por la N-III coronando la cresta de la
presa de Contreras (lo cual, todo hay que decirlo, ya era un avance sideral en
relación con el antiguo puerto de Contreras, cuando había que bajar hasta
abajo, casi al lecho del río Cabriel, a pie de la presa, intentando no llevar
la cuenta de las curvas que llevabas… para no salirte en una de ellas,
atravesando la valla casi de gallinero que, sujetada en unos postes pintados
entonces de rojo y blanco, hacía como que protegía la carretera). Y claro, ya
hay quien quiere reclamar.
Y, aunque de momento no parece que se esté
hablando con todos los implicados, sí parece que están en ello (en lo de la
reparación, digo).
No diré que no lo entiendo, porque lo
mismo se me calientan los cascos, y luego todo se sabe.
Créditos:
Fotografías del cruce de la autovía A-3
sobre el pantano de Contreras (tramo con estructura en hormigón y tramo con
celosía metálica, con la presa al fondo, en ambos casos), tomadas desde el AVE
Valencia-Madrid, en octubre de 2011, del autor.
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