lunes, 17 de febrero de 2014

Un rollo con lo de las películas

Como todo el mundo sabe, la ceremonia de entrega de los premios Oscar es algo que pobremente realizan allá en Estados Unidos.


No puede ser de otra manera, pues, en general, el nivel de calidad de las películas que se proponen para el concurso, ídem de la dirección artística de la ceremonia, y, sobre todo, el nivel de los guionistas de la misma y de los discursos de los premiados (enhorabuena a los premiados, eso sí), están a una distancia astronómica (por debajo, claro) de sus respectivos colegas que participaron hace una semana en nuestra indígena gala de los premios Goya al cine (cuya principal característica es que trata de películas cuya existencia uno ignoraba tan feliz).

La explicación de ello está en algo tan sencillo como visitar la página de la Casa Blanca, y descubrir que en el Gobierno Federal de los Estados Unidos… ¡no existe Ministro de Cultura!

Y claro, qué cabe esperar de un raquítico Departamento de Educación (su presupuesto es de 68.600 millones de dólares) cuya misión es, únicamente, “to promote student achievement and preparation for competition in a global economy by fostering educational excellence and ensuring equal access to educational opportunity.

Pues eso, que ir a una gala de premios sin poder meterse con un ministro que no existe… es tontería.

(Aunque, pensándolo bien, en estas cosas, en Estados Unidos, no son tontos, por lo que la tontería debe de estar…)

Créditos:
Fotografía de las figuras similares a las estatuillas de los premios Oscar, existentes en el vestíbulo de los Cines Lys, en Valencia, en febrero de 2012, del autor.
Extracto de la referencia al Department of Education, tomado de la página The White House.

1 comentario:

  1. Claro, claro, no se puede comparar...
    (Ahora me entero que se ha producido lo de los Goya... )

    Abrazos

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