Tal y como habíamos insinuado en su día, estamos hablando de Fermat.
El caso es que en este día se cumplen 16 años de la famosa demostración del último teorema de Fermat, según se nos ha dejado ver en el libro Los crímenes de Oxford, como hemos transcrito en la anterior anotación.
Ya sabemos lo que dice el teorema, aunque en latín queda mejor:
“Cubum autem in duos cubos, aut quadratoquadratum in duos quadratoquadratos, et generaliter nullam in infinitud ultra quadratum potestatem in duos eiusdem nominis fas est dividere: cuius rei demonstrationem mirabilem sane detexi. Hanc marginis exiguitas non caperet”
lo que vendría a significar algo así como
“es imposible dividir un cubo en suma de dos cubos o un bicuadrado en otros dos bicuadrados, en general una potencia cualquiera superior a dos en dos potencias del mismo grado; he descubierto una demostración verdaderamente maravillosa pero este margen es demasiado estrecho para contenerla”
Hacia 1637, Pierre de Fermat, jurista francés, magistrado de la corte suprema de justicia de Toulouse, hizo esta anotación (en latín) en el margen de una hoja del libro Arithmetica de Diofanto de Alejandría, junto a la enunciación de un problema sobre la división de un cuadrado en otros dos cuadrados.
Desde entonces, 356 años sin dicha demostración general. Sí es cierto que el mismo Fermat dio una demostración específica para el caso de los bicuadrados, pero hasta 1770 Euler no lo hizo para los cubos.
El verano de 1993 se inició en Cambridge con una conferencia de unas tres horas de Andrew Wiles, quien, con sus ochos años de aislamiento “apartado del mundanal ruido”, parecía haber seguido “la escondida/ senda por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido”. El segundo día del verano, hubo una nueva conferencia, de duración similar, pero con bastante mayor audiencia. El tercer día, “el gran miércoles”, nueva conferencia, “lleno hasta la bandera”, es decir, el aula, los pasillos, el edificio tal vez, y una duración que cabría resumir en tres palabras:
quod erat demostrandum
Como dice Amir D. Aczel en su obra El último teorema de Fermat. El secreto de un antiguo problema matemático, “Andrew Wiles describió su demostración como ‘una demostración del siglo XX’. En efecto, Wiles se sirvió del trabajo de muchos matemáticos del siblo XX. También aprovechó los avances que habían realizado matemáticos anteriores. (…) Así pues, la demostración del último teorema de Fermat supuso en realidad el éxito de un buen número de matemáticos del siglo XX… y de quienes los precedieron desde la época de Fermat mismo.”
Sin embargo, esto no se refiere a lo sucedido al inicio del verano de 1993, sino casi al final del verano… de 1994.
[las ilustraciones están tomadas de Fermat. El mago de los números de Blas Torrecillas Jover, editado por Nivola, y de El último teorema de Fermat. El secreto de un antiguo problema matemático de Amir D. Aczel, editado por el Fondo de Cultura Económica]
El caso es que en este día se cumplen 16 años de la famosa demostración del último teorema de Fermat, según se nos ha dejado ver en el libro Los crímenes de Oxford, como hemos transcrito en la anterior anotación.
Ya sabemos lo que dice el teorema, aunque en latín queda mejor:
“Cubum autem in duos cubos, aut quadratoquadratum in duos quadratoquadratos, et generaliter nullam in infinitud ultra quadratum potestatem in duos eiusdem nominis fas est dividere: cuius rei demonstrationem mirabilem sane detexi. Hanc marginis exiguitas non caperet”
lo que vendría a significar algo así como
“es imposible dividir un cubo en suma de dos cubos o un bicuadrado en otros dos bicuadrados, en general una potencia cualquiera superior a dos en dos potencias del mismo grado; he descubierto una demostración verdaderamente maravillosa pero este margen es demasiado estrecho para contenerla”
Hacia 1637, Pierre de Fermat, jurista francés, magistrado de la corte suprema de justicia de Toulouse, hizo esta anotación (en latín) en el margen de una hoja del libro Arithmetica de Diofanto de Alejandría, junto a la enunciación de un problema sobre la división de un cuadrado en otros dos cuadrados.
Desde entonces, 356 años sin dicha demostración general. Sí es cierto que el mismo Fermat dio una demostración específica para el caso de los bicuadrados, pero hasta 1770 Euler no lo hizo para los cubos.
El verano de 1993 se inició en Cambridge con una conferencia de unas tres horas de Andrew Wiles, quien, con sus ochos años de aislamiento “apartado del mundanal ruido”, parecía haber seguido “la escondida/ senda por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido”. El segundo día del verano, hubo una nueva conferencia, de duración similar, pero con bastante mayor audiencia. El tercer día, “el gran miércoles”, nueva conferencia, “lleno hasta la bandera”, es decir, el aula, los pasillos, el edificio tal vez, y una duración que cabría resumir en tres palabras:
quod erat demostrandum
Como dice Amir D. Aczel en su obra El último teorema de Fermat. El secreto de un antiguo problema matemático, “Andrew Wiles describió su demostración como ‘una demostración del siglo XX’. En efecto, Wiles se sirvió del trabajo de muchos matemáticos del siblo XX. También aprovechó los avances que habían realizado matemáticos anteriores. (…) Así pues, la demostración del último teorema de Fermat supuso en realidad el éxito de un buen número de matemáticos del siglo XX… y de quienes los precedieron desde la época de Fermat mismo.”
Sin embargo, esto no se refiere a lo sucedido al inicio del verano de 1993, sino casi al final del verano… de 1994.
[las ilustraciones están tomadas de Fermat. El mago de los números de Blas Torrecillas Jover, editado por Nivola, y de El último teorema de Fermat. El secreto de un antiguo problema matemático de Amir D. Aczel, editado por el Fondo de Cultura Económica]
No hay comentarios:
Publicar un comentario