Preparando el viaje a Madrid realizado el pasado mes de marzo, hice el correspondiente seguimiento de las previsiones meteorológicas, por lo que fuera menester. En un comentario a la anotación, Gavión me recomendó otra página distinta a la de la AEMET, la de AccuWeather.
Con motivo del viaje de este pasado fin de semana, hice lo mismo.
De momento, el lunes, la AEMET ya me asustaba con las lluvias. El caso es que no tenía por qué extrañarme, ya que en Madrid, en estas fechas se celebra la Feria del Libro, y claro, es normal que llueva.
Durante la semana, la previsión llegó incluso a empeorar, hasta el mismo día de la partida, el viernes. Las previsiones disponibles en ese momento anunciaban que esa noche nos íbamos a mojar, y que el sábado, al menos por la mañana, mucho o poco, también.
Al salir del teatro, efectivamente, había una muy ligera llovizna, más bien, chispeando estaba, aunque apenas duró más que lo que nos costó terminar de salir de la calle, que es corta.
Lo importante era al día siguiente. Al amanecer había algunas nubes, tras la visita a la Feria del Libro se puso más amenazador, por la tarde aguantaba, y a la noche, la luna nos alumbraba el camino.
El domingo, también hubo nubes, pero los pájaros volaban.
En resumen, pudimos dar las gracias de que esta vez, los meteorólogos se equivocaran.
(No, esta anotación no iba sobre las previsiones del gobierno, por mucho que también estén equivocadas).
Con motivo del viaje de este pasado fin de semana, hice lo mismo.
De momento, el lunes, la AEMET ya me asustaba con las lluvias. El caso es que no tenía por qué extrañarme, ya que en Madrid, en estas fechas se celebra la Feria del Libro, y claro, es normal que llueva.
Durante la semana, la previsión llegó incluso a empeorar, hasta el mismo día de la partida, el viernes. Las previsiones disponibles en ese momento anunciaban que esa noche nos íbamos a mojar, y que el sábado, al menos por la mañana, mucho o poco, también.
Al salir del teatro, efectivamente, había una muy ligera llovizna, más bien, chispeando estaba, aunque apenas duró más que lo que nos costó terminar de salir de la calle, que es corta.
Lo importante era al día siguiente. Al amanecer había algunas nubes, tras la visita a la Feria del Libro se puso más amenazador, por la tarde aguantaba, y a la noche, la luna nos alumbraba el camino.
El domingo, también hubo nubes, pero los pájaros volaban.
En resumen, pudimos dar las gracias de que esta vez, los meteorólogos se equivocaran.
(No, esta anotación no iba sobre las previsiones del gobierno, por mucho que también estén equivocadas).
Hablando de la feria del libro: ya he terminado "Una crisis y cinco errores" que tan amablemente me trajiste y que aún te debo.
ResponderEliminarA ver si en breve puedo colgar mis impresiones del libro.
Por cierto la foto del plato vacío es la mejor propaganda para las croquetas...