domingo, 7 de junio de 2009

... y un idioma fantástico

Por esas cosas curiosas que tiene el idioma, en el caso de la palabra fantástico, se prefiere su sentido recogido en la cuarta acepción, es decir, “magnífico, excelente”, aun teniendo muy claro que el sentido básico y fundamental es el primero, esto es, “quimérico, fingido, que no tiene realidad y consiste solo en la imaginación”. O tal vez por eso mismo.

Al repasar esta noche los diversos correos electrónicos recibidos estos días en que he estado ausente, me encuentro con uno mediante el cual, El Corte Inglés me informa de su promoción actualmente en curso, bajo el nombre de “Semana Fantástica”.

De acuerdo con lo dicho más arriba, es claro que el sentido aplicado es el de la cuarta acepción. Sin embargo, si nos fijamos en las fechas de la promoción, vemos que ésta se desarrolla desde el 29 de mayo hasta el 30 de junio. O sea, que siete días..., siete días..., se cuenten como se cuenten, más bien no.

¿Se trata, pues, de una “Semana Fantástica” propiamente dicha: una semana “quimérica, fingida, que no tiene realidad y consiste solo en la imaginación”?

¿O se trata de una asunción subliminal de la realidad? Y es que si nos fijamos, el número de días que dura la promoción es… 33. Justo lo que tradicionalmente decían los enfermos en los reconocimientos médicos.

¿Es que el comercio, la economía, están tan enfermos que ni siquiera se puede decir?

¿Habrá que llamar a cierto médico que he visto estos días en varias vallas publicitarias en Madrid, una de ellas, precisamente, en la Plaza de... España?

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