Hace tiempo se me ocurrió preguntar, plano en mano, por una determinada calle de Valencia, para saber si estaba muy cerca, lejos, o tal, tomando como referencia el trazado de la curva del río. Al final no me atreví, porque el plano que en realidad llevaba en la mano era el de Londres, y no me fiaba de la reacción de la gente.
Por eso, es mucho más útil hacer uso de los planos que el Ayuntamiento de Valencia tiene dispuestos en diversos sitios de la ciudad (tampoco recomiendo preguntar a los transeúntes sobre alguna calle que no sean las clásicas, por si acaso).
Hay dos formatos de plano, los que quedan dentro del Casco Viejo (Ciutat Vella – antiguas murallas adentro), y los que quedan fuera, como el plano que figura junto a la Plaza de España, por ejemplo. Es muy extenso y se ven muchas cosas en él. Entre otras cosas que se ven, es el paso del tiempo.
No sé de cuándo es el plano, pero no figura el Bulevar Sur, que lleva ya unos cuantos años ejecutado y en servicio, incluso, en su totalidad (aunque no pido tanto). Tampoco es tan importante esta ausencia porque sé que nadie habrá tan descerebrado como yo como para ir andando desde la Plaza de España hasta el Bulevar Sur, calle San Vicente abajo, por ejemplo (tampoco está tan lejos, en realidad). Probablemente tendrá la suerte de coger un autobús (y que sea de la línea adecuada), o que el taxista conozca la calle a la que quiere ir. Así, pues, ¿para qué se necesita un plano en condiciones?
Por eso, tampoco me extrañó lo que ví ayer en una valla en una calle de Valencia.
El vallado es el de la foto, y la placa que se observa en la esquina del edificio es la que se acompaña. Es una forma de ahorro, ya que sirve como placa homenaje y como placa del nombre de la calle (aunque esto último hay que suponerlo, es verdad).
Pues bien, en la valla de la derecha se podía leer, ante quien tuviera curiosidad de saber el motivo de su presencia, el correspondiente aviso sobre el tal. Ésta es la foto.
Puede apreciarse que se hace referencia a la c/ Menéndez y Pelayo (que no está precisamente al lado, ni siquiera se encuentra en la misma margen del río), pero tampoco es un problema: ayer tampoco era mayo sino junio (por cierto, la fecha en que tomé la foto del plano callejero, sí coincide con el día del aviso, por lo que ya no sé).
En cualquier caso, ¿qué más da? Hay una valla y ya está.
Por eso, es mucho más útil hacer uso de los planos que el Ayuntamiento de Valencia tiene dispuestos en diversos sitios de la ciudad (tampoco recomiendo preguntar a los transeúntes sobre alguna calle que no sean las clásicas, por si acaso).
Hay dos formatos de plano, los que quedan dentro del Casco Viejo (Ciutat Vella – antiguas murallas adentro), y los que quedan fuera, como el plano que figura junto a la Plaza de España, por ejemplo. Es muy extenso y se ven muchas cosas en él. Entre otras cosas que se ven, es el paso del tiempo.
No sé de cuándo es el plano, pero no figura el Bulevar Sur, que lleva ya unos cuantos años ejecutado y en servicio, incluso, en su totalidad (aunque no pido tanto). Tampoco es tan importante esta ausencia porque sé que nadie habrá tan descerebrado como yo como para ir andando desde la Plaza de España hasta el Bulevar Sur, calle San Vicente abajo, por ejemplo (tampoco está tan lejos, en realidad). Probablemente tendrá la suerte de coger un autobús (y que sea de la línea adecuada), o que el taxista conozca la calle a la que quiere ir. Así, pues, ¿para qué se necesita un plano en condiciones?
Por eso, tampoco me extrañó lo que ví ayer en una valla en una calle de Valencia.
El vallado es el de la foto, y la placa que se observa en la esquina del edificio es la que se acompaña. Es una forma de ahorro, ya que sirve como placa homenaje y como placa del nombre de la calle (aunque esto último hay que suponerlo, es verdad).
Pues bien, en la valla de la derecha se podía leer, ante quien tuviera curiosidad de saber el motivo de su presencia, el correspondiente aviso sobre el tal. Ésta es la foto.
Puede apreciarse que se hace referencia a la c/ Menéndez y Pelayo (que no está precisamente al lado, ni siquiera se encuentra en la misma margen del río), pero tampoco es un problema: ayer tampoco era mayo sino junio (por cierto, la fecha en que tomé la foto del plano callejero, sí coincide con el día del aviso, por lo que ya no sé).
En cualquier caso, ¿qué más da? Hay una valla y ya está.
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