Es sabido que una parte del aprendizaje consiste en identificar los errores que existan, y corregir lo que proceda. El único problema de esta forma de actuar consiste precisamente en eso de “identificar los errores”. Esta fase suele estar muy influida por los prejuicios, lo que supone no reconocer los errores que, por muy reales que sean, no coincidan con nuestro pensamiento previo, y así, de esos viejos prejuicios, vienen nuevos perjuicios. Sobre todo, cuando no dejan de ser intencionados.
“Dan lo mismo el gobierno de que se trate o el partido político que lo sustente, dan lo mismo latitudes e ideologías. (...) No se trata tan sólo de cinco errores, sino además de errores que apuntan todos en la misma dirección, la de justificar el recorte de la libertad de los ciudadanos.”
Este párrafo pertenece a la Introducción de la obra Una crisis y cinco errores, escrita conjuntamente por Carlos Rodríguez Braun y Juan Ramón Rallo, quienes “desmontan cinco supuestas causas y falsas soluciones para superar la crisis”. Por cierto, la portada es realmente tajante.
Uno de los motivos por los que visitamos la Feria del Libro en Madrid fue para conseguir la firma de uno de los autores, en concreto, Rallo (Rodríguez Braun había firmado el fin de semana anterior).
Así pues, una dedicatoria de un bloguero a otro.
[Conseguir otro ejemplar, también dedicado, fue el encargo de zuppi, pero esto ya es otra historia]
“Dan lo mismo el gobierno de que se trate o el partido político que lo sustente, dan lo mismo latitudes e ideologías. (...) No se trata tan sólo de cinco errores, sino además de errores que apuntan todos en la misma dirección, la de justificar el recorte de la libertad de los ciudadanos.”
Este párrafo pertenece a la Introducción de la obra Una crisis y cinco errores, escrita conjuntamente por Carlos Rodríguez Braun y Juan Ramón Rallo, quienes “desmontan cinco supuestas causas y falsas soluciones para superar la crisis”. Por cierto, la portada es realmente tajante.
Uno de los motivos por los que visitamos la Feria del Libro en Madrid fue para conseguir la firma de uno de los autores, en concreto, Rallo (Rodríguez Braun había firmado el fin de semana anterior).
Así pues, una dedicatoria de un bloguero a otro.
[Conseguir otro ejemplar, también dedicado, fue el encargo de zuppi, pero esto ya es otra historia]
¡Huy! Hola, posodo, como hace días que no publicabas (aunque eso de las fechas en tu blog me despista mucho) y tampoco estás "disponible" me tenías un poco preocupada...
ResponderEliminarHola, zuppi.
ResponderEliminarTranquila, aquí seguimos. El lío de las fechas es simplemente acumulación de borradores que voy abriendo, y poco a poco, depuro y acabo volcando,... con la fecha de cuando me llegó (o tocaba) la idea. Para no marear más aún, sí me veo obligado a volcarlos por orden.
En todo caso, gracias por (también) seguir ahí.