sábado, 4 de abril de 2009

zerdeja

Hace treinta años, Raymond Smullyan publicaba, en Alfred A. Knopf Inc. de Nueva York, The Chess Mysteries of Sherlock Holmes, del que el conocido matemático y divulgador Martin Gardner dijo “there has never been a book of chess problems as brilliant, original, funny and profound”.

En 1992, a través de una especie de club del libro (The Good Book Guide), adquirí un ejemplar del libro, ya en su edición en rústica realizada por Oxford Paperbacks

No he leído otros libros de este tipo, pero sí puedo decir que los adjetivos aplicados por Martin Gardner son todos ciertos.

Lo particular de los problemas de ajedrez planteados en el libro es, como dice el autor en la nota previa, “such problems belong to the field known as retrograde analysis. Unlike the more conventional type of chess problem (which is concerned with the number of moves in which White can win), these problems are concerned only with the past history of a game.

Un ejemplo de problema de este estilo es, ante una determinada posición en el tablero en donde una pieza ha sido sustituida por una moneda, averiguar qué pieza es ésa. Otros problemas consideran que ha habido peones que han coronado, o no.

De hecho, así es en el ejemplo con el que, en la nota previa, ilustra este procedimiento de deducción, y que se acompaña. En la partida en la que se ha alcanzado la posición de la imagen, no ha coronado ningún peón.

¿O sí?

Como dice Raymond Smullyan hacia el final de la nota “it is our great good luck that Holmes was so adept at this type of chess problem”. Y es verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario