... he terminado de leer Las aventuras prodigiosas, de Carlos Semprún Maura.
Hacia el final de la novela, uno de los muchos protagonistas de la novela, Lorenzo Soriano regresa a España (tampoco es que revelemos nada especial, era cuestión de tiempo), donde ha conseguido publicar un libro, en una editorial de Barcelona (aunque él, madrileño, se asienta en Madrid).
Sí viaja a Barcelona, además de para "participar en nostálgicas conversaciones y recuerdos de Montparnasse, con Xavier [Domingo] y otros distinguidos representantes de la gauche divine", para participar, una de las veces, en una tertulia radiofónica en la que, entre otras cosas, se iba a hablar de su libro (no como le pasó a Umbral, quien por cierto, también es mencionado en la novela).
En poco más de una página, es mencionado dos veces el nombre del libro de Lorenzo Soriano, cosa curiosa tratándose de un título imposible de olvidar, por lo que la reiteración no puede ser casual.
En una novela en la que, una de las tramas es la actividad antifranquista desde el exilio y la clandestinidad, de Lorenzo Soriano, no puede ser casual que el título de su libro sea, en su reiteración, precisamente, Franco murió en la cama.
Hacia el final de la novela, uno de los muchos protagonistas de la novela, Lorenzo Soriano regresa a España (tampoco es que revelemos nada especial, era cuestión de tiempo), donde ha conseguido publicar un libro, en una editorial de Barcelona (aunque él, madrileño, se asienta en Madrid).
Sí viaja a Barcelona, además de para "participar en nostálgicas conversaciones y recuerdos de Montparnasse, con Xavier [Domingo] y otros distinguidos representantes de la gauche divine", para participar, una de las veces, en una tertulia radiofónica en la que, entre otras cosas, se iba a hablar de su libro (no como le pasó a Umbral, quien por cierto, también es mencionado en la novela).
En poco más de una página, es mencionado dos veces el nombre del libro de Lorenzo Soriano, cosa curiosa tratándose de un título imposible de olvidar, por lo que la reiteración no puede ser casual.
En una novela en la que, una de las tramas es la actividad antifranquista desde el exilio y la clandestinidad, de Lorenzo Soriano, no puede ser casual que el título de su libro sea, en su reiteración, precisamente, Franco murió en la cama.
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