jueves, 10 de noviembre de 2011

Une fontaine pour se rafraîchir (et raviver)

Después de mil años, y aun más, de guerra á muerte, hicieron paz los Lobos y las Ovejas. Ambas partes ganaban, porque si es verdad que los Lobos devoraban de vez en cuando alguna res extraviada, no es menos cierto que los pastores los desollaban y hacían con sus pieles las zamarras. Ni las Ovejas tenían tranquilidad para pacer, ni los Lobos para cazar. Unos y otras estaban en continua zozobra. Firmóse, pues, la paz, y dieron en rehenes, los Lobos á sus lobeznos, las Ovejas á sus perros. Hízose el cambio con toda la solemnidad, y al cabo de algún tiempo que los señores lobeznos se vieron convertidos en lobos hechos y derechos, hambrientos y voraces, aprovecharon la ocasión de no estar los pastores en el hato, degollaron la mitad de los mejores corderos, y arrastrándolos con los colmillos, retiráronse al espesor de la selva. Habían avisado bajo mano á los suyos, y los perros, que dormían confiados, fueron tambien pasados á degüello. La matanza se hizo en un abrir y cerrar de ojos; ni uno solo escapó.

Esta lección nos demuestra que á los malvados hay que hacerles continua guerra. Buena es la paz, convengo en ello; pero, ¿de qué sirve, si el enemigo es desleal?


Hoy se cumplen tres semanas de la famosa excreción realizada por la ETA, y entusiásticamente recogida por numerosos individuos como si se tratara de las propias de sus mascotas en plena calle.

Sin embargo, cuán necesario, conveniente y esclaredor es, en estas ocasiones, consultar las fuentes.

Créditos:
Fábula XIII, Los Lobos y las Ovejas, del Libro Tercero, de la recopilación Fábulas de La Fontaine, tomada de la edición facsimilar publicada por Ediciones Atlas en mayo de 2007, de la edición de Montaner y Simón, en 1885, con traducción de Teodoro Llorente, y con ilustraciones de Gustavo Doré.
Ilustración de Gustavo Doré, a plana completa fuera de texto, que antecede a la fábula en cuestión.

3 comentarios:

  1. Sí, en eso estamos todos de acuerdo, menos Mariano (parece ser) que es el que (idiota) se va a tener que comer el marrón. ¿O no?

    Más bien será ese "o no". Me da que el señor Rajoy no va a ser un buen perro ovejero y probablemente pactará con los lobos el mirar hacia otro lado cuando se acerque la manada.

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  3. En realidad, no tendría, propiamente hablando, que comerse ningún marrón, sino, simplemente, poner orden en el caos que está dejando el aún Presidente del Gobierno.
    Claro, que si slguien empieza con que si es marrón claro, marrón oscuro, crema, beige, incluso blanco hueso, y de ahí al blanco sucio,... sí será preocupante.
    Y es que será inmediato pasar de la 'paleta de colores' a 'sacar los colores al paleto'.

    Por cierto, me acabo de dar cuenta de la analogía entre lo que hicieron los lobos, de entregar a sus lobeznos, y luego éstos, al crecer,... ; y la presencia de Bildu y similares en las instituciones democráticas, con lo que, al crecer,...

    Un saludo.

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