Hoy ha sido el último día
que ha venido a trabajar un compañero de trabajo. Ha empezado las últimas
vacaciones antes de que se cumpla su fecha de jubilación. Llevaba sus
cuarentaytantos años en la empresa, y supongo que, como yo más tarde, firmaría
su contrato y todo eso en algo llamado entonces Departamento o Servicio de
Personal.
Visto con la perspectiva
que da el tiempo, parece que ha tenido gran influencia como libro de texto en las
carreras de Empresariales, o eso nuevo de ADE-Administración de Empresas, una
película cuyo cuadragésimo aniversario se cumplió hace un par de semanas. Sí,
me estoy refiriendo a El Padrino, y un ejemplo de lo que digo es este video que
muestra las pautas y procesos de una negociación.
Otro aspecto en el que ha
tenido éxito es el derivado de la famosa frase que viene a decir: «No es nada
personal, solo son negocios».
Y de este modo, el antedicho
Departamento de Personal pasó de tratar con personas a gestionar RECURSOS
Humanos (eso sí), o bien a valorar el CAPITAL Humano (también, claro).
El caso es que este
compañero no prestaba mucha atención a estas tonterías, y se ha limitado estos
años a cumplir con su trabajo todo lo mejor que podía, que era mucho. Hasta ayer.
Pasó la mañana
resolviendo los últimos flecos que le quedaban, ordenando y repartiendo la
documentación que aún estaba manejando, y, sobre todo, soportando con buen
humor las bromas que los demás le hacíamos.
Y sin embargo, salvo de
un par o tres de nosotros, se despidió a la francesa.
Estoy convencido de que con
su buen humor hubiera recorrido la nave entera de la empresa saludando a todo
aquel con quien se cruzara, y repartiendo besos y abrazos entre sonrisas y
manifestaciones de cariño. Pero no lo hizo. En cuanto cogió la chaqueta para
irse, las lágrimas se lo impidieron.
Pero seguro que tendremos
ocasión de volver a reirnos todos juntos cuando celebremos con una comida como
se merece su jubilación.
Pero de lo que también
estoy seguro es de que será difícil que estas escenas se repitan en un futuro
no tan lejano, pues ni los RECURSOS Humanos ni el CAPITAL Humano lloran; sólo
las PERSONAS.
Hoy me ha llegado un correo electrónico de una secretaria de dirección informándome de que tras 23 años en su empresa deja de estar como consecuencia de un ERE. Se ha enterado oficialmente, pues nadie (dueños o altos directivos) ha considerado oportuno dedicarle ninguna palabra a pesar de haber estado viéndose durante muchos años.
ResponderEliminarPues eso, que la crisis no es sólo económica.
Enhorabuena. Sólo las personas se ocupan de este modo de las lágrimas de otro. Afortunadamente para él sólo iréis personas a celebrar, en esa comida, su jubilación. Sólo personas, seguro.
ResponderEliminarTe lo dice un lobo ;-)
Un saludo.
La crisis saca lo mejor y lo peor de las personas, unas humanas, otras no.
ResponderEliminarUn saludo