A principios de este mes que ahora
finaliza llegó puntual la factura de la luz. Junto a ella figura habitualmente un
folleto que informa acerca de no sé qué cosas, pues nunca me he molestado en
leerlo (ni siquiera ahora), y he preferido quedarme con mis recuerdos de allá
cuando leía la revista Trinca.
Coincidiendo, día arriba, día abajo, con
ello, la viñeta de Antonio Mingote del domingo día 4 versaba sobre la tarifa de
la luz, y cómo se estaba poniendo de imposible.
Este viernes día 30, finalmente, quedó
resuelto el misterio de qué iba a pasar con la tarifa en cuestión tras la
reciente sentencia del Tribunal Supremo. Como no podía ser de otra manera,
sube.
Y como la gente confunde churras con
merinas, esta noche, auspiciados por lo del cambio climático, unos cuantos han
decidido apagar la luz.
¡Que no os enteráis! Que lo que hay que
hacer no es ‘apagar’, es ‘a pagar’.
Bueno, yo sí, que me voy a la cama.
Buenas noches.
Créditos:
Imagen del folleto que acompaña a la
factura de la luz.
Imagen de la viñeta de Antonio Mingote,
publicada en ABC el 4 de marzo, de la hemeroteca del autor.
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