lunes, 12 de marzo de 2012

Llegar al octavo sin salir de él

P. ¿Quál es la mayor desgracia? –R. Estar en pecado mortal.
P. ¿Y qué pecado ha de ser éste? –R. Basta el jurar con mentira.
P. ¿Pues que el jurar con mentira siempre es pecado mortal? –R. Sí Padre, y aunque la mentira fuesse leve, y aunque fuera por evitar algún gran daño o conseguir algún gran bien.

En 1740 (aunque el texto transcrito es de la edición de 1742) se publicó en Valencia la primera edición del Catecismo Breve que el P. Fr. Pedro Vives, Religioso de N.S.P.S. Francisco en el colegio de Santo Espíritu del Monte saca a luz, para dar de limosna en sus Missiones.

Sobre el octavo Mandamiento.
P. Sobre el octavo Mandamiento os pregunto, quién cumple con el octavo Mandamiento?
R. El que no juzga males agenos ligeramente, ni los dice ni oye sin fines buenos.
P. Quién lo quebranta?
R. Quien infama contra justicia, descubre secreto, ó miente.
P. Puede sin pecado mentir en alguna cosa con fin bueno?
R. Nunca; mas puede callarse la verdad disimulando.

Poco después, se publicó el famoso Catecismo de Ripalda, y finalmente, en 1965, se realizó la edición que estudié yo de pequeño del Catecismo de la Doctrina Cristiana.

¿Cuál es el octavo mandamiento de la Ley de Dios? –El octavo mandamiento de la Ley de Dios es: No dirás falso testimonio ni mentirás.
¿Qué nos manda el octavo mandamiento de la Ley de Dios? –El octavo mandamiento de la Ley de Dios nos manda decir la verdad y respetar la fama del prójimo.

Hoy, en vez de ayer (aunque seguro que por causa justificada), César Vidal nos ha ofrecido una nueva deposición en el juicio (los abogados lo llaman así, según creo) que tiene establecido en su famosa causa César contra España Católica.

Una vez subsanado el error de numeración en la serie final ¿Hay salida?, el de hoy es, como no podía ser de otra manera visto el tema tratado, el octavo de la serie.

Dado que él es historiador, le ofrezco estas referencias históricas sobre el particular. Y, en la medida de lo posible, realizar las siete Obras de Misericordia Espirituales, a saber:
La primera, enseñar al que no sabe.
La segunda, dár buen consejo al que lo ha menester.
La tercera, corregir al que yerra.
La cuarta, perdonar las injurias.
La quinta, consolar al triste.
La sexta, sufrir con paciencia las flaquezas de nuestros próximos.
La séptima, rogar á Dios por vivos y muertos

Créditos:
Portada de la edición crítica de Luis Resines Llorente, y transcripción de las líneas 346 a 353, del Catecismo Breve que el P. Fr. Pedro Vives , Religioso de N.S.P.S. Francisco en el colegio de Santo Espíritu del Monte saca a luz, para dar de limosna en sus Missiones (edición de 1742), publicada por el Ayuntamiento de Valencia en 2002.
Portada y extractos del Cathecismo y Exposicion breve de la Doctrina Christiana, compuesto por Gerónimo Ripalda, según edición facsímil de la de Madrid de 1783 (existente en la Biblioteca Nacional), realizada por París-Valencia en 2004 (pp. 74-75, y 22-23).
Portada y extracto (preguntas 51 y 52) del Catecismo de la Doctrina Cristiana, Texto nacional de 1er grado, tomados de la séptima edición (1965), realizada por el Secretariado Catequístico Nacional de la Comisión Episcopal de Enseñanza, de Madrid.

1 comentario:

  1. elentir también ha comentado sobre la última ocurrencia del mozo. Y claro, no ha dejado con qué encender, que se dice, y recurriendo a casos prácticos, eso sí, más recientes.
    Recomiendo su anotación.

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