“Por fin, llegó la hora. Estaba en la Carrera de San Jerónimo;
atravesó la calle; a fuerza de cortesías y codazos discretos, temerosos, se
hizo paso entre la multitud que ocupaba la entrada del Imperial. Llegó el
trance serio, el de cruzar la calle de Alcalá. Tardó un cuarto de hora en
decidirse. Aprovechó una clara, como ella decía, y, levantado un poco el
vestido, echó a correr... y sin novedad, entre la multitud que se la tragaba
como una ola, arribó a la calle de la Montera, y la subió despacio, porque se
fatigaba. Se sentía más cansada que nunca. Era la debilidad acaso; el chocolate
se le había atragantado con la riña del gato. Atravesó la red de San Luis,
pensando: «Debía haber cruzado por abajo, por donde la calle es más estrecha.»
Entró en la calle de Fuencarral, que era de las que más temía; allí los raíles del
tranvía le parecían navajas de afeitar al ras de sus carnes: ¡iban tan pegados
a la acera! Al pasar frente a un caserón antiguo que hay al comenzar la calle,
se olvidó por un momento, contra su costumbre, del peligro y de sus cuidados
para no ser atropellada; y pensó: «Ahí creo que vive el señor Cánovas.... Ése
podía hacerme el milagro. Darme... una Real Orden... yo no sé... en fin, un
vale para que el señor americano tuviera que venderme el cuadro a la fuerza...
Dicen que este don Antonio manda tanto... ¡Dios mío! el mandar mucho debía
servir para esto, para mandar las cosas justas que no están en las leyes.»”
Créditos:
Extracto del capitulito XI y último de
Doña Berta, de Leopoldo Alas, Clarín (las negrillas son mías).
Y para servir, para servir también, en este caso a los ciudadanos, que somos quienes los elegimos y les pagamos.
ResponderEliminarMientras en la mente de cada españolito no arraigue la idea de que los que mandan están ahí porque nosotros lo hemos decidido (¿?), son nuestros empleados y su trabajo es servirnos, no cambiarán en la mente de los políticos que son como dioses y pueden hacer lo que les venga en gana.
¿Qué tal si contratas a alguien para que te ponga una ventana y cuando comienza a trabajar ves que te está cambiando el suelo del baño? ¿Se lo habrá preguntado Rajoy? Porque
-se le votó pensando que no subiría los impuestos y...
-se le votó pensando que echaría a ETA de las Instituciones y...
-se le votó pensando que...
¡Cuántos "y..." nos quedan aún por descubrir!