Hace dos semanas finalizó la Feria del Libro de Valencia, cuyo inicio se sitúa en torno al propio Día del Libro, y una duración de unos diez días.
Según se recogió en prensa al día siguiente (por ejemplo, periódico Levante), el éxito de la Feria se puede cifrar en unas ventas ligeramente inferiores al millón de euros (lo que podría ‘traducirse’ en unos 50.000 ejemplares vendidos), realizadas ante unos 500.000 visitantes: es decir, compró un ejemplar uno de cada diez de los que aparecieron por ahí.
Y entre los que por ahí aparecieron, como bien saben quienes me conocen, yo… no figuro.
Y es que yo vivo en una casi permanente Feria del Libro.
Aunque es cierto que hace tiempo que no traigo por aquí las últimas adquisiciones. Por tanto, aprovechando lo que acabo de contar, y que hacia finales de mes se abre la Feria del Libro de Madrid (por la que este año no creo que me pueda acercar), vamos con seis obras seis que están ahora en casa esperando, desde hace más o menos tiempo, su momento de ser leídas.
Según se recogió en prensa al día siguiente (por ejemplo, periódico Levante), el éxito de la Feria se puede cifrar en unas ventas ligeramente inferiores al millón de euros (lo que podría ‘traducirse’ en unos 50.000 ejemplares vendidos), realizadas ante unos 500.000 visitantes: es decir, compró un ejemplar uno de cada diez de los que aparecieron por ahí.
Y entre los que por ahí aparecieron, como bien saben quienes me conocen, yo… no figuro.
Y es que yo vivo en una casi permanente Feria del Libro.
Aunque es cierto que hace tiempo que no traigo por aquí las últimas adquisiciones. Por tanto, aprovechando lo que acabo de contar, y que hacia finales de mes se abre la Feria del Libro de Madrid (por la que este año no creo que me pueda acercar), vamos con seis obras seis que están ahora en casa esperando, desde hace más o menos tiempo, su momento de ser leídas.
Ése libro de mi paisano, por partida doble, Lázaro Covadlo, se lo envié a Mario Conde a la prisión donde estaba confinado...
ResponderEliminarUn saludo
PD: Te recomiendo, del mismo autor, "Las salvajes muchachas del partido" (Ed. Candaya). Es fantástico.
El fin de semana anterior a éste que ha pasado estaban ya colocando las casetas que, junto con la parafernalia que había montada en el paseo de coches a cuenta de la Final de la Copa de Europa, transformó aquello en un circo y me jorobó mis tranquilos paseos retiriles. ¿No tendrán, digo yo, Casa de Campo donde irse a montar el museo de la Copa esa...?
ResponderEliminarYo tampoco suelo pasarme a visitar la Feria del Libro, sobre todo porque me agobia mucho la multitud y el calor que suele hacer. Sin embargo quizá este año lo haga, aunque debería cortarme y no comprar ningún libro. Ahora mismo tengo demasiados en espera y se me va atascando el asunto...
Saludos.
PD: ¿A Mario Conde, Guido?
Yo me acerqué un domingo prontito, antes de que llegarán los de El País debajo del brazo, para visitar las carpas de la Asociación de Editores de la Comunidad Valenciana y la de Llig.
ResponderEliminarTomé nota de algún libro para pedirlo en mi librería habitual.
Pude salir con éxito del Paseo Antonio Machado después de sortear carritos de niño, niños en patines y padres en chándal.
Soy de naturaleza antisocial, por lo tanto, evito conglomeraciones y aglomeraciones humanas, exceptuando, como no podía ser de otra manera, mi semana santa sevillana ¡ole!.
ResponderEliminarPd 1: ¿A Mario Conde, Guido?
PD 2: "Yo me acerqué un domingo prontito, antes de que llegarán los de El País debajo del brazo..,"
A sus pieses, Sr. Caraguevo.
S.Cid y bate: el año pasado, al menos el rato que estuvimos nosotros (ver diversas anotaciones al respecto en este diario), se pudo ver bien, sin especiales agobios, los cuáles en seguida me repelen.
ResponderEliminarGuido: tomo nota de la sugerencia (que por cierto, no figura en la página del ISBN español, aunque existe), y, sólo por el título, mira que si le llegas a regalar Avaricia.