Hoy se celebra la festividad de San Fernando, rey de España, como se decía hace un tiempo, pues aunque lo fuera de Castilla (debido al fatídico año 711), entonces, como antes de entonces, y durante mucho tiempo después, los que sabían, sabían que estaban en y eran de España.
No sé desde cuándo, coincidiendo con esta festividad litúrgica, se celebra el España el Día de las Fuerzas Armadas, pues aunque con este nombre seguro que se llama, al menos, desde 1979, ya se celebraban en Madrid los desfiles militares desde bastante antes (tras la Transición y las primeras elecciones, la sede del desfile comenzó una itinerancia por las distintas Capitanías Militares, y así, en 1980, se realizó en Valencia, sede de la III).
Justo estos días, en el archivo de prensa de que dispongo (o sea, en el montón de recortes de periódicos que tengo en casa, como ya dije en otro momento que ahora no recuerdo), me encuentro el recorte de esta viñeta de El Roto, publicada en El País el 10 de mayo de 2007.
«¡Juro que no tengo nada que ver con los que me agitan!»
La “gracia” del texto, supongo, pretende ser una clara división entre la bandera de España (se supone) y quienes la exhiben («agitan», dice la frase, eligiendo la palabra para incorporar una carga peyorativa a la acción).
Naturalmente, el problema estriba en que el dibujante no está de acuerdo con quienes no tienen problemas con que se les vea con una bandera de España. Porque, como todo el mundo sabe, la bandera de España sólo debe mostrarse en un sitio.
Todo lo demás es política reaccionaria. Y hasta ahí podíamos llegar. Tal vez por eso, el dibujante, ni siquiera sabe dibujar la bandera de España, pues las franjas no son iguales, la amarilla es el doble que cada una de las rojas (sí es igual la superficie de cada color; sí son iguales las franjas de esa otra bandera que, por eso y por los colores, sí es in- y anti-constitucional – tal vez un lapsus graphicae, ¿no?).
Y si alguien no entiende este sencillo problema gráfico, lo ilustraremos con una fotografía (cuyo origen es el mismo, precisamente, del disgusto del dibujante, aunque separados unos meses).
Créditos:
Fotografía de la estatua de Fernando III, en la Plaza Nueva de Sevilla, tomada de la Wikipedia.
Viñeta de El Roto, publicada en El País el 10 de mayo de 2007.
Fotografía de la manifestación contra la negociación con los terroristas, ya en Colón, celebrada en Madrid el 24 de noviembre de 2007, del autor.
No sé desde cuándo, coincidiendo con esta festividad litúrgica, se celebra el España el Día de las Fuerzas Armadas, pues aunque con este nombre seguro que se llama, al menos, desde 1979, ya se celebraban en Madrid los desfiles militares desde bastante antes (tras la Transición y las primeras elecciones, la sede del desfile comenzó una itinerancia por las distintas Capitanías Militares, y así, en 1980, se realizó en Valencia, sede de la III).
Justo estos días, en el archivo de prensa de que dispongo (o sea, en el montón de recortes de periódicos que tengo en casa, como ya dije en otro momento que ahora no recuerdo), me encuentro el recorte de esta viñeta de El Roto, publicada en El País el 10 de mayo de 2007.
«¡Juro que no tengo nada que ver con los que me agitan!»
La “gracia” del texto, supongo, pretende ser una clara división entre la bandera de España (se supone) y quienes la exhiben («agitan», dice la frase, eligiendo la palabra para incorporar una carga peyorativa a la acción).
Naturalmente, el problema estriba en que el dibujante no está de acuerdo con quienes no tienen problemas con que se les vea con una bandera de España. Porque, como todo el mundo sabe, la bandera de España sólo debe mostrarse en un sitio.
Todo lo demás es política reaccionaria. Y hasta ahí podíamos llegar. Tal vez por eso, el dibujante, ni siquiera sabe dibujar la bandera de España, pues las franjas no son iguales, la amarilla es el doble que cada una de las rojas (sí es igual la superficie de cada color; sí son iguales las franjas de esa otra bandera que, por eso y por los colores, sí es in- y anti-constitucional – tal vez un lapsus graphicae, ¿no?).
Y si alguien no entiende este sencillo problema gráfico, lo ilustraremos con una fotografía (cuyo origen es el mismo, precisamente, del disgusto del dibujante, aunque separados unos meses).
Créditos:
Fotografía de la estatua de Fernando III, en la Plaza Nueva de Sevilla, tomada de la Wikipedia.
Viñeta de El Roto, publicada en El País el 10 de mayo de 2007.
Fotografía de la manifestación contra la negociación con los terroristas, ya en Colón, celebrada en Madrid el 24 de noviembre de 2007, del autor.
Tengo una pulsera con la bandera de España que no puedo ponerme cuando voy a mi trabajo para que no me llamen la atención (tampoco me la pongo cuando no estoy en el trabajo, no sea que a algún pirado le dé por catalogarme como facha y me dé un coscorrón).
ResponderEliminarTambién tengo una bandera española que compré en una de las manifestaciones a las que acudí en apoyo a las víctimas del terrorismo (cuando el PP era el PP y la COPE, la emisora sintonizada en el canal 1 de mi receptor). Iba yo en aquellas ocasiones por la calle Serrano, camino de Colón, tan feliz con mi bandera, sin sentirme nada más (y nada menos) que española. Qué pena que para la mitad de mis compatriotas llevarla al hombro por una calle de la capital de España sea sinónimo de facha, franquista, retrógrada, sectaria, etc., etc., etc.