El año pasado surgió una polémica con motivo de la decisión de Carrefour relativa a no suministrar a sus clientes bolsas de plástico, por motivos ecológicos, ofreciendo a cambio, por un módico precio, unas bolsas ecológicas.
Esta decisión estuvo precedida por una campaña “blanca” en la que se denigraba las bolsas de plástico, tras la cual ya se identificó Carrefour con tal práctica de rechazo.
Dicha campaña publicitaria inicial fue objeto de críticas por lo zafio de la misma, como por ejemplo, en el blog Contando estelas, de elentir, el 2 de septiembre. Sobre la anotación al respecto se realizaron diversos comentarios, en la que se apuntaban numerosos aspectos, de los que relaciono algunos con los que estoy de acuerdo:
- las bolsas en cuestión, además de para el uso inmediato en la compra, y otros acordes con su estado en cada momento, se utilizan para la basura.
- su ‘desabastecimiento’ obligará a comprar bolsas para la basura, que también son de plástico.
- si no lo son, o son biodegradables o ‘amistosas con el medio ambiente’, háganse las bolsas comerciales igual.
- una cosa es hacer publicidad con una bolsa ‘gratis’ y otra muy distinta pagar por una bolsa publicitaria.
- la campaña no deja de ser, en realidad, una política de reducción de costes.
En resumen, la campaña tuvo su momento de gloria, y yo no sé qué hizo Carrefour porque no suelo comprar ahí (de hecho, desde entonces sólo he aparecido una vez en un centro de la cadena, en vísperas de Navidad, en relación con un regalo, y ni siquiera recuerdo si me dieron bolsa o no).
Yo he seguido comprando en Mercadona, acopiando bolsas de la marca, usándolas para la basura, orgánica y de plásticos (no he llegado a hacer como otros, que tiran el papel en el contenedor correcto ¡en bolsas de plástico!), y así ha ido pasando el tiempo.
Hasta hoy.
Créditos:
Fotos de la campaña publicitaria de septiembre de 2009, en Valencia, del autor.
Esta decisión estuvo precedida por una campaña “blanca” en la que se denigraba las bolsas de plástico, tras la cual ya se identificó Carrefour con tal práctica de rechazo.
Dicha campaña publicitaria inicial fue objeto de críticas por lo zafio de la misma, como por ejemplo, en el blog Contando estelas, de elentir, el 2 de septiembre. Sobre la anotación al respecto se realizaron diversos comentarios, en la que se apuntaban numerosos aspectos, de los que relaciono algunos con los que estoy de acuerdo:
- las bolsas en cuestión, además de para el uso inmediato en la compra, y otros acordes con su estado en cada momento, se utilizan para la basura.
- su ‘desabastecimiento’ obligará a comprar bolsas para la basura, que también son de plástico.
- si no lo son, o son biodegradables o ‘amistosas con el medio ambiente’, háganse las bolsas comerciales igual.
- una cosa es hacer publicidad con una bolsa ‘gratis’ y otra muy distinta pagar por una bolsa publicitaria.
- la campaña no deja de ser, en realidad, una política de reducción de costes.
En resumen, la campaña tuvo su momento de gloria, y yo no sé qué hizo Carrefour porque no suelo comprar ahí (de hecho, desde entonces sólo he aparecido una vez en un centro de la cadena, en vísperas de Navidad, en relación con un regalo, y ni siquiera recuerdo si me dieron bolsa o no).
Yo he seguido comprando en Mercadona, acopiando bolsas de la marca, usándolas para la basura, orgánica y de plásticos (no he llegado a hacer como otros, que tiran el papel en el contenedor correcto ¡en bolsas de plástico!), y así ha ido pasando el tiempo.
Hasta hoy.
Créditos:
Fotos de la campaña publicitaria de septiembre de 2009, en Valencia, del autor.
... la vida
ResponderEliminarYo compré una de esas bolsas "perennes" de carrefour para llevarla en el coche, pero me fastidió mucho que retiraran las de plástico porque yo también soy de las que usan esas bolsas para la basura orgánica y para los plásticos. Me alegro, pues, de que vuelvan por el buen camino (lo que no significa que no nos esforcemos en hacer un buen uso de esas bolsas y utilicemos sólo 2 en lugar de 4).
En mi casa se recicla todo, todo, todo y para aquello que no es reciclable, se le intenta buscar un segundo uso. Por eso a veces lleno la casa de objetos aparentemente inútiles que la gente, sin embargo, despilfarra. Me da mucha rabia. Unos tantos... y otros tan poco...
Te dejo, que estoy viendo Madrid Opina mientras te escribo y no acierto a imaginar las tonterías que estaré poniendo ;-)